El Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania está tratando de tener acceso al cubano Luis Frómeta Compte, residente en Dresde, con ciudadanía alemana, arrestado desde julio de 2021 tras filmar una manifestación contra el gobierno durante sus vacaciones en Cuba.
“La embajada alemana en La Habana está a cargo del caso y está en contacto estrecho con las autoridades cubanas, el abogado y los familiares de la persona en cuestión”, dijo el ministerio.
La información oficial desde Alemania indica que “están realizando esfuerzos intensivos para ganar acceso consular" para el prisionero, quien vive en Alemania desde 1985.
Frómeta Compte es uno de los manifestantes de La Güinera, Arroyo Naranjo, donde fue testigo del asesinato de Diubis Laurencio Tejeda, la única víctima fatal de la represión, que ha sido reconocida hasta el momento, explicó meses atrás la activista cubana de Justicia11, Salomé García Bacallao.
Lee también Cubano con ciudadanía alemana fue condenado a 25 años por filmar las protestas y está sin atención consular (VIDEO)La Sociedad Internacional de Derechos Humanos (SIDH) ha denunciado el caso de Frómeta Compte: "Su familia recibió recientemente el veredicto oficial fechado el 23 de diciembre de 2021, en el que el hombre de 59 años fue condenado a 25 años de prisión por "incitar a la indecencia pública" e "incitar a disturbios".
El SIDH ha pedido apoyo al Parlamento Europeo para conseguir la liberación del cubano-alemán.
La semana pasada, Amnistía Internacional (AI) pidió a las autoridades cubanas que permita entrar en el país a la organización y otros observadores de los derechos humanos para dar seguimiento a los juicios en curso.
“En una serie de procedimientos y juicios injustos y opacos contra manifestantes en las últimas semanas, las autoridades cubanas han continuado su campaña de criminalización con el único fin de restablecer la cultura del miedo, quebrada en 2021 cuando la gente salió a la calle para expresarse”, dijo Erika Guevara Rosas, directora de Amnistía Internacional para las Américas.
“Como es habitual en Cuba, donde el poder judicial está firmemente sometido al control gubernamental, no hay transparencia en los procedimientos ni se permite asistir a los juicios a periodistas y observadores de derechos humanos independientes", agregó AI.