Amnistía Internacional (AI) hizo este jueves un llamado a los Estados que participan en VIII Cumbre de las Américas, para que en la declaración final del evento se incluyan compromisos firmes para garantizar la protección de los derechos humanos de todas las personas sin distinción.
La organización saludó la celebración de la Cumbre, “como un espacio regional que promueve el diálogo entre los diversos Estados del continente americano”, al tiempo que llamó a priorizar los derechos humanos para el abordaje integral del tema central del encuentro: “Gobernabilidad Democrática frente a la Corrupción”.
En una carta abierta a los Jefes de Estado presentes en la VIII Cumbre de Las Américas, AI destaca que “en el hemisferio americano continúan latentes importantes brechas sociales, económicas, y de participación; con fuertes retos en materia de acceso a la justicia, impunidad, goce y disfrute de derechos humanos para las mayorías”.
“La discriminación y la desigualdad siguen estando presentes en el continente, exacerbadas por los estragos causados por los altos niveles de violencia: oleadas de homicidios, desapariciones forzadas y detenciones arbitrarias”, expresa el texto.
En las cinco páginas de su carta, AI resume la situación del hemisferio de la que no escapa ningún país.
“Honduras continúa siendo el país más peligroso de la región para quienes defienden los derechos humanos”, subraya AI, que denuncia igualmente, el encarcelamiento del preso de conciencia cubano Eduardo Cardet Concepción, presidente del Movimiento Cristiano Liberación y el acoso sistemático a las Damas de Blanco.
“En Cuba, un gran número de defensores y defensoras de los derechos humanos y activistas políticos continúan sufriendo hostigamiento, intimidación, despidos indebidos de empleos estatales y detenciones arbitrarias, conel fin de silenciar las críticas. La censura, tanto dentro como fuera de Internet, sigue vigente”, afirma la carta.
AI destaca que en Venezuela “se vive la peor crisis de derechos humanos en su historia” al tiempo que denuncia, la retórica de agresión contra voces disidentes del gobierno de Nicolás Maduro, la cual “es utilizada para justificar graves violaciones a los derechos humanos, tales como detenciones arbitrarias, ataques contra civiles y torturas y otros malos tratos, en medio de una crisis humanitaria que afecta a la población en general”.
“Además de la crisis de personas refugiadas que sufre Centroamérica, la organización no puede dejar de resaltar la situación en Venezuela, que ha provocado un aumento significativo del número de personas refugiadas", afirma AI y agrega que “este aumento no se entiende sin dimensionar la crisis de derechos humanos por la que pasa este país”.
(Escrito por Pablo Alfonso, con información de Amnistía Internacional)