La doctora Nelva Ismaray Ortega volvió a solicitar este lunes a las autoridades cubanas que acrediten que su esposo José Daniel Ferrer está vivo, o si su vida corre peligro en la prisión de máxima severidad Mar Verde, ubicada en la provincia de Santiago de Cuba.
Esta es la quinta vez que Ortega pide fe de vida del preso político sin obtener respuesta de las autoridades competentes, que no solo no han respondido su demanda, sino que le han negado, sistemáticamente, los encuentros familiares y conyugales reglamentarios, así como las llamadas telefónicas.
Los mandos del penal, en contubernio con la Seguridad del Estado, prohibieron, el 29 de septiembre, el contacto con su familia, denunció Ortega en un audio enviado a Martí Noticias.
“Violan sus derechos constantemente, comenzando por el de privarle de su libertad, teniéndolo en una celda de castigo bajo condiciones inhumanas, crueles y degradantes, aislado de la comunidad penal y, nuevamente, de su familia”.
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“Como las veces anteriores, ante la visita reglamentaria, me trasladé temprano el pasado viernes para la prisión con el propósito de verle, pero por séptima vez nos negaron ese derecho”, lamentó la mujer que tiene que desplazarse a casi veinte kilómetros de la ciudad, en una provincia donde el transporte público escasea.
“Después del 4 de julio no ha existido contacto directo con él, ya sea físico ni telefónico, por lo que el próximo miércoles de no darse al menos una llamada telefónica, se cumplirán tres meses de desaparición forzada de mi esposo y el día 9 de octubre, de ser negada la visita familiar, se cumplirán 7 meses consecutivos violando este derecho reglamentario”, recalcó Ortega.
“Exigimos fe de vida, es nuestro derecho a poder verle y escucharle. No queremos notas ni fotos ni videos, exigimos muestras reales de vida para saber si ha empeorado o no su estado de salud, para saber si ha sido golpeado, si han aumentado las torturas hacia su persona, si está en huelga de hambre o no”, reclamó la médico y activista.
“Mi esposo lo ha dejado claro y lo ha demostrado, prefiere morir en prisión antes de aceptar salir del país”, reiteró.
Durante una visita familiar en junio, Ferrer relató a su esposa que un agente de la policía política le señaló que las vicisitudes que está pasando son evitables, si acepta salir del país.