Tras un largo y tortuoso proceso judicial preñado de matices políticos el intelectual, editor, mecenas italiano y promotor de autores cubanos exiliados y de la causa cultural anticomunista, Armando Verdiglione, ha sido finalmente condenado a 5 años y 8 meses de prisión, y su esposa Cristina Frúa de Angeli, a una pena de 4 años y 8 meses por presunta evasión fiscal.
Pero el director de la Editorial Spirali y de la Universidad del II Renacimiento, quien fuera amigo personal de intelectuales del calibre de Eugène Ionesco y Jorge Luis Borges, se considera a sí mismo como un perseguido político por su defensa de la libertad individual en medio del pensamiento homogéneo que se pretende imponer al presente en el mundo occidental.
En 2016 declaró a Martí Noticias: “Nosotros luego de haber publicado cinco libros importantísimos de la disidencia cubana, encontramos que la izquierda italiana se hizo muy hostil”.
Verdiglione argumenta que durante los últimos años, ha sido sometido a un proceso por parte de la Justicia italiana de índole kafkiano como víctima de un entramado político-burocrático que “mediante argucias de control estatista de los sistemas impositivos, judiciales, electorales, académicos, culturales, educacionales y mediáticos puede anular el disenso y desparecer lo diferente, de modo que lo real alternativo, no lo falso alternativo, desaparezca, de suerte que cada vez más prevalezca una sociedad de autómatas”.
Con motivo de la condena de Verdiglione y su esposa Cristina un grupo de destacados intelectuales y escritores europeos y cubanos ha emitido la siguiente carta en agradecimiento y solidaridad.
Carta:
La gratitud es signo de lealtad y consistencia moral. Cuando eres leal a los demás, lo estás siendo contigo mismo, esto implica un acto cívico y leal con los propios principios. Un grupo de intelectuales cubanos no ha faltado a esta virtud que es una regla de la conciencia, al mostrar su gratitud a Armando Verdiglione, Cristina Frúa deAngelis y a los miembros fundadores de la editorial Spirali y la Universidad del II Renacimiento. Es que la gratitud no implica el acto, a veces superficial, a veces hipócrita de pasar la vida flexionando el tronco; más bien el reconocimiento sincero del valor y la grandeza de una acción que tu semejante ha arealizado. Reconocer hasta al adversario el valor de que ha hecho es un acto cívico, de coraje y honestidad.
Cuando a una persona se le ha segregado no sólo el cuerpo, también la palabra, pasando parte de su existencia en el aislamiento impuesto en su país de origen; luego de haber descontado años de persecución y cárcel, logra liberar su cuerpo viajando hacia otra tierra, piensa que allí automáticamente, igualmente podrá liberar la palabra, pero no siempre es así. Resulta que también en países donde rige un régimen democrático, el disidente político encuentra dificultad, no solamente para contar su historia, también para informar acerca de lo que ocurre en el país que lo ha visto nacer, en el cual aún persiste un régimen totalitario o represivo. Colmar ese vacío de la democracia es lo que ha intentado humana e intelectualmente hacer Spirali con muchos disidentes. Por primera vez entre 2007 y 2008 un grupo editorial europeo publica en fila, seis textos de escritores cubanos en el exilio: eso solamente lo ha hecho Spirali. En España; en Barcelona y Madrid a veces se publican obras de escritores disidentes cubanos, pero no en la forma en la cual hizo Spirali y la Universidad del Segundo Renacimiento, a cargo de Armando Verdiglione, su esposa Cristina y colaboradores. Pero este esfuerzo de Verdiglione y su grupo se extiende a artistas e intelectuales chinos, rusos, iraníes, búlgaros, etc. También han publicado obras a decenas de artistas, científicos e intelectuales de países democráticos, cuyos textos poseen valor social y humano indispensable.
Por otra parte, desde la década del 70 Spirali venía organizando congresos culturales en los que han participado intelectuales de reconocido valor moral e intelectual, por ejemplo Jorge Luis Borges y Eugéne Ionesco. En el caso de los cubanos, si sumamos a los gastos de los libros publicados, los viajes de los autores y sus presentaciones en Italia, una docena de disidentes exiliados que han participado con ponencias a los festivales de modernidad organizados por la Universidad del II Renacimiento y Spirali, podemos entender el significado de nuestro impostergable reconocimiento hacia Verdiglione, Cristina y el grupo de colaboradores.
