Alimentar a la población, reto enorme en las adversas condiciones del campesinado cubano

Un campesino vigila las vacas en una finca a las afueras de La Habana. (AP/Ramón Espinosa)

Aún cuando el latifundio estatal cuenta con más del 75 por ciento de las tierras cultivables del país, los campesinos cubanos siguen cargando con una buena parte de la responsabilidad de la alimentación de la población.

Cifras oficiales apuntan que solo el 25 por ciento de las tierras productivas están en manos de propietarios privados luego de 60 años de haberse implementado la Ley de Reforma Agraria.

“Sin embargo, los productores privados producimos entre el 30 y el 75 por ciento de los alimentos agrícolas que se cosechan en Cuba y el Estado solo produce entre el 25 y el 30 por ciento de esos alimentos lo que demuestra que el sistema estatal no funciona”, dijo a Radio Televisión Martí el campesino independiente Emiliano González, desde el Horno de Guisa, en la provincia Granma, a propósito de la celebración del día del campesinado cubano y de la reforma agraria este 17 de mayo.

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Las necesidades de los campesinos cubanos


Productores privados independientes cubanos han recalcado que después de seis décadas de fracasos estatales y a las puertas de una catástrofe nacional, mantener el bloqueo interno es un crimen y una colosal estupidez.

“Nosotros, los campesinos cubanos, tenemos un reto muy grande: tratar de garantizar la alimentación de la población cubana bajo unas condiciones muy adversas", comentó el agricultor.

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Entre las mayores necesidades del campesinado González menciona: acceder "crédito con amortizaciones con bajos intereses, acceso a importaciones del exterior sin interferencia del Estado, utilización de semilla de última generación, poder obtener bienes y servicios utilizando los sistemas de tiendas mayoristas y la eliminación de las trabas burocráticas que hacen que el cobro de las producciones agropecuarias vendidas al Estado se extienda en el tiempo y no se puedan utilizar rápidamente para nuevas inversiones y que el Gobierno elimine el sistema de control utilizando la Asociación Nacional de Agricultores Pequeños y las cooperativas bajo su control que en realidad son un freno al desarrollo agrícola y a la producción de alimentos”.

Finalmente, el campesino granmense ironizó con la propaganda oficialista que divulga constantemente noticias que aseguran que los mercados y la población están plenamente abastecidos de productos agrícolas: “Donde único hay qué comer en Cuba es en el noticiero de televisión".