El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, aseguró el viernes que el Gobierno de Barack Obama "ha entregado al régimen de los Castro una victoria política importante a cambio de nada" al haber sacado al país de la lista de patrocinadores del terrorismo.
"La dictadura comunista no ha ofrecido garantías de que vaya a hacer frente a su largo historial de represión y abusos de derechos humanos en el país", aseguró Boehner en un comunicado.
"Tampoco -agregó- ha ofrecido ninguna indicación de que dejará su apoyo a la violencia en toda la región, incluyendo los ataques brutales contra manifestantes pro democracia en Cuba en Ciudad de Panamá, durante la Cumbre de las Américas a principios de este año".
Cuba salió hoy oficialmente de la lista de países patrocinadores del terrorismo que elabora cada año el Gobierno de EEUU y en la que estaba desde 1982.
El Congreso tenía 45 días para pronunciarse sobre la decisión tomada por Obama de sacar a Cuba de esa lista, con la opción de presentar un proyecto de ley para tratar de revocarla, algo que no se ha producido.
Boehner reiteró que las relaciones con Cuba "no deben ser revisadas, y mucho menos normalizadas, hasta que el pueblo cubano pueda disfrutar de la libertad".
El legislador insistió en que la medida "sólo es el último ejemplo" de que el Gobierno de Obama está más centrado "en hacerse amigo de los enemigos del país" que en ayudar a sus aliados, aunque advirtió de que la retirada de la lista "afortunadamente tendrá poco efecto práctico".
"La mayoría de las sanciones de Estados Unidos contra el régimen cubano están contenidas en otras leyes, leyes que la Cámara se asegurará de que permanezcan" mientras el Congreso continúa trabajando "para proteger a los que luchan por la libertad, y en muchos casos, sólo pueden mantener su propia supervivencia", concluyó en referencia al embargo que pesan sobre la isla.
Pese a la retirada de dicha "lista negra", la mayoría de las sanciones y restricciones que afectan a Cuba están vinculadas al bloqueo, algo que solo puede ser retirado mediante legislación en el Capitolio.
El pasado 14 de abril, tras su histórica reunión con el gobernante cubano, Raúl Castro, celebrada en Panamá durante la Cumbre de las Américas, Obama anunció su decisión de eliminar a Cuba de esa lista, en la que estaba junto con Irán, Sudán y Siria.
En un mensaje enviado entonces al Congreso, Obama certificó que el Gobierno de Cuba "no ha proporcionado ningún apoyo al terrorismo internacional durante los últimos seis meses", y ha expresado "garantías de que no respaldará actos de terrorismo internacional en el futuro".
Las razones de Washington para mantener hasta ahora a Cuba en la lista eran su presunta acogida a miembros de la organización terrorista vasca ETA, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y a algunos fugitivos de la Justicia estadounidense.
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