Erika Guevara-Rosas, representante de Amnistía Internacional en América Latina, dijo a Radio Martí que el 15N fue “una jornada exitosa” en Cuba porque se ve “el miedo” que tiene el gobierno, y cada vez más el mundo se percata de lo que ocurre en Cuba.
“A mi me gustaría destacar que fue una jornada exitosa porque a pesar de que las personas no pudieron tomarse las calles, este miedo que tiene el gobierno frente a cualquier expresión ciudadana no deja más que una claridad, y es que hoy día el gobierno se siente amenazado por las expresiones ciudadanas que buscan ejercer derechos humanos y cada día más el gobierno cubano, el régimen, se expone mayormente al escrutinio internacional, a la mirada de la comunidad internacional”, afirmó Guevara-Rosas.
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También comentó que “hay que celebrar la valentía” de la gente que intentó organizar las marchas y manifestarse de forma abierta y pacífica.
La jurista dijo que Cuba estuvo “prácticamente militarizada” el lunes y calificó de “muy lamentable” el esfuerzo constante del régimen de suprimir cualquier tipo de protesta política en el país.
Además, Amnistía ve con “gran preocupación” la existencia de presos de conciencia en la isla. “En Cuba, cientos de personas continúan presas y son presas de conciencia, simplemente por haber ejercido sus derechos”.
Acerca de las largas condenas impuestas a los manifestantes del 11 de julio (de hasta 30 años de privación de libertad), opinó que “se trata de un castigo intencional por haber ejercido derechos”.
“En Cuba no existe la proporcionalidad del uso de la fuerza por parte de las autoridades judiciales o el ejército. Esto lo sabemos”, comentó Guevara-Rosas.
En ese contexto, explicó que ha visto en los últimos años cómo se ha usado el sistema de justicia en Cuba para criminalizar y acallar las voces de protesta, las voces críticas que vienen desde el propio pueblo cubano.
Es “una desproporcionalidad” del uso del tema judicial, dijo ella. “Hay penas desproporcionales a actos que podrían constituir faltas administrativas”, explicó.
“Y eso en el argot de Amnistía se llama claramente una persona presa de conciencia. Son personas presas de conciencia que han sido encarceladas para castigarles y para mandar un mensaje aterrador a la población de que protestar en Cuba es un delito”, advirtió Erika Guevara-Rosas.