Maykel González Medina, su esposa Linet Lucia Medina Guevara y el pequeño hijo de ambos, fueron brutalmente asesinados esta semana en Matanzas. La familia, natural del poblado de Cidra en el municipio Unión de Reyes, llevaba años viviendo en la localidad El Resplandor, cerca de la textilera EddioTeijeiro, conocida como Bellotex.
Varias publicaciones en redes sociales de personas cercanas al matrimonio confirmaron el asesinato múltiple ocurrido el pasado miércoles. El blog La otra versión -afín al Gobierno- informó sobre lo sucedido y dijo que el responsable fue atrapado pocas horas después de conocerse el crimen.
“Desde el primer minuto en que se conoció la noticia la policía local desplegó los protocolos operativos establecidos para este tipo de casos a fin de aclarar lo sucedido pudiendo atrapar al asesino en pocas horas”, recoge la nota, sin ofrecer más detalles.
Tras las múltiples denuncias en redes sociales el periodista oficialista José Miguel Solís, citando fuentes del Ministerio del Interior (MININT), informó que el presunto asesino fue detenido en Playa Jibacoa, provincia de Mayabeque, cuando intentaba abandonar el país.
Un vecino de la víctima confirmó a Martí Noticias lo sucedido y aseguró que el pueblo de Cidra estaba conmocionado tras la noticia. “La madre de Maykel está destrozada, el hombre que lo mató era amigo de él desde hace años. Esta semana lo vieron en la calle como si nada después de lo que hizo”.
Otra vecina de la pareja explicó al medio independiente Cubanet que el asesino era dueño de un taller de mecánica. El cuerpo del joven fue encontrado en la fosa aledaña al negocio del atacante.
“Era militar. Estaba de reserva de las FAR, pero actualmente tenía un taller mecánico que fue donde mató a Maykel”, dijo, y señaló que “la reconstrucción de los hechos apunta a que primero mató a Maykel y luego fue hasta la casa de él, por el dinero que tenía guardado. Ahí encontró a Lianet y al niño, y los asesinó también”.
Maykel, quien también trabajaba de mecánico, estaba casado con Linet desde hace años. A la joven le sobrevive otra hija menor de edad que no se encontraba en la vivienda en el momento del crimen.
“La mamá de Maykel llevaba días llamándolos y no le contestaban, por eso fue a la casa a ver qué estaba pasando”, dijo la fuente consultada por Martí Noticias. “Ahí se encontraron con esa tragedia tan grande. Es horrible”.
En Facebook, decenas de vecinos y amistades de las víctimas han denunciado lo ocurrido. “Siempre te recordaré como un muchacho luchador que se enfrentó a cosas terribles y siguió sonriendo y batallando en esta vida. Vuela muy alto”, escribió Yary Linares, una amiga del joven.
“Desde anoche el pueblo de Cidra está de luto por el horrendo crimen de estas tres personas que fueron asesinadas por un inescrupulosos a machetazos en su residencia. En Paz descanse Maykel y familia, mi más sentido pésame para sus padres Pastor y Rosario”, comentó Rosa Amelia Quintana.
Los índices de criminalidad en Cuba se han disparado drásticamente en medio de una de las peores crisis económicas que ha vivido el país en las últimas décadas.
Organizaciones de la sociedad civil advierten sobre la oleada de violencia en la isla. El Observatorio de Género Alas Tensas (OGAT), en conjunto con la plataforma Yo Sí Te creo en Cuba, han registrado al menos 28 feminicidios en lo que va de año.
En declaraciones a Martí Noticias Yaxys Cires, director de Estrategias del Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) consideró que “el aumento de la violencia se debe principalmente a causas más profundas y sistémicas, relacionadas, por ejemplo, con el sistema educativo comunista en el que ha primado el adoctrinamiento y no el cultivo de valores; con el ataque constante a la familia como institución; y con un sistema político que ha visto al discrepante como un "gusano" al cual hay que destruir, marginar, incluso empleando la violencia extrema”.
De hecho, según el más reciente informe de la organización, la inseguridad es el séptimo problema social en el país. “Esa preocupación aumentó del año 2021 al 2022”, puntualizó Cires.
“Reproducir la violencia en un contexto violento, probablemente sea más natural que rechazarla. Cuba vive una tremenda crisis económica-de décadas de antigüedad, solo que a ratos se híper agudiza- que inevitablemente trasciende a lo social por lo tantísimo que ha durado. En Cuba la crisis económica se volvió un modus vivendi, y lo social se encuentra permeado de carencias, y múltiples formas de palearlas. En ese contexto de pobreza normalizada, aquella relación de pobreza-violencia cobra triste vigencia, y en esos momentos de híper agudización de la crisis económica, la violencia intenta seguir la tendencia de extremos”, apuntó por su parte el exjuez anticorrupción Frank Ajete Pidorych.