La situación de Turbo, un puebo del Urabá antioqueño, donde viven 163.000 habitantes, la mayoría víctimas del conflicto armado en Colombia, está "a punto de salirse de control", por el creciente arribo de migrantes cubanos.
Los cubanos que allí se acumulan en un almacen pasaron de 90 a 322 en un mes de espera, luego que Panamá cerrara su frontera al paso de migrantes irregulares.
De ellos, 98 son mujeres de las cuales hay tres embarazadas.
También hay siete niños, de ellos dos de cuatro y 8 meses de nacidos.
Emélides Muñoz, secretario de Gobierno de ese municipio, dijo al diario colombiano El Tiempo que en este almacen ya no hay espacio para más.
"Cada día llegan más isleños desde Ecuador, que buscan cruzar la frontera con Panamá y atravesar Centroamérica para llegar a Estados Unidos, donde reciben residencia permanente por la Ley de Ajuste Cubano de 1966", asegura.
El entrevista con la periodista Ivette Pacheco, de Martí Noticias, Muñoz anunció que está prevista una reunión el 21 de junio para la que han convocado a la Defensoría del Pueblo, al director regional de Migración Colombia y de Turbo, a la cancillería y otros organismos implicados.
"Los migrantes irregulares requieren una solución, no se puede quedar la cosa ahí no más, requieren que el gobierno actúe al respecto", dijo Muñoz.
Muñoz dijo que han convocado a "autoridades del orden nacional, departamental y municipal".
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Yosvany Suárez, que es parte de los que permanecen en el almacén, contó a Radio Martí que siguen llegando cubanos, entre ellos niños.
Suárez dijo