Al menos 22 muertos y y 59 heridos, incluidos niños y adolescentes, es el saldo preliminar de un atentado suicida perpetrado anoche al finalizar un concierto de la artista estadounidense Ariana Grande en Manchester, norte de Inglaterra.
Los jóvenes asistentes a un concierto de la cantante estadounidense Ariana Grande salían del pabellón de conciertos Manchester Arena, algunos con las características orejas de gato de la artista o con globos en las manos. Los gritos de los adolescentes llenaron el recinto poco después de la explosión, ocurrida en el vestíbulo de la instalación.
Las fuerzas de seguridad y la primera ministra Theresa May lo interpretaron desde el principio como un ataque terrorista. Más tarde fue reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico (EI).
La premier May dijo el martes que Manchester había sido víctima de "un desalmado ataque terrorista".
"Intentamos comprender la retorcida y perversa mente que ve una sala llena de jóvenes no como una escena para atesorar sino como una oportunidad para una matanza”, agregó.
"Aunque no es la primera vez que Manchester sufre de este modo, este es el peor ataque que ha experimentado la ciudad, y el peor de la historia en el norte de Inglaterra”, señaló May durante una comparecencia en el exterior de su residencia oficial en Londres. “Este ataque destaca por su horrible y repugnante cobardía”.
Según informó esta mañana el jefe de la Policía local, Ian Hopkins, el atentado fue cometido por un solo hombre, con un artefacto explosivo improvisado.
Tras reunirse con su comité de crisis, la jefa de gobierno dijo que las fuerzas de seguridad creen tener la identidad del autor de la masacre.
Testigos del atentado relataron que entre los restos de la explosión había tornillos y clavos, lo que apunta a que el explosivo improvisado podría haber sido cargado de piezas de metal para multiplicar el daño al estallar. Algunas grabaciones subidas a Internet muestran el impacto de la metralla en las extremidades de algunos de los heridos.
Decenas de líderes mundiales ofrecieron sus condolencias a las familias de las víctimas. Autoridades en varios países de la Unión Europea guardaron un minuto de silencio y las banderas de las instituciones ondearon a media asta.
"Muchos inocentes y hermosos jóvenes, viviendo y disfrutando de la vida, asesinados”, señaló el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, desde Cisjordania.
Trump, expresó su "absoluta solidaridad" con los británicos y dijo que desde ahora llamará a los terroristas "malvados perdedores de la vida, no monstruos, porque quizás eso les gustaría".
El mandatario estadounidense dijo que espera poder reunirse con May mañana miércoles en la cumbre de líderes de la OTAN en Bruselas o a finales de semana en la que celebrarán los gobernantes del G7 en Sicilia (Italia).
(Con información de agencias, la TV británica y The Washington Post)