Las autoridades cubanas reconocieron esta semana que el consumo y tráfico de drogas está aumentando en la isla caribeña, lo que supone un duro golpe para la nación comunista que durante décadas se ha enorgullecido de controlar el uso de narcóticos.
La droga llega de al menos 10 países y hay cultivos de marihuana en la mayor parte de las provincias (en al menos nueve incautaron plantas y semillas en lo que va de año). La Habana es el epicentro y la edad de consumo ha disminuido considerablemente en los últimos meses. De acuerdo a un estudio reciente, niños desde los 13 años están expuestos.
El consumo de estupefacientes actualmente afecta en mayor medida a los adolescentes de octavo y noveno grados, y los que cursan primer y segundo años de la Enseñanza Técnico-Profesional.
"Ya hay consumo, tenencia y expendio entre los jóvenes. Incluso, jóvenes entre 16 y 19 años se involucran como vendedores", dijo este miércoles el viceministro de Educación, Eugenio González Pérez, en el programa Mesa Redonda de la televisión estatal.
Las estadísticas coinciden con las ofrecidas en abril pasado por el director del Centro de Salud Mental en Centro Habana, Alejandro García Galceran. "Las primeras experiencias se encuentran entre los 13 y 14 años, a partir de los 17 y 20 pueden hacerse adictos, y a los 25 años hay un incremento", indicó el especialista.
La situación, detalló González Pérez, afecta en mayor medida a 71 municipios del país, donde unas 284 escuelas requieren atención diferenciada y más de 6 mil estudiantes se encuentran en situación de riesgo.
El consumo de psicofármacos con alcohol y marihuana entre los jóvenes de la isla ha experimentado una transición hacia el consumo y tenencia de la droga bautizada popularmente como “El Químico”, o "El Kímico", relacionada con el 47% de los casos registrados en lo que va de 2024. El aumento se dedebe fundamentalmente a que es una de las drogas más baratas y con los efectos más rápidos de las que se trafican en el país.
“Imaginemos que de una hoja gaceta, al tamaño de un carnet de identidad, esa dosis cuesta 12 000 pesos, y esa misma dosis se convierte en más de 100 dosis (del tamaño del fragmento de papel que arroja una ponchadora, con un valor de 250 pesos y de la cual pueden fumar hasta cuatro personas) para consumo, y cada hoja de papel tiene alrededor de seis u ocho porciones con esas proporciones", dijo el coronel Juan Carlos Poey Guerra, jefe del órgano antidroga del Ministerio del Interior (Minint).
"Es un negocio altamente lucrativo y que provoca una contaminación importante por el grado del efecto que puede tener la droga y la expansión de la misma”, agregó.
Recalos: más cocaína que marihuana
El incremento en recalos de cocaína, por encima de la usual marihuana, marcaron el primer semestre del año, según datos oficiales.
En su intervención sobre el control del tráfico de estupefacientes hacia la isla, Poey Guerra señaló que el período también se caracterizó por la recurrencia de operaciones dobles de "tráfico de personas y de drogas".
Según dijo, los cubanos radicados en el exterior fueron los que más intentaron entrar drogas, con el empleo de pasajeros, cargas y envíos postales.
Pero el cultivo nacional de marihuana ha ido también en aumento. Según cifras oficiales este año han detectado en Granma, Santiago de Cuba, Holguín, Las Tunas, Camagüey, Guantánamo, Ciego de Ávila, La Habana, Matanzas y el municipio especial Isla de la Juventud, donde se incautaron 38 696 plantas y 50 235 semillas.
"Todos los territorios tuvieron afectaciones, con mayor expresión de complejidad en La Habana, principal mercado para la articulación de estas actividades", apuntó el coronel.
La crisis económica en Cuba, la peor en décadas, ha estado acompañada de un considerable aumento de la delincuencia y un aumento del consumo de drogas. En medio de ese panorama cada vez es menos el personal especializado para tratar las adicciones.
"Hay municipios que no cuentan con psiquiatras o quienes atienden directamente el fenómeno de las adicciones", dijo el doctor Alejandro García, director del Centro de Salud Mental de Centro Habana.