“Cuba y las ligas mayores tienen que buscar una solución realista ahora. Lo he conversado en las oficinas de la MLB en Nueva York”, dijo a la cadena ESPN el hijo del ex gobernante cubano y vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol.
“Cuba tiene que romper la inercia, tiene que hacer algo”, dijo un impaciente Antonio Castro Soto del Valle, durante una entrevista que concedió en septiembre pasado sobre Cuba y el béisbol a la periodista Paula Lavigne, enviada a La Habana de la cadena deportiva estadounidense ESPN.
(Una versión en video circuló en la prensa y las redes sociales. Ahora, una versión escrita con declaraciones inéditas fue publicada por la web de ESPN y aparecerá a mediados de mes en una edición --dedicada a la isla-- de la revista de la corporación).
En la entrevista, el hijo mediático de Fidel Castro –desde 2009 vicepresidente de la Federación Internacional de Béisbol—expresa sus deseos de resolver el círculo vicioso que afecta en Cuba al deporte nacional, desangrado por las deserciones de atletas que huyen al extranjero buscando mejores horizontes profesionales y económicos, y que luego no pueden --por decisión política del gobierno de su padre, continuada por su tío-- volver a jugar por los colores patrios.
Durante su charla en el Hotel Nacional, Castro reveló a Lavigne que ha abordado estos temas en las oficinas de las Ligas Mayores de Béisbol en Nueva York, y abogó por que Cuba y los directivos de las Ligas Mayores se sienten a buscar una solución realista al problema. A su juicio, debería ser lo más pronto posible:
“Creo que tenemos que buscarle una solución a esto ahora. Los aficionados no tienen por qué no poder ver jugar a sus peloteros aquí, ni hay razón para que estos vayan a jugar en otras ligas y luego no puedan volver a jugar con el equipo nacional cubano. Nuestros peloteros, que se formaron aquí, se ganaron el derecho de ir a jugar en otras ligas y medir fuerzas a un nivel superior. Deben poder hacerlo --sin miedo-- y volver a jugar con la selección nacional. Y luego, de una u otra forma, también jugar en las ligas cubanas. Así nadie perdería. Ellos no tienen por qué ser separados de sus familias, de sus amigos”.
El especialista en ortopedia, que ha sido médico de la selección cubana, lamentó que la única vía para que un cubano pueda jugar en las ligas de Estados Unidos sea fijar su residencia en un tercer país, debido a las regulaciones del embargo. ”Lo quieran o no, tienen que convertirse en desertores, porque allá dicen que el dinero que gane un pelotero puede beneficiar a La Habana".
Preguntado acerca de si, en caso de negociar una solución, se impodría algún requisito que obligara a los peloteros cubanos activos en ligas extranjeras a entregar parte de sus ingresos al gobierno de Cuba, “Tony” Castro dijo esperar que en el futuro todo el dinero sea para los deportistas. “Que ellos decidan lo que quieren hacer
con su dinero. No creo que eso sea un problema”.
El entrevistado restó importancia al impacto que tendría en el régimen comunista cubano la presencia de deportistas nacionales millonarios: “Si viene un jugador con sus millones todo el mundo le va a mostrar su afecto, porque lo más importante para el pueblo cubano, para los fanáticos cubanos, no son los millones, sino ver jugar a sus muchachos al más alto nivel”.
La enviada de ESPN le preguntó por ultimo qué significaría para los cubanos ver a compatriotas que han triunfado en las Grandes Ligas como Yasiel Puig y Yoenis Céspedes jugando por Cuba en un Clásico Mundial.
“Si usted camina por las calles y le pregunta a la gente, seguramente le dirán que ése es su sueño. Anhelan ver a estos peloteros jugando con el equipo nacional”.
(Una versión en video circuló en la prensa y las redes sociales. Ahora, una versión escrita con declaraciones inéditas fue publicada por la web de ESPN y aparecerá a mediados de mes en una edición --dedicada a la isla-- de la revista de la corporación).
Durante su charla en el Hotel Nacional, Castro reveló a Lavigne que ha abordado estos temas en las oficinas de las Ligas Mayores de Béisbol en Nueva York, y abogó por que Cuba y los directivos de las Ligas Mayores se sienten a buscar una solución realista al problema. A su juicio, debería ser lo más pronto posible:
El especialista en ortopedia, que ha sido médico de la selección cubana, lamentó que la única vía para que un cubano pueda jugar en las ligas de Estados Unidos sea fijar su residencia en un tercer país, debido a las regulaciones del embargo. ”Lo quieran o no, tienen que convertirse en desertores, porque allá dicen que el dinero que gane un pelotero puede beneficiar a La Habana".
Preguntado acerca de si, en caso de negociar una solución, se impodría algún requisito que obligara a los peloteros cubanos activos en ligas extranjeras a entregar parte de sus ingresos al gobierno de Cuba, “Tony” Castro dijo esperar que en el futuro todo el dinero sea para los deportistas. “Que ellos decidan lo que quieren hacer
El entrevistado restó importancia al impacto que tendría en el régimen comunista cubano la presencia de deportistas nacionales millonarios: “Si viene un jugador con sus millones todo el mundo le va a mostrar su afecto, porque lo más importante para el pueblo cubano, para los fanáticos cubanos, no son los millones, sino ver jugar a sus muchachos al más alto nivel”.
La enviada de ESPN le preguntó por ultimo qué significaría para los cubanos ver a compatriotas que han triunfado en las Grandes Ligas como Yasiel Puig y Yoenis Céspedes jugando por Cuba en un Clásico Mundial.
“Si usted camina por las calles y le pregunta a la gente, seguramente le dirán que ése es su sueño. Anhelan ver a estos peloteros jugando con el equipo nacional”.