El periodista Carlos Manuel Álvarez fue citado e interrogado por la Seguridad del Estado sobre su salida con amigos el sábado pasado por la noche, informó el mismo comunicador en un video de Facebook del diario El Estornudo.
"Lo que ha sucedido hoy califica entre siniestro, absurdo, peripatético", dijo Álvarez.
El periodista aseguró que al parecer, el régimen “condena cualquier acto civil”.
“Fui sometido a un interrogatorio de dos horas sobre mi salida el sábado en la noche con amigos de La Habana como artistas, algunos de ellos participantes de las conversaciones del 27 de noviembre en el Ministerio de Cultura, otros miembros del Movimiento San Isidro y otros muchos que no son ni lo uno ni lo otro”, dijo en un video en vivo.
El periodista aseguró que después de que le levantaran un acta de acusado fue montado en contra de su voluntad en una camioneta de la Seguridad del Estado para llevarlo a Varadero donde está la casa de su familia.
“Cómo no me pueden poner preso porque soy inocente y no he cometido ningún delito ni en mi país ni en otro, traen la cárcel hasta mí, limitan completamente mi libertad...”, dijo el comunicador.
“Me llevaron a casa de mi familia violando los principios constitucionales de este país, violando mis derechos individuales, violando mi libertad de movimiento y yo hoy estoy convencido que la única razón por la que no estoy preso formalmente es porque el país está en una profunda crisis económica, política y depende de países y necesitan poner una fachada de tolerancia”, dijo Álvarez en referencia a la vigilancia constante que el régimen ejerce sobre él, sobretodo después del acuartelamiento en la sede del Movimiento San Isidro.
Álvarez contó además que cuando la camioneta que lo trasladaba paró un momento en casa de una amiga de él, donde se encontraba antes de dirigirse a la estación policial, logró escaparse del auto y salió corriendo, aunque los agentes lo alcanzaron y “maltrataron".
“Me cayeron atrás y me maltrataron con violencia y aquí pueden ver todas estas heridas producto de mi fuga, pero esto no se puede ver como un hecho aislado de esa violencia a la que he estado sometido”, dijo el periodista mostrando sus heridas en los brazos.
El escritor aseguró que va a seguir haciendo su vida normal, pues no va a permanecer privado de libertad ni va a aceptar “esta arbitrariedad” hacia su persona.
“Yo voy a buscar un transporte y voy a volver a La Habana a hacer lo que estaba haciendo que es nada, son las cosas normales que hace un ciudadano normal: reunirse con sus amigos y salir”, dijo el comunicador.