Amnistía Internacional denuncia flagelación a prisionero de conciencia en Irán

Peyman Mirzazadeh, cantante kurdo sometido a torturas en Irán

El cantante de origen kurdo, Peyman Mirzazadeh, condenado a dos años de prisión el pasado mes de junio en Irán, recibió 100 latigazos al llegar a la sucursal 4 del Departamento de Ejecución de la Prisión Central de Orumiyeh, a donde fue trasladado para cumplir la sentencia por los delitos de “ingerir alcohol, cantar canciones revolucionarias en apoyo a las guerrillas kurdas y proferir insultos a los símbolos sagrados del islam”.

Tras sufrir el castigo físico, Mirzazadeh quedó en precario estado, con “piernas y espaldas muy inflamadas y maltrechas, un dolor atroz y sangrando abundantemente”, no obstante, poco después logró escribir una carta en la que anuncia su decisión de declararse en huelga de hambre en señal de protesta por la brutalidad de la sanción, según informa la publicación Kurdistán Human Rights Network.

Por su parte, Philip Luther, director de Investigación y Trabajo de Incidencia para Oriente Medio y Norte de África de Amnistía Internacional, ha lanzado fuertes declaraciones denunciado la precaria situación del cantante:

“Es horroroso que Peyman Mirzazadeh haya sido sometido a un castigo tan indescriptiblemente cruel. Su flagelación pone de relieve la inhumanidad de un sistema de justicia que legaliza la brutalidad. Peyman Mirzazadeh es un preso de conciencia recluido sólo por ejercer su libertad de expresión y las autoridades iraníes deben ponerlo en libertad inmediatamente”.

Nada puede justificar –continúa Luther- la flagelación, que equivale a tortura y, por tanto, es un crimen previsto en el derecho internacional. Como parte del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Irán está legalmente obligado a abolir esa práctica, así como otras formas de castigo corporal como las amputaciones y la ceguera”.

Según el informe de Amnistía Internacional, Peyman Mirzazadeh fue condenado anteriormente, en diciembre de 2017, a seis meses de prisión bajo cargos de “difundir propaganda contra el sistema” cantando canciones en apoyo a grupos de la oposición.