Más de diez obras cinematográficas de directores cubanos se presentarán en la edición 40ª del Festival de Cine de Miami, que se realizará del 3 al 12 de marzo, pero los tickets para algunas de estas funciones ya se encuentran agotados.
La representación cubana en el festival celebra con regocijo la receptividad del público que ha provocado que las butacas de algunas producciones se llenen a máxima capacidad, e incluso, se hayan abierto más funciones.
En palabras de Alejandro Ríos, crítico de cine y programador de las películas cubanas de esta edición del festival, este hecho ha causado "una sensación de alegría".
Una de las obras con entradas agotadas y dos funciones más es "El Caso Padilla", del director cubano radicado en Madrid, Pavel Giroud, que indaga en el oscuro proceso represivo del castrismo contra el poeta Heberto Padilla para que sometiera públicamente un mea culpa.
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De la misma manera, el documental sobre "Patria y vida", la canción que unió a miles de cubanos que el 11 de julio del 2021 salieron a las calles exigiendo libertad, lleva hasta el momento tres funciones.
El filme dirigido por la cantante, compositora y actriz española, Beatriz Luengo, ya tiene vendidas las primeras dos presentaciones, a menos de un mes de su estreno.
Tal como ha sucedido en algunos años, explico Ríos, el festival abre nuevas funciones conforme a los asientos que se van llenando, y en esta oportunidad, ha sucedido con las producciones cubanas.
Sobre su selección para participar en el festival, Ríos señaló que se eligen sobre criterios de la calidad de la obra final.
Todos los filmes, a pesar de sus diferentes géneros, tienen algo en común, aseguró Ríos: "Aunque la dictadura lleve 64 años, todos los directores ya ganaron", refiriéndose a que todos reflejan de manera honesta y profunda el trasfondo y las consecuencias de más de medio siglo de dictadura.
El director Lilo Villaplana volverá a estar presente en el festival, esta vez con su película "Plantadas", que cuenta las vivencias de las presas políticas cubanas dentro del presidio, donde fueron maltratadas y violentadas por las autoridades.
También será presentado el largometraje de ficción del director Carlos Lechuga, Vicenta B., censurado en Cuba en la más reciente edición del Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano de La Habana.
Para Ríos esta censura es una "dignificación y honra". "Si una dictadura te cancela (...) habrá alguna razón", agregó el crítico.
Además de que las tramas, que de una u otra manera tocan las consecuencias de un régimen como el castrista, los directores que participan en el festival tienen algo más en común: "no tienen un país donde se pueden exhibir sus obras".
El único director del festival que se encuentra en Cuba y que produjo su obra dentro de la isla es Fernando Pérez, con su filme "El Mundo del Nelsito". Ríos se refirió al reconocido cineasta como "un hombre sumamente valiente y honesto que sigue haciendo cine en Cuba contra viento y marea".
Entretanto, para los que viven en el exilio, la presentación de sus obras en este evento permitirá que, a muchos kilómetros de su tierra, exista un escenario y plataforma para poder ver las películas que "se deberían ver en La Habana o en Santiago de Cuba", comentó Ríos.
A pesar de las diferentes historias de todas las producciones, sin importar el género, el hilo conductor de las mismas, con intención o no, pretende reconstruir un pasado con detalles que no se conocían. Por ejemplo, el documental "Afro Cuba 78", de Emilio Oscar Alcalde, quien viaja por el mundo para entrevistar a los ex integrantes del grupo musical, creado en los años setenta, anulado y censurado por el régimen de Fidel Castro.
Otro es el caso de "Havanna Stories", del director Eliécer Jiménez Almeida, que le abre paso a la comedia, reuniendo a una serie de actores de primera línea, creando un "falso documental", conocido en inglés como un "mockumentary", que narra en ficción una historia entre La Habana y Miami.
Todo esto demuestra, según Ríos, que los cineastas cubanos, a pesar de haber hecho su vida en otro país, y teniendo la opción de dedicarse a crear otro tipo de filmes, regresan a su país, así sea a través de la ficción y el arte, teniendo siempre presente "una esquina cubana".