El científico Ariel Ruiz Urquiola acusó públicamente al gobierno cubano de haberle inoculado el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) mientras estuvo el año pasado en la sala de reclusos del Hospital Abel Santamaría, en Pinar del Río.
Dos organizaciones no gubernamentales de Europa, donde ahora se encuentra el biólogo cubano, le pedirán a la Organización de Naciones Unidas y a la Unión Europea que demanden al régimen de La Habana.
Por órdenes del reglamento oficial, cuando un condenado entra en una cárcel o prisión de Cuba debe ser sometido a un test de VIH, y “obviamente el mío fue negativo”, le dijo el científico el jueves a la periodista de Radio Martí Yolanda Huerga.
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“La infestación ocurrió del día 9 al día 10 de mi huelga de hambre, cuando se me impone por el jefe del servicio de medicina interna del Hospital Abel Santamaría una inyección de glucosa concentrada”, asegura Ariel Ruiz Urquiola desde Frankfurt, Alemania, donde hizo pública la denuncia.
“Pudo haber sido en ese momento, y pudo haber sido en el momento en que pasara a la sala de cuidados de recuperación, evidentemente para extranjeros; ahí un médico ordenó cambiarme los sueros fisiológicos que yo tenía puestos a un suero Ringer”, le explicó Ariel Ruiz Urquiola a Huerga.
De acuerdo con información disponible en internet, un suero Ringer, o Lactato de Ringer, se utiliza para tratar la deshidratación severa y el rellenado vascular en casos de traumatismo, cirugía o anestesia.
El 8 de mayo de 2018, Ruiz Urquiola fue condenado a cumplir un año de prisión por el delito de “desacato”, después que usara la expresión “guardia rural” para referirse a guardias forestales subordinados al Ministerio del Interior.
Sin identificarse, los guardias habían entrado el 3 de mayo a inspeccionar la finca de Viñales donde el científico iniciaba un proyecto agroecológico de conservación de especies. Pese a tener todos los documentos en regla, lo citaron a comparecer al día siguiente en la estación de Policía de Viñales, donde lo detuvieron.
El sábado, 16 de junio, inició una huelga de hambre y sed, según informó entonces a Radio Martí su hermana, Omara Ruiz Urquiola, a raíz de que la madre y un amigo de la familia lo visitaran en prisión.
Antes, el biólogo había sido expulsado de la Universidad de La Habana por denunciar en un encuentro académico en Estados Unidos, en 2008, que el gobierno cubano permitía la pesca indiscriminada de tortugas marinas en peligro de extinción.
Para documentar su denuncia, Ruiz Urquiola se sometió a exámenes médicos en Alemania y Suiza. Dos organizaciones no gubernamentales, la Sociedad Internacional para los Derechos Humanos, y Lesbianas y Gays en la Unión, usarán los resultados en sus solicitudes a la Unión Europea y a la ONU de que demanden al gobierno cubano.