Atrincherados, como si fuera una película del Oeste, los integrantes de la Alba se encuentran reunidos en La Habana, último bastión del Socialismo del Siglo 21.
La excusa para la reunión de los cancilleres es analizar "ejes esenciales sobre el mecanismo integracionl que tiene entre sus objetivos imperecederos reforzar la unidad y capacidad de concertación regional". Pero en realidad es para apoyar a Nicolás Maduro.
La Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), nació por iniciativa de Hugo Chávez y Fidel Castro.
Muertos sus progenitores la criatura agoniza, pese a los esfuerzos de respiración artificial que Raúl Castro le insufla de tanto en tanto.
Ahora se trata de resucitar a uno de los miembros más connotados, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro, que solo se sostiene en sus pies, gracias al apoyo de la fuerza armada.
Los militares, en total goce de sus altos salarios, son dirigidos por el Ministro de Defensa Vladimir Padrino, quien juró amor eterno en La Habana a Fidel Castro, a los pies del mismo Comandante.
De ahí la efectividad de los ataques contra los manifestantes que quieren elecciones libres.
No importa lo que advirtió el Libertador Simón Bolívar: "Maldito sea el soldado que empuña sus armas contra el pueblo".
Maduro dejó atrás "el saperoco armado" y hoy se baña en el amor que le demuestran los componentes de la Alba, no tanto a su persona, como a los barriles de petróleo que aún envía, pese a la crisis y a costa del erario venezolano.
Raúl Castro ofició el acto de "Solidaridad con Venezuela" declarando que "Es la hora de la Unidad y la Esperanza" y a continuación "se ratificó el apoyo de los países de la región al pueblo de Chávez, que enfrenta maniobras desestabilizadoras de la derecha con apoyo internacional."
Bolivia, Nicaragua y el resto del Clan, parapeteados unos con otros, defendieron a Maduro y su sangrienta respuesta, a punta de balas y bombas lacrimógenas,.a las exigencias de libertad del pueblo venezolano .
El tic tac del Reloj del Tiempo sigue sonando, como sonó para Hugo Chávez y Fidel Castro.
¿Habrá otra reunión de la Alba?
Sinceramente tengo mis dudas.
ALBA y sus últimos estertores
Muertos sus progenitores la criatura agoniza, pese a los esfuerzos de respiración artificial que Raúl Castro le insufla de tanto en tanto.