El máximo tribunal de Panamá ordenó el lunes la detención preventiva del expresidente del país, Ricardo Martinelli, acusado de haber espiado de manera ilegal a más de 150 personas durante su mandato utilizando recursos del Estado.
La decisión de la Suprema Corte, conformada por nueve magistrados, fue anunciada tras más de cuatro horas de deliberaciones y ocurre una semana después de que el expresidente fuera declarado "en rebeldía" por no comparecer a una audiencia a la que había sido citado el 11 de diciembre.
Martinelli, un magnate del negocio de supermercados que gobernó el país centroamericano entre el 2009 y el 2014, es investigado además por otros delitos como malversación de fondos públicos, cobro de sobornos y venta de indultos.
El ex Jefe de Estado se ha declarado inocente de todas las acusaciones y denuncia una persecución política por parte de su antiguo amigo y aliado electoral Juan Carlos Varela, actual mandatario de Panamá.
Tras conocerse la orden, el empresario respondió a través de su cuenta de Twitter, @rmartinelli: "Round 1 de juicio político: sin estar en expediente, sin imputación, sin debida notificación y sin condena se ordena detención provisional".
Según la acusación del magistrado Harry Díaz, las actividades de espionaje político dirigidas por Martinelli "implicaron una violación constante y sistemática a la intimidad y derechos humanos de los panameños" a través de un plan de intervención de las comunicaciones ejecutado con fondos públicos entre el 2012 y el 2014.
Díaz anticipó que solicitará una condena de hasta 21 años de prisión por este caso: 4 por el delito de intercepción de llamadas sin orden judicial; 4 por seguimiento, vigilancia y persecución; 10 por peculado, sustracción o malversación; y 3 años por un agravante de peculado de uso.
En octubre, la Fiscalía pidió ubicar al exmandatario de 63 años a través de una alerta azul de Interpol. Sus publicaciones personales en Twitter indican que reside en Miami, Estados Unidos, desde que salió de Panamá en enero.