Todo esto implica una gran inversión no solo intelectual, sino también económica: cada autor ha representado un gasto de miles de euros que multiplicado por miles de personas alcanza la cifra de millones. Estas premisas pueden resultar útil a un tribunal imparcial para comprender la nobleza del trabajo ejecutado por las empresas dirigidas por Verdiglione, y en cuál dirección se han invertido los recursos. En un mundo casi indiferente, deshumanizado por la mala percepción y aplicación de la modernidad, en el que cada vez más se pierde la capacidad de interactuar. Un mundo confuso e inclinado a lo superfluo, el trabajo realizado por Spirali y la Universidad del Segundo Renacimiento es digno de admiración y consideración en lugar de ser condenado sin miramientos por la justicia.
La existencia de una empresa cultural de este perfil y dimensionas debe ser motivo de orgullo para las instituciones y autoridades italianas; sin embargo, paradójicamente, para los que se alejan del humanismo y la verdad, es asumida o presentada a la opinión pública como una entidad peligrosa. Sabemos que esta, más que las precedentes, es la era de las grandes paradojas: acciones profundamente humanas y puramente intelectuales se compensan de manera antinatural, es decir, con el castigo que a veces alcanza carácter draconiano. Una injusta respuesta a la palabra que brota de la zona más pura del espíritu. La dictadura de las instituciones que persigue el talento y la libre creación es natural de los regímenes totalitarios. Eso debe constituir pecado en regímenes democráticos, en los que, por el contrario se promueve la cultura de la libertad. La destrucción de todo lo que encarna la cultura y el arte libre en toda su dimensión se torna obsesiva. Según el propio Verdiglione esta enfermedad deviene pantoclástica: una injusticia y un ataque intolerante contra la cultura. No podemos concebir arte genuino desde la postura de una ideología enferma, para no oscurecer el brillo de los más altos valores que el hombre ha creado.
Italia, cuna del arte universal no puede darse el lujo de desangrar el talento y la obra que en torno a Verdiglione, Cristina y su grupo, con humildad y sano entusiasmo hemos creado: italianos y extranjeros. Desafortunadamente una parte de nuestros valores son manipulados por seres humanos cuyo poder es inversamente proporcional a los valores naturales de un ser humano. Eso, sin prejuicios y en absoluta transparencia debemos tener en cuenta para salvar no sólo la integridad de personas sensibles y de grandes valores que además han alcanzado una edad delicada, algunos de ellos para agudizar el drama, afectados de graves patologías, ocasionadas, y lo queremos expresar con sinceridad y sin rencor, por el estrés ocasionado por los constantes obsesivos controles. Mencionamos un ejemplo solamente, Cristina Frúa. Pedimos desde lo más profundo de nuestra solidaridad humana, CLEMENCIA.
Firmantes, entre otros:
Fernando Arrabal
Ferdinando Ambrosino
Erdogan Aydin
Vladimir Bjarinov
Vladimir Bukovskij
Avraham Burg
Carlos Carralero
Angel Cuadra
Roger Dadoun
Anton Dončev
Dong Chun
Peter Duesberg
Armando De Armas
Armando Anel
Jose Luis Castro Águila
Nicolas Águila
Luis de La Paz
Israël Eliraz
Nawal El Saadawi
Viktor Erofeev
Roberto Luque Escalona
Dario Fertilio
Sergej Filatov
Galina N. Filatova
Jacek Fuksiewicz
Dimitri Gačev
Sanam Ghiaee
Ante Glibota
Elena Gurwič
Marek Halter
Poel’ Karp
Vassilis G. Katsikeas
Leonid Kolpakov
Anatolij Krym
Natalija Jakovleva
Aleksandr Kušner
Aleksej Lazykin
Madelyn Leonard
Ljubomir Levčev
Lu Decheng
Marco Maiocchi
Gini Miguez
Ebrahim Nabavi
Marina Nemat
Elena Nevzgljadova
Uwe-Henrik Peters
Nikolaj Petev
Susan Petrilli
Augusto Ponzio
Matjaz Potrč
Georgij e Daria Prjachin
David Rasnick
Moustapha Safouan
Hamid Sadr
Gadilbek Šalachmetov
Shen Dali
Nadine Shenkar
Victor Suvorov
Wei Jingsheng
Armando Valladares
Antonio Ramos
Maksim Zamsev
Zhou Qing
Krzysztof Zanussi
Efrem Zver’kov