El pastor evangélico Lorenzo Rosales Fajardo, quien cumple siete años de condena por su participación en las protestas populares del 11 de julio de 2021 en Palma Soriano, provincia de Santiago de Cuba, continúa en pésimas condiciones en prisión denunciaron a Radio Televisión Martí fuentes cercanas al religioso.
El 24 de diciembre, el pastor fue trasladado desde la cárcel de Boniato para el penal de mínima seguridad llamado La Caoba, que se encuentra en los límites de Palma Soriano, junto a otros cuatro manifestantes del 11 de julio en ese poblado.
En este centro de reclusión, le han negado el pase a su casa y está bajo condiciones precarias, según contó a Radio Televisión Martí su esposa, la pastora Maridilegnis Carballo.
“El día 23 de enero le correspondía un pase a la casa, ya a varios de los manifestantes del 11 J de aquí, de la ciudad, le han dado pase, entonces a él le correspondía el 23, pero bueno, ayer le dijeron que no, que era un error", explicó.
"Esta prisión de mínima para donde fue Lorenzo, que creíamos iba a mejorar un tanto; fíjese si no es así, que en varias ocasiones ha dicho que se lo lleven de nuevo para atrás, que se lo lleven de nuevo para Boniato, así que te podrás imaginar”, declaró la pastora.
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El activista y miembro del Movimiento Cristiano Liberación, Eliecer Porto, que reside en Palma Soriano, también se refirió a las condiciones a las que está sometido el pastor Rosales en ese penal.
Lee también Estados Unidos sobre pastor cubano Rosales Fajardo: "lo humillaron por su fe, que él aún mantiene con orgullo" Lee también Solidaridad Cristiana Mundial reacciona ante sentencia de siete años impuesta al pastor Lorenzo Rosales“Las condiciones higiénico-sanitarias son pésimas, no tienen agua potable. Los familiares tienen que llevarle cada dos o tres días el agua potable desde la casa. Esa prisión queda como a siete kilómetros del centro de la ciudad de Palma Soriano, donde queda el central Dos Ríos. Entonces al pastor Lorenzo, ayer le llevaron unos alimentos que recogieron los hermanos (de la congregación) y cuando llegaron allí, al penal, fue rechazado por el jefe de la prisión de allí, de La Caoba, en Palma Soriano. Dijo que no, que nadie podía llevarle alimento allí al pastor, que se fueran y que, si quisieran, hicieran la denuncia, que se quejaran donde les diera la gana, que él era el jefe allí y no iba a dejar que le llevaran alimentos al pastor Lorenzo", relató.
"A él ya le tenía que tocarle la visita, que son tres días a la casa de pase, y a él no se lo han dado porque como él es un preso político por las protestas del 11J, ellos tienen una represalia en contra de él en Palma Soriano, en la prisión La Caoba”, concluyó el activista.