El ministro de Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, advirtió el martes al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, "que no se compre el traje de baño todavía", después que Maduro expresara, en respaldo al reclamo boliviano de una salida al mar, su aspiración de cumplir "el sueño de Chávez" de "bañarse en una playa boliviana soberana en el Pacífico".
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"Yo creo que lo cortés no quita lo valiente, hay que decir las cosas de manera clara y los Gobiernos que tienen una opinión van a tener que saber cuál es la nuestra", agregó el Canciller chileno.
Muñoz habló con la prensa al día siguiente de que Maduro, el presidente de Ecuador Rafael Correa y el canciller cubano Bruno Rodríguez, se alinearan con su aliado del ALBA, el mandatario boliviano Evo Morales, durante una conferencia sobre el cambio climático celebrada en Tiquipaya, Bolivia.
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El ministro de Exteriores de Chile citó el martes a la cancillería a los embajadores Arévalo Méndez, de Venezuela, y Adolfo Curbelo, de Cuba, para expresarles la molestia y la sorpresa de la Administración de Michelle Bachelet.
Quito y La Habana se alinean con Evo
El titular cubano de Exteriores manifestó a Morales durante su turno en el evento celebrado en Tiquipaya "toda nuestra solidaridad con el Gobierno de Bolivia y con el pueblo de Bolivia, por una salida soberana al océano Pacífico".
Por su parte, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, calificó la demanda paceña como justa, aunque matizó: "Nuestro corazón para que se resuelva eso por los medios pacíficos, como está ocurriendo felizmente entre dos países que queremos mucho: Bolivia y Chile". Según adelantó el canciller Muñoz, el tema será abordado durante la visita oficial que realizará la presidenta Bachelet este jueves a Quito.
Los diputados chilenos Jorge Tarud y José Manuel Edwards habían solicitado a la Cancillería que emitiera una enérgica nota de protesta a los Gobiernos de Venezuela, Ecuador y Cuba, después que estos países apoyaron la demanda interpuesta por Bolivia contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya.
Bolivia perdió su acceso al mar como consecuencia de la guerra del Pacífico (1879-1883), en la que acabó cediendo a Chile la provincia de Antofagasta, también llamada Litoral. Un tratado firmado en 1904 confirmó las nuevas fronteras y otorgó a Bolivia acceso no soberano al mar. Chile considera dicho tratado como el fundamento de su posición.
Bolivia llevó sus demandas a la CIJ, que el 24 de septiembre rechazó una impugnación chilena y reafirmó su jurisdicción para tratar la causa. La Paz pide que se obligue a Santiago a negociar una salida soberana al Pacífico en función de los compromisos de solución que ha asumido a lo largo de la historia, uno de ellos ofrecido por el finado dictador Augusto Pinochet.