Camilo Ochoa trabajaba como barbero en el barrio El Condado, en Santa Clara, en el centro de Cuba. Como la mayoría de sus vecinos era un hombre pobre, con ganas de salir del país y prosperar económicamente. Fue por eso que cuando una joven le ofreció una considerable suma de dinero por un contrato de un año peleando en Rusia no lo dudó dos veces y se marchó a Moscú el año pasado.
Cuando faltaba menos de un mes para terminar su contrato, una bomba acabó con su vida y la de otros nueve cubanos al servicio del Kremlin, dijo a Martí Noticias desde Santa Clara su hermana, Bárbara Ochoa.
"No sabemos prácticamente nada de él. Nuestra hermana, que está en Rusia está haciendo todos los trámites. Le faltaba un mes para terminar su contrato en la guerra", dijo la hermana.
Camilo Ochoa tenía 34 años.
“Más que mi amigo, él era mi hermano, un chamaco que tenía, como todo el que vive en Cuba, mucha necesidad. Quería sacar adelante a sus dos hijas, a su madre y a su mujer”, añadió.
Camilo Ochoa en Santa Clara, antes de irse como mercenario a Rusia.
A Ochoa lo sobreviven su madre y dos hijas, una hija de 12 años y otra de tres.
Su esposa, que se identifica en redes sociales como Yamarys Yaray, dijo a Martí Noticias que no tenía confirmación oficial de la muerte de Ochoa y declinó hacer más declaraciones a la prensa.
“Si Dios decidió o no decidió quitarle la vida a Camilo, no lo sé, porque oficialmente no tengo nada dado, y no tengo por qué darle información oficial a nadie”, dijo antes de colgar una breve llamada de Martí Noticias.
Vecinos de Ochoa dijeron que él se había llevado a su esposa a Rusia durante meses y que ella regresó con el objetivo de comprar una casa en Santa Clara, cuando recibió la noticia de la muerte de su marido.
“Ni siquiera le van a devolver el cuerpo. Ella llamó a la Embajada de Rusia en Cuba y ahí le dijeron que van a hacerle una misa en Rusia y le recogerán algo de dinero. La esposa va a regresar a Rusia y no sabe cómo enfrentar esa realidad”, dijo una vecina que pidió no ser identificada.
Contactada por Martí Noticias sobre este caso en particular, la Embajada de Rusia en Cuba explicó que los asuntos relacionados con cubanos en el extranjero deben tramitarse a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba. Este último no estuvo inmediatamente disponible para comentarios.
"No vayan a pelear por una guerra que no es suya"
Eugenio Martínez, amigo de la infancia de Ochoa, aseguró que la esposa del fallecido está en negación de lo que sucedió.
Martínez envió un mensaje a los jóvenes cubanos: “Al oír la noticia de su muerte, yo creo que [es importante] para mí como hombre, como persona, [decirle a los cubanos que] no vaya nadie a Rusia a luchar, porque si no luchas por tu país, para qué vas a ir a luchar por otro”.
Como muchos cubanos, Camilo Ochoa, se fue a la guerra de Rusia contra Ucrania siguiendo las promesas de Putin.
Martínez lamentó no conocer a un solo cubano que haya regresado de Rusia con vida tras pelear en la guerra contra Ucrania. “Nunca logras tu sueño de regresar con dinero de la guerra. A todos los que conozco, que son muchos, los han matado poco antes de que termine su contrato”, añadió.
Cuba, aliada de Rusia en su guerra contra Ucrania
Vladímir Putin lanzó una invasión a gran escala contra Ucrania el 24 de febrero de 2022, tensando las relaciones entre occidente y Rusia. EEUU y Europa se alinearon a favor de Ucrania y establecieron duras sanciones a Rusia a la vez que proporcionan armas y suministros al ejército ucraniano.
Cuba, aliada de Rusia, ha evitado condenar directamente la invasión y los medios oficiales en la isla, los únicos permitidos, repiten sin cesar la propaganda del Kremlin, pintando la guerra como una acción “desnazificadora” y justa.
Un hombre que no quiso ser identificado muestra una foto sin fecha del cubano Maykel Estrada con un rifle de asalto en un campo de entrenamiento en Ryazan, Rusia. 19 de septiembre de 2023. REUTERS/Alexandre menegini
La presencia de mercenarios cubanos del lado ruso del frente comenzó a reportarse tras la visita de importantes oficiales de Moscú a La Habana, que desesperada por la crisis económica que azota la isla ha coqueteado con una alianza más cercana a la autoritaria Rusia. El gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, visitó Moscú el pasado 9 de mayo y le deseó éxitos a Putin en su guerra contra Ucrania.
De acuerdo con los contratos que se han filtrado a la prensa, a los mercenarios extranjeros les prometen salarios cercanos a los 2,000 dólares al mes y la ciudadanía tras cinco meses de combate.
Ucrania se ha quejado por el reclutamiento de mercenarios de Cuba, República Centroafricana, Serbia, Nepal y Siria y ha presentado a soldados capturados por sus fuerzas en el este del país.
Marilin Vinent muestra una foto de su hijo Dannys Castillo vestido con uniforme militar. REUTERS/Alexandre Meneghini
Falsas promesas de Moscú
Muchos se quejan de la falsedad de estas promesas.
“A mi amigo le ofrecieron un millón de rublos [11,000 dólares] al final de su contrato. La verdad es que él, como otros muchos cubanos, nunca llegan al final porque los matan antes. Los usan como carne de cañón y los ponen en la primera línea”, dijo Martínez.
El régimen de Miguel Díaz-Canel reaccionó indignado en septiembre de 2023 tras las denuncias en la prensa independiente del reclutamiento masivo de mercenarios cubanos por parte de Rusia. Prometió una investigación e hizo algunos arrestos.
Lee también “Todo es un engaño": Cubano viajó a Rusia para trabajar en la construcción y terminó en la guerra contra UcraniaCon el pasar de los meses, Moscú y La Habana siguieron estrechando sus relaciones y los detenidos por sospecha de mercenarios fueron liberados sin mayores consecuencias mientras que los reclutamientos continuaron.
“La miseria, el hambre y el trabajo que se está pasando en Cuba es lo que mueve a los cubanos a meterse en una guerra que no es la suya”, dijo Martínez, quien calcula que sólo del centro de Cuba se fueron a la invasión miles de jóvenes tras las promesas de dinero ruso.
No hay información oficial sobre cuántos cubanos han muerto en la guerra de Putin contra Ucrania.
“Lo único que yo deseo es que Cuba vuelva a ser libre, que tenga alimentos y tenga corriente. Yo no deseo más nada que eso. Y que nadie más vuelva a pasar por lo que pasó mi hermano Camilo”, dijo Martínez, que se emociona al recordar a su amigo de la infancia, al que no volverá a abrazar.