Tras dos semanas en huelga de hambre, el activista Gustavo Colás Castillo abandonó este miércoles su protesta para reclamar el fin de su detención, que considera injusta e ilegal.
“Él ya decidió empezar a alimentarse porque llevaba 14 días. Estaba ya muy débil”, explicó a Martí Noticias su esposa, Laritza Oramas Esquivel.
Luego de un registro en su vivienda el pasado 4 de diciembre, en la localidad tunera de Amancio Rodríguez, Colás Castillo fue detenido en la Unidad Provincial de Instrucción Penal, acusado, inicialmente, de desacato y posteriormente de instigación a delinquir, presuntamente por sus publicaciones en redes sociales.
“Le hicieron un registro acá en la casa de nosotros, buscando material propagandístico, o documentos, cosa que lo pudieran incriminar mucho más. Como no encontraron, me dicen que lo van a detener por ‘desacato’ por las publicaciones que está haciendo, porque él había ofendido la imagen de un funcionario”, relató Oramas.
El Tribunal Provincial de Las Tunas ordenó prisión provisional para el activista.
“Lo pasaron para la cárcel El Típico, para una sección donde están los pendientes a juicio. A mi cuñado, que fue a verlo, le dijeron que no lo acusan por ‘desacato’, sino por ‘instigación a delinquir’. No sé si por los dos delitos”, indicó la mujer.
Las autoridades cubanas han implementado varias regulaciones que tipifican lo que consideran delitos cibernéticos que pueden estar sujetos a una acción penal, entre ellos, usar las redes para convocar a una marcha, criticar al gobierno o sus funcionarios, o pedir o incitar a un cambio de sistema.
Estas medidas han sido calificadas por abogados independientes y organizaciones de derechos humanos, como instrumentos para eliminar el disenso y el debate público.
La instructora del caso de Colás Castillo, de la que desconocemos el nombre, informó a la familia que podían nombrar a un abogado.
Gustavo Colás, conocido por El Guardián de la Patria debido a su constante estudio de la obra martiana, fue uno de los fundadores del Proyecto de Bibliotecas Independientes en Cuba en la década de los 90.
Dos días antes al arresto de Colás Castillo, el 2 de diciembre, fue detenido en similares circunstancias el activista Yoan Ricardo Llerena, tras practicar un registro en su casa situada en el Cerro de Caisimú, del municipio tunero Manatí.
En Las Tunas, al menos dos personas han sido encausadas en los últimos cuatro años por criticar a las autoridades: Yerli Luis Velázquez y Ezequiel Morales Carmenate.
Siete miembros de la organización Cuba Primero apresados entre marzo y abril de 2024, aún permanecen en prisión preventiva, inculpados por recibir financiamiento para hacer actos contra la Seguridad del Estado.