CARACAS (AP) - Seis años después de iniciar su primer mandato en medio de los sobresaltos que generó el fallecimiento de su antecesor y padre político Hugo Chávez, el mandatario Nicolás Maduro arranca el jueves su controvertido segundo sexenio con un panorama nada fácil, con una creciente presión internacional y una crisis sin precedentes que ha desatado una de las mayores migraciones de la región.
Maduro, un exchofer de autobús y dirigente sindical de 56 años, se jura hoy como presidente ante el Tribunal Supremo de Justicia en un hecho inédito y en abierto desafío a la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, que se negó a juramentarlo alegando que su reelección es ilegal y que le advierte que estaría usurpando el Poder Ejecutivo.
Con el rechazo de la mayoría de sus vecinos de la región y la Unión Europea que no reconocen su reelección, aunque con el apoyo de sus estrechos aliados como Rusia, China, Turquía, Irán, Cuba y Bolivia, el mandatario izquierdista deberá lidiar desde el primer día de su segundo sexenio con más cuestionamientos y presiones de la comunidad internacional.
Estados Unidos, la Unión Europea y el Grupo de Lima, que integran Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, Guyana y Santa Lucía, han sido firmes al rechazar este segundo mandato.
La Unión Europea (UE) y sus Estados miembros no estarán presentes en la investidura indicó hoy la portavoz de Exteriores comunitaria, Maja Kocijancic, en la rueda de prensa diaria de la Comisión Europea.
"Hemos dejado muy claro que las elecciones presidenciales no fueron libres ni justas", sentenció la funcionaria europea.
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Maduro rechaza que se lo catalogue como un dictador y desmerita los cuestionamientos que hacen los opositores y la comunidad internacional al proceso electoral del 20 de mayo en el que alcanzó la reelección.
“Tenemos una legitimidad poderosa, histórica, pero además tenemos una legitimidad concreta de votos", señaló en la víspera.
"Tenemos una democracia fuerte", sostuvo el mandatario y anunció que durante su segundo mandato se concentrará en "impulsar los cambios que le hace falta a Venezuela" para alcanzar la prosperidad económica, aunque no ofreció detalles.
Venezuela está sumida en una profunda crisis económica y social con una hiperinflación de siete dígitos y una fuerte recesión que se ha extendido por cuatro años consecutivos. Las dificultades económicas han desatado una masiva migración de venezolanos en la región que Naciones Unidas estima en unos 3,3 millones de personas.
A ese escenario adverso se suma la postura de mayor confrontación contra Maduro que emprendió a partir del 5 de enero la Asamblea Nacional, que se asume como "único poder legítimo electo" y que amenaza con iniciar este año un "proceso de transición" para renovar los "poderes usurpados" que podría incluir la presidencia, situación que presagia nuevas tensiones políticas.
Lee también Informe: Régimen de Maduro torturó a decenas de militares y a sus familiaresPero los analistas ven muy lejana la posibilidad de que la crisis venezolana pueda aplacarse o resolverse en los próximos años y prevén tiempos más difíciles en la nación petrolera.
La ONU proyectó que para este año cerca de dos millones de personas más podrían migrar de Venezuela e irse diferentes países de la región. Asimismo, el Fondo Monetario Internacional estima que en el 2019 la hiperinflación podría acelerarse y alcanzar 10.000.000 % y mantenerse la recesión económica.