Un crucero en el que viajaba una trabajadora sanitaria de Dallas que está bajo vigilancia médica por el riesgo de que esté contagiada de ébola volvió el domingo temprano al puerto de Galveston, Texas.
El barco Carnival Magic, de la línea Carnival, regresó a puerto poco después de las 6 de la mañana, hora local.
El suboficial de marina Andy Kendrick había dicho antes a The Associated Press que un equipo de la Guardia Costera había volado en helicóptero el sábado para recoger una muestra de sangre del barco.
Kendrick no disponía de más información sobre cómo se tomó la muestra. La decisión de analizarla se tomó en coordinación con las autoridades sanitarias federales, estatales y locales. El suboficial dijo que la muestra se había enviado a un laboratorio estatal en Austin para ser analizada.
La Casa Blanca dijo que la pasajera manejó una muestra de laboratorio extraída del hombre liberiano que murió de ébola este mes en el Hospital Presbiteriano de Salud de Texas. Las autoridades dijeron que la mujer no supone un riesgo sanitario porque no ha mostrado síntomas durante 19 días y se puso en cuarentena de forma voluntaria en el barco. Las autoridades estadounidenses sopesaron cómo repatriar a la mujer y a su marido antes de que barco completara su crucero el domingo.
La portavoz del Departamento de Estado Jen Psaki dijo que cuando la mujer salió de Estados Unidos a bordo del crucero el 12 de octubre, sólo se requería a los funcionarios de salud que hicieran un seguimiento personal de posibles síntomas.
Por su parte, la naviera Carnival Cruise dijo en un comunicado que la mujer, supervisora de laboratorio, permanecía en aislamiento y que "no se considera que suponga un riesgo para ningún pasajero o tripulante". El barco no obtuvo permiso para atracar el viernes en Cozumel, México, un día después de que Belice impidiera a la pasajera salir del buque.
Una portavoz de la naviera, Jennifer De La Cruz, dijo que cuando el Magic tocó tierra en Belice, otros pasajeros recibieron permiso para desembarcar, salvo la trabajadora de salud bajo vigilancia médica y su esposo.
Tras no recibir permiso para amarrar en Cozumel, el barco dejó las aguas de México poco después del mediodía del viernes con el objetivo de regresar el domingo por la mañana a su puerto de origen, Galveston, como estaba previsto desde un principio.