Este martes 3 de marzo tienen lugar en 14 estados y un territorio estadounidense las elecciones primarias del llamado Súper Martes, que arrojarán un margen de certeza sobre qué precandidato demócrata a la Casa Blanca abrazará la nominación de su partido para las elecciones presidenciales de noviembre.
El ex vicepresidente Joe Biden ganó el sábado las primarias de Carolina del Sur, una victoria de la que prácticamente dependía la supervivencia de su campaña. Biden se llevó el 48.4 por ciento de los votos, casi 30 por ciento más que el senador Bernie Sanders, quien cerró con 19.9 por ciento.
Con su triunfo en Carolina del Sur, Biden ganó terreno como la alternativa demócrata más viable al llamado “socialismo democrático” de Sanders.
Lee también Precandidatos demócratas critican al senador Sanders en el tema CubaAnte el empuje de Sanders, quien sigue al frente en la cantidad de delegados –tiene 60, y Biden 53--, el ex vicepresidente debe ser el más favorecido con la retirada el domingo de dos precandidatos.
El primero fue Pete Buttigieg, quien acumulaba 26 delegados, y el otro es el multimillonario financista Tom Steyer, que no tenía ninguno. Aun así, tanto Steyer como Buttigieb atrajeron votantes que rechazan el “socialismo democrático” promovido por Sanders.
Las otras dos precandidatas demócratas que sí acumulan delegados son las senadoras Elizabeth Warren, de Massachusetts, con ocho, y Amy Klobuchar, de Minnesota, con siete. El multimillonario ex alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, sin un solo delegado a su cuenta, depende del Súper Martes para sobrevivir en la contienda.
El que fuera jefe de campaña de Barack Obama en 2008, David Plouffe, cree que ya la ecuación se reduce a dos aspirantes.
“Creo que ahora mismo es una carrera de dos personas”, le dijo Plouffe el domingo a la cadena MSNBC. “Creo que hay solo dos personas que podrán aceptar la nominación de nuestro partido: o Bernie Sanders o Joe Biden”.
En entrevistas transmitidas el fin de semana por cadenas nacionales, Biden dejó clara su estrategia de alejarse del cartel de socialista asociado con Sanders. En el programa Fox News Sunday, por ejemplo, dijo que “la gente no quiere una revolución. Lo que la gente quiere son resultados”.
Varios estrategas políticos vinculados al ex presidente Barack Obama --cuyo respaldo será de mucho peso para quien lo reciba-- alentaron a los rivales de Biden a retirarse de la campaña para que sus respectivos seguidores se unan a Biden.
“Está claro que la alternativa demócrata a Bernie Sanders es Joe Biden”, dijo el fin de semana Rufus Gifford, quien ocupó los principales puestos de recaudación de fondos en las dos campañas de Obama y fue parte de la operación de recaudación de fondos de Biden.
De acuerdo con la agencia Associated Press, los donantes de otros precandidatos, entre ellos la senadora Warren y el ex alcalde Buttigieg, mostraron interés en apoyar a Biden tras su indiscutible triunfo en Carolina del Sur.
Hasta ahora las donaciones no han sido el lado fuerte de Biden. Aunque el domingo anunció que había recaudado la mayor cantidad de fondos en un solo día en toda su campaña, con 5 millones de dólares, el total recibido en febrero fue de 18 millones, mucho menos de la mitad de los 46 millones y medio recaudados por Sanders en el mes.
Además, Sanders presume de que su campaña “no toca a las puertas” de las grandes compañías para pedir dinero. Desde su punto de vista, eso somete al precandidato a esas firmas y a sus intereses, mientras que él recauda mediante lo que en inglés se conoce como un amplio “grassroots”, una base amplia, en la que cada donante no aporta mucho, pero sí son muchos los que lo hacen y así se multiplica el apoyo popular.
“Ninguna campaña tiene una de base más fuerte que la nuestra”, dijo Sanders el domingo en el programa Face the Nation, de CBS News. “Así es como se puede vencer a Trump”.
Es eslogan que popularizó en su campaña el Presidente Donald Trump, “Hagamos que Estados Unidos sea grande otra vez” (Make America great again) fue retado por Biden para cerrar su discurso tras la victoria del sábado: Get up, take back our country, o sea: “Levántense, vamos a recuperar nuestro país”.
Con información de la agencia Associated Press, sitios oficiales de campaña de los precandidatos y redes sociales