Por más de cuatrocientos años, los dentistas han estado reparando caries por medio de taladros y llenando las cavidades con metal o material plástico.
Dependiendo de la profundidad de la cavidad, el método puede resultar desagradable y frecuentemente doloroso para el paciente, y tiene que repetirse periódicamente.
Y cuando una caries es detectada, el siguiente paso es una dolorosa inyección con anestésico, seguida de una perforación para luego realizar el relleno.
"El problema es que se trata de un ciclo, los rellenos no duran para siempre. Así que deben ser reparados y reemplazados nuevamente, y este ciclo es para el resto de la vida del diente". Doce Rebecca Moazzea, profesora del King's College de Londres.
Sin embargo, un nuevo tratamiento dental podría romper este ciclo, revirtiendo el daño que conduce a las caries. La compañía británica Reminova ha conseguido acelerar el proceso mediante el cual los dientes se reparan de forma natural.
"Hemos encontrado la forma de acelerar el proceso natural, por el cual se lleva calcio y minerales de fosfato al esmalte, y a través de un proceso natural, se pegará y se añadirá al esmalte existente", explica Jeff Wright, director ejecutivo de Reminova.
Luego de limpiar el diente dañado con un método que no requiere taladrarlo, el dentista lo cubre con una solución mineral y aplica una pequeña corriente eléctrica que es demasiado débil como para que la sienta el paciente. El mineral depositado se endurece rápidamente y llena completamente la cavidad
El esmalte dañado de un diente puede reemplazarse naturalmente, pero el proceso es demasiado lento para detener el trabajo de las bacterias que se acumulan en las pequeñas fisuras.
Este proceso puede ser útil especialmente con los niños. Sin embargo, los dentistas sostienen que el método funciona más eficiente en las etapas primarias de una carie, lo cual hace que los exámenes dentales sigan siendo muy importantes. Aparte, insisten en que el cepillado y la limpieza oral siguen siendo la mejor forma de prevenir las caries.