Los académicos cubanos Alina Bárbara López Hernández y René Fidel González García patentizaron en las redes sociales su rechazo a la violencia ejercida por las tropas especiales del régimen contra los manifestantes pacíficos que, en la tarde del 6 de mayo, salieron a las calles de Caimanera, en la oriental provincia de Guantánamo, al reclamo de “Patria y Vida” y “Libertad”.
López Hernández, residente en la ciudad de Matanzas, quien ha sido reprimida por sus opiniones y acciones pacíficas en favor de los prisioneros políticos, escribió:
“Condeno, como ciudadana e intelectual, los actos de represión, que he visto en vídeos, contra manifestantes pacíficos en Caimanera por parte de militares y paramilitares".
"No repitan lo ocurrido el 11J de 2021. Este es un año impar y se acerca el verano, pero el deterioro y la desesperación han traspasado todo límite y son mucho mayores. Los ojos de la ciudadanía y del mundo miran hacia Cuba”, publicó en su cuenta de Facebook.
El profesor y politólogo González García, también acosado por la policía política cubana, consideró el levantamiento popular en Caimanera como “un indicio muy intenso del grado de homogenización, apropiación y expansión social que han experimentado los valores y creencias que soportan las que deben ser identificadas como actitudes y distintas experiencias y prácticas de resistencia a contradicciones claves que no encuentran, en el diseño y funcionamiento del sistema político cubano, vías para su superación o solución”.
Estas opiniones fueron vertidas por el politólogo en una reflexión que, con el título de “Para entender una foto antigua”, escribiera a raíz de la protesta en Caimanera. En ella, González García apunta “la importancia de la singularidad de poblados pequeños en los estallidos sociales que se han producido en Cuba desde julio de 2021”.
“En comparación, los actos espontáneos de resistencia que de manera individual, grupal o masiva se producen en la sociedad cubana, la ruptura en ellos de diques y compartimentos inter generacionales, la fluida integración que se produce entre niños, adolescentes y adultos, o la tendencia a la auto organización política de individuos y grupos, junto al progresivo esbozo de la necesidad de estructuras que orienten y gestionen fines públicos cuyos contenidos programáticos sobrepasen en importancia las demandas inmediatas y coyunturales de la población, son un desafío mucho mayor en tanto encaran el problema real”, aseguró el académico.
Por su parte, la dictadura cubana, en un intento de minimizar el estallido social del 6 de mayo, además de ordenar la suspensión de los servicios de Internet, calificó los hechos como “un incidente sin importancia”, ocasionado por tres individuos que, en estado de embriaguez, “intentaron perturbar el orden y fueron rápidamente reducidos por la policía política a petición de los vecinos".
Hasta el momento, cinco manifestantes se encuentran detenidos tras ser arrestados por las fuerzas de la Seguridad del Estado.
Las opiniones de ambos académicos fueron publicadas también por el Observatorio de Libertad Académica (OLA).