La ciudad de Santiago de Cuba por estos días sufre de un alza en la epidemia del cólera en diferentes barriadas.
Una de las áreas de salud con mayor aporte de casos es el Policlínico López Peña y donde queda enclavada la localidad de Veguita de Galo y, por ende, diferentes escuelas primarias, secundarias y politécnicas, incluyendo el seminternado Julio Trigo.
"Hasta el sistema educacional, principalmente en las escuelas con comedores escolares, han llegado las enfermedades diarreicas agudas o cólera", así dijo Lourdes Fuentes, trabajadora de la Dirección Municipal de Educación en el municipio Santiago de Cuba.
Hasta la fecha, hay reportes de dos casos confirmados en el seminternado Julio Trigo del Distrito # 3 Antonio Maceo.
Desde el miércoles de la semana pasada, autoridades sanitarias cerraron la escuela primaria Julio Trigo López para desinfectar todas las áreas de la misma y tomar medidas pertinentes para que la epidemia no se generalice en otras áreas, pues en este centro estudian niños de diferentes repartos santiagueros con alta incidencia de casos como Vista Hermosa, Veguita de Galo, Altamira, Chicarrones, Flores, Versalles y Ciudamar.
María Borges, madre de una menor aseguró: "No mandaré a mi niña hasta que la epidemia no se erradique por completo. No estoy confiada que en estos días que ha estado cerrada la institución, verdaderamente se haya eliminado el cólera y más que los que asisten son niños pequeños".
En reunión con las Direcciones de Educación de la Provincia, especialistas de Salud e Higiene y Epidemiología, representantes gubernamentales y profesores aseguraron que "la situación que presenta la urbe es verdaderamente alarmante y en tres días tienen que erradicar la epidemia en la instalación por completo, aseguró Magda Hernández, profesora asistente al debate, donde los directivos dijeron que "si era preciso entre sábado y domingo sanearían el centro, pero que este lunes tenían que abrir sus puertas como de costumbre".
Una trabajadora de la institución educacional que prefirió el anonimato comentó que: "El intensivo en la escuela ha sido duro, tuvimos días en constante limpieza y clorando todas las áreas de la instalación, principalmente la cocina-comedor que debe tener mayor higiene, porque es donde se elaboran los alimentos para educandos y profesores y, aunque la escuela no tenía buena higiene en sus interiores, era necesario una limpieza general sin necesidad de casos de cólera".
Muchos son los informes de centros estudiantiles con sus áreas y alrededores sucios, así mismo sus interiores destruidos y con mala higiene, los baños aunque sanitarios ya están viejos y rotos y cuando muchos realizan sus necesidades fisiológicas, estos desechos pasan el piso y los niños caminando sobre estos remanentes sin medir el peligro existente.
Aunque las autoridades del sector ya han dado la normalidad en esta escuela, la negativa de padres por miedo a que sus hijos se infecten sigue vigente y a decir de muchos "la epidemia no se erradica en tres días, la escuela debería estar cerrada más de una semana".
Manuel Kindelán, padre de un niño de cuarto grado dijo: "Ya no es segura ni la escuela para nuestros hijos. La epidemia no tiene conciencia y cualquiera puede cogerla. Si la escuela no tiene buena higiene, mejor es cerrarla; pero no podemos permitir que nuestros niños se enfermen allí".
Lucía Sánchez, madre de un niño de sexto grado aseguró que "tampoco mandaría a su hijo, pues el cólera está acabando en la ciudad y aún las medidas que se están tomando no son las suficientes para erradicarla, y la comunicación en los medios dicen de enfermedades diarreicas agudas y no de cólera. ¿Qué provincia es ésta que no le dice la realidad a su pueblo?", preguntó.
Hasta este reporte no se conocían casos confirmados de niños con cólera en otras escuelas de la provincia desde el inicio de la epidemia, concluyó Reyna.
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