"El azúcar no está contaminada, está libre de salmonella, metales y no tiene hongo", declaró un funcionario panameño que valoró la carga de 220 mil quintales en 4 millones de dólares.
Funcionarios panameños declararon a TVNnoticias que el azúcar que transportaba el barco norcoreano y que servía de camuflage para el armamento cubano es óptima para el consumo humano.
"El azúcar no está contaminada, está libre de salmonella, metales y no tiene hongo", declaró el director del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), Julio Ábrego y explicó que los 220 mil quintales de azúcar moreno cubano, valorados en 4 millones de dólares, están bajo la custodia del IMA, pero serán las autoridades de la Fiscalía de Drogas, Ministerio de Seguridad de Panamá y la ONU quienes decidan qué se hará con ese producto y si se utilizará o no para la producción de etanol.
Los dos funcionarios indicaron que en las bodegas del IMA en Penonomé se acopió todo y la operación fue un éxito en el tiempo previsto.
Por otra parte, el ministerio de Seguridad Pública de Panamá explicó que el incidente "viola resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y que no es un caso cuya solución pueda darse a través de otra forma que no sea por esa instancia internacional, con apego y respeto a nuestro derecho interno".
El panel de seis expertos del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, encabezados por Martin Uden, inspecciona el barco y el material bélico entre el martes y el viernes, y tratará de hablar con la tripulación. Tras su visita, el equipo presentará un informe preliminar y luego uno más detallado con conclusiones y recomendaciones al comité de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los expertos fueron transportados en cinco vehículos hasta un hangar de una antigua base militar estadounidense en el Pacífico adonde fueron traslados los pertrechos militares hallados en el buque norcoreano. El hangar está rodeado de alambres y la entrada está custodiada por un grupo de funcionarios.
Las autoridades panameñas retuvieron el barco Chong Chon Gang a mediados de julio poco después de abordarlo en aguas del Caribe ante la sospecha de que transportaba drogas. El buque, que se disponía a cruzar el Canal de Panamá con rumbo a Corea del Norte, no cargaba estupefacientes sino pertrechos militares en contenedores ocultos bajo toneladas de azúcar cruda.
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli dijo que retuvo el barco siguiendo un mandato de la ONU que obliga a sus países miembros a verificar cualquier carga en buques norcoreanos que transiten sus aguas si tienen fuerte sospecha de que lleva material de guerra que viole el embargo.
Por otra parte, la tripulación estaba obligada a declarar esa carga antes de cruzar el canal, lo cual no hizo, aseguró el administrador de la vía marítima Jorge Quijano, quien advirtió que el buque se expone a una sanción del canal. El Ministerio de Seguridad Pública dijo que Panamá brindó un informe preliminar sobre el caso. Por un lado, considera que la tripulación transgredió leyes del país y que habría incurrido en el delito de atentar contra la seguridad colectiva al transportar armamento peligroso sin declarar.
Bajo ese cargo penal, los 35 marinos norcoreanos permanecen detenidos preventivamente en una antigua base militar estadounidense en la provincia portuaria de Colón, al norte de la capital, donde fue retenido el mercante.
Cuba informó un día después de anunciarse la retención del barco que éste había salido de un puerto de la isla con 10.000 toneladas métricas de azúcar y 240 toneladas de armamento defensivo para reparar, incluyendo cazas Mig, motores de este avión y partes de sistemas de misiles así como cohetes en piezas.
La Habana y Pionyang dijeron que se trataba de armamento viejo para reacondicionamiento según acuerdos suscritos entre ambos. Cuba también expresó que estaba comprometida con el desarme nuclear y el respeto al derecho internacional.
Sin embargo, Panamá consideró que la carga militar debió haber sido declarada.
Un total de 25 contenedores con el material militar cubano, así como 203.191 sacos de azúcar, fueron descargados durante más de tres semanas en un trabajo que culminó el fin de semana. También se encontró una cantidad no precisada de municiones y explosivos que tampoco fueron declarados.
"El azúcar no está contaminada, está libre de salmonella, metales y no tiene hongo", declaró el director del Instituto de Mercadeo Agropecuario (IMA), Julio Ábrego y explicó que los 220 mil quintales de azúcar moreno cubano, valorados en 4 millones de dólares, están bajo la custodia del IMA, pero serán las autoridades de la Fiscalía de Drogas, Ministerio de Seguridad de Panamá y la ONU quienes decidan qué se hará con ese producto y si se utilizará o no para la producción de etanol.
Los dos funcionarios indicaron que en las bodegas del IMA en Penonomé se acopió todo y la operación fue un éxito en el tiempo previsto.
Por otra parte, el ministerio de Seguridad Pública de Panamá explicó que el incidente "viola resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, y que no es un caso cuya solución pueda darse a través de otra forma que no sea por esa instancia internacional, con apego y respeto a nuestro derecho interno".
El panel de seis expertos del Comité de Sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU, encabezados por Martin Uden, inspecciona el barco y el material bélico entre el martes y el viernes, y tratará de hablar con la tripulación. Tras su visita, el equipo presentará un informe preliminar y luego uno más detallado con conclusiones y recomendaciones al comité de sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Los expertos fueron transportados en cinco vehículos hasta un hangar de una antigua base militar estadounidense en el Pacífico adonde fueron traslados los pertrechos militares hallados en el buque norcoreano. El hangar está rodeado de alambres y la entrada está custodiada por un grupo de funcionarios.
Las autoridades panameñas retuvieron el barco Chong Chon Gang a mediados de julio poco después de abordarlo en aguas del Caribe ante la sospecha de que transportaba drogas. El buque, que se disponía a cruzar el Canal de Panamá con rumbo a Corea del Norte, no cargaba estupefacientes sino pertrechos militares en contenedores ocultos bajo toneladas de azúcar cruda.
El gobierno del presidente Ricardo Martinelli dijo que retuvo el barco siguiendo un mandato de la ONU que obliga a sus países miembros a verificar cualquier carga en buques norcoreanos que transiten sus aguas si tienen fuerte sospecha de que lleva material de guerra que viole el embargo.
Por otra parte, la tripulación estaba obligada a declarar esa carga antes de cruzar el canal, lo cual no hizo, aseguró el administrador de la vía marítima Jorge Quijano, quien advirtió que el buque se expone a una sanción del canal. El Ministerio de Seguridad Pública dijo que Panamá brindó un informe preliminar sobre el caso. Por un lado, considera que la tripulación transgredió leyes del país y que habría incurrido en el delito de atentar contra la seguridad colectiva al transportar armamento peligroso sin declarar.
Bajo ese cargo penal, los 35 marinos norcoreanos permanecen detenidos preventivamente en una antigua base militar estadounidense en la provincia portuaria de Colón, al norte de la capital, donde fue retenido el mercante.
Cuba informó un día después de anunciarse la retención del barco que éste había salido de un puerto de la isla con 10.000 toneladas métricas de azúcar y 240 toneladas de armamento defensivo para reparar, incluyendo cazas Mig, motores de este avión y partes de sistemas de misiles así como cohetes en piezas.
La Habana y Pionyang dijeron que se trataba de armamento viejo para reacondicionamiento según acuerdos suscritos entre ambos. Cuba también expresó que estaba comprometida con el desarme nuclear y el respeto al derecho internacional.
Sin embargo, Panamá consideró que la carga militar debió haber sido declarada.
Un total de 25 contenedores con el material militar cubano, así como 203.191 sacos de azúcar, fueron descargados durante más de tres semanas en un trabajo que culminó el fin de semana. También se encontró una cantidad no precisada de municiones y explosivos que tampoco fueron declarados.