Fuertes ataques entre Donald Trump y el exgobernador Jeb Bush matizaron el debate entre los candidato republicanos a la presidencia durante la noche del sábado en el noveno debate republicano.
Trump y Bush se enfrentaron por la responsabilidad del presidente 43 de EEUU, George W. Bush en el conflicto de Irak, el Medio Oriente, y por los ataques del 9/11 en New York. Ha sido el enfrentamiento más enérgico en los debates que organizan las cadenas de televisión para los candidatos republicanos.
El encuentro se realizó en Greenville, Carolina del Sur, bajo el auspicio de la cadena de televisión CBS y Google, con la presencia de 6 de los 18 candidatos iniciales.
Fue un altercado en ocasiones mordaz, donde no hubo cortesía ni elogios al adversario. Los dardos fueron precisos y hasta virulentos. A Trump le llamaron charlatán, y más de una vez perdió la postura insultando a todos. En especial cuando le cuestionaban su capacidad para ser Comandante en Jefe de la nación. Por su parte el multimillonario dijo que Ted Cruz es “el mayor mentiroso de este escenario, un squeroso”. Hubo tantos insultos que elgobernador John Kasich, expresó: “O paramos esto o le estamos haciendo la campaña a Hillary Clinton” o “Esto es de locos”; mientras que uno de los moderadores dijo que se corría el riesgo de llegar hasta el fango con los epítetos.
Marco Rubio hizo la tarea previa al encuentro, tenía sus respuestas listas a los puntos en que ha sido criticado: falta de experiencia y cambio de actitud en el debate de inmigración. Pareció más recuperado de su débil actuación en el debate previo a las primarias de New Hampshire. Pero no faltó la crítica de Ted Cruz por favorecer una amnistía para los inmigrantes y le sorprendió hablando en castellano cuando el senador de la Florida dijo que el de Texas no sabía la lengua de Cervantes.
La muerte del juez de la Corte Suprema, Antonin Scalia, de 79 años de edad, fue tema en el debate.Y la sustitución del magistrado en la Corte Suprema apunta a convertirse en un importante tema en la campana electoral.
Trump hizo un llamado a los senadores republicanos para que boicoteen el que sea nominado por el presidente Obama a sustituir al fallecido juez Antonin Scalia. Y todos los aspirantes a la presidencia por el partido republicano coincidieron en que la selección para la vacante en la Corte Suprema debe ser tarea del próximo mandatario. El senado debe aprobar la designación que haga el presidente.
Scalia era considerado uno de los jueces con ideas más conservadoras en el alto tribunal.