De momento, el grupo se mantendrá en la antigua base militar estadounidense de Sherman en la provincia de Colón, al norte de Panamá, donde permanecen hace seis meses.
La justicia panameña ordenó liberar a 32 de los 35 marinos del barco norcoreano retenido a mediados del 2013 con material bélico cubano sin declarar, y pidió que a los otros tres tripulantes se les procese por tráfico de armas. El fiscal del caso Nahaniel Murgas dijo el jueves a The Associated Press que resolvió el caso hace dos días.
Los marinos liberados han sido puestos a órdenes de la Dirección Nacional de Migración, que deberá decidir en los próximos días su repatriación o expulsión del país, señaló, por su parte, la procuradora de la Nación, Ana Belfo.
De momento, el grupo se mantendrá en la antigua base militar estadounidense de Sherman en la provincia de Colón, al norte de Panamá, donde fueron recluidos los marinos hace seis meses tras la retención del buque mercante.
"Cuando se hace el allanamiento a la nave... se encuentran documentos en coreano que posteriormente son traducidos al español y en los que sale a relucir de que el capitán, el primer oficial y el secretario político de la nave tenían directrices allí con respecto a si se detectaba el cargamento ilícito, y se daban ciertas recomendaciones", explicó Murgas. "A ello se suma las declaraciones del resto de la tripulación que afirman que ellos trabajaban en la embarcación y que no eran los responsables".
"En base a eso tomamos la determinación de liberar a los 32", subrayó el fiscal especializado en crimen organizado. Agregó que las armas y el azúcar se mantienen en custodia de Panamá.
El delito por tráfico de armas se castiga en este país con penas de cárcel de entre 12 y 15 años, indicó Murgas.
La retención del Chong Chin Gang tuvo lugar en julio de 2013 cuando intentaba cruzar la vía interoceánica con rumbo al Pacífico. Inicialmente, las autoridades panameñas ordenaron su abordaje ante sospechas de que llevaba drogas, pero lo que encontraron fueron los pertrechos militares dentro de contenedores y bajo toneladas de azúcar cruda.
"Con la liberación se confirma que esa detención fue injusta, en virtud de que ninguna de estas personas estaba vinculada al delito de posesión de armas de guerra", reaccionó el abogado de los norcoreanos, Julio Berrío, en una entrevista telefónica con la AP. "Ningún tripulante de ese barco conocía qué había dentro de los contenedores; ellos simplemente recogieron una carga".
Las autoridades cubanas informaron poco después de la retención que el barco se dirigía hacia Corea del Norte con un cargamento de 10.000 toneladas métricas de azúcar y 240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto de la isla para su reparación en la nación asiática y posterior devolución.
Entre las armas figuraban dos complejos cohetes antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos Mig 21 Bis y 15 motores de este tipo de avión.
Expertos del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU estuvieron en Panamá en agosto para inspeccionar las armas y presentaron un informe preliminar, el cual no ha sido divulgado oficialmente por el organismo. El gobierno panameño aseguró que ese informe indicaba que el incidente había quebrantado el embargo de armas impuesto a Corea del Norte.
La embarcación permanece atracada desde fines de 2013 frente a Sherman, en las costas del Caribe. Murgas aseguró que no tenía información si los propietarios del buque ya habían pagado una multa al Canal de Panamá por alrededor de 670.000 dólares para poder llevarse la nave. Una consulta al respecto a las autoridades de la vía interoceánica no fue respondida de inmediato.
Los marinos liberados han sido puestos a órdenes de la Dirección Nacional de Migración, que deberá decidir en los próximos días su repatriación o expulsión del país, señaló, por su parte, la procuradora de la Nación, Ana Belfo.
De momento, el grupo se mantendrá en la antigua base militar estadounidense de Sherman en la provincia de Colón, al norte de Panamá, donde fueron recluidos los marinos hace seis meses tras la retención del buque mercante.
"Cuando se hace el allanamiento a la nave... se encuentran documentos en coreano que posteriormente son traducidos al español y en los que sale a relucir de que el capitán, el primer oficial y el secretario político de la nave tenían directrices allí con respecto a si se detectaba el cargamento ilícito, y se daban ciertas recomendaciones", explicó Murgas. "A ello se suma las declaraciones del resto de la tripulación que afirman que ellos trabajaban en la embarcación y que no eran los responsables".
"En base a eso tomamos la determinación de liberar a los 32", subrayó el fiscal especializado en crimen organizado. Agregó que las armas y el azúcar se mantienen en custodia de Panamá.
El delito por tráfico de armas se castiga en este país con penas de cárcel de entre 12 y 15 años, indicó Murgas.
La retención del Chong Chin Gang tuvo lugar en julio de 2013 cuando intentaba cruzar la vía interoceánica con rumbo al Pacífico. Inicialmente, las autoridades panameñas ordenaron su abordaje ante sospechas de que llevaba drogas, pero lo que encontraron fueron los pertrechos militares dentro de contenedores y bajo toneladas de azúcar cruda.
"Con la liberación se confirma que esa detención fue injusta, en virtud de que ninguna de estas personas estaba vinculada al delito de posesión de armas de guerra", reaccionó el abogado de los norcoreanos, Julio Berrío, en una entrevista telefónica con la AP. "Ningún tripulante de ese barco conocía qué había dentro de los contenedores; ellos simplemente recogieron una carga".
Las autoridades cubanas informaron poco después de la retención que el barco se dirigía hacia Corea del Norte con un cargamento de 10.000 toneladas métricas de azúcar y 240 toneladas métricas de armamento defensivo obsoleto de la isla para su reparación en la nación asiática y posterior devolución.
Entre las armas figuraban dos complejos cohetes antiaéreos Volga y Pechora, nueve cohetes en partes y piezas, dos Mig 21 Bis y 15 motores de este tipo de avión.
Expertos del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU estuvieron en Panamá en agosto para inspeccionar las armas y presentaron un informe preliminar, el cual no ha sido divulgado oficialmente por el organismo. El gobierno panameño aseguró que ese informe indicaba que el incidente había quebrantado el embargo de armas impuesto a Corea del Norte.
La embarcación permanece atracada desde fines de 2013 frente a Sherman, en las costas del Caribe. Murgas aseguró que no tenía información si los propietarios del buque ya habían pagado una multa al Canal de Panamá por alrededor de 670.000 dólares para poder llevarse la nave. Una consulta al respecto a las autoridades de la vía interoceánica no fue respondida de inmediato.