La Seguridad del Estado amenazó al opositor Zaqueo Báez Guerrero, vicecoordinador de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) con abrirle un proceso penal por los delitos de sedición e instigación a delinquir.
"En el día 28 de marzo de 2022 fui detenido, arbitrariamente, por dos represores de la policía política en la puerta de mi vivienda en Calabazar, La Habana, y llevado en una patrulla a la unidad de la PNR de Santiago de las Vegas en el municipio Boyeros", expuso Báez, tras ser liberado, a Radio Televisión Martí.
El activista denunció que fue interrogado en la estación policial, donde un instructor del cuartel general de la policía política conocido como Villa Marista, trató de hacerle firmar un acta de advertencia en la que se le acusaba de ser "proclive" a cometer delitos de sedición e incitación a delinquir.
“Por supuesto, no estuve de acuerdo y no firmé. Le pregunté al instructor que cuál era la causa principal por la que ellos podían tomar esa medida conmigo. Me contestó que ellos saben lo que yo soy”.
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Yolanda Huerga entrevistó a Zaqueo Báez
“Bueno, lo que yo soy es un defensor de la libertad, la democracia del pueblo de Cuba y exijo el cese de los maltratos, los abusos, los atropellos dentro de las prisiones, por ejemplo, los cometidos con nuestro líder José Daniel Ferrer”.
José Daniel Ferrer, está encarcelado desde el 11 de julio de 2021, en la prisión Mar Verde de Santiago de Cuba, bajo un régimen de mayor rigor.
Lee también Arrestan al opositor Zaqueo BáezDe acuerdo al testimonio de Báez, los agentes del régimen le dijeron que solo por el hecho de ser opositor y activista de derechos humanos podría incurrir en esos delitos.
“Estuve detenido desde las 12 y 30 del mediodía hasta las 9 y media de la noche aproximadamente”, señaló el también coordinador de la UNPACU en la capital cubana.
“Somos activistas, no estamos delinquiendo, pero, sin duda, la dictadura Castro Canelista intenta fabricarnos falsos delitos para llevarnos a prisión”.
En su informe anual, presentado este lunes, Amnistía Internacional denunció que los opositores cubanos viven bajo “vigilancia física" frente a sus domicilios y, en caso de ser detenidos, son sometidos a “incomunicación” y “malos tratos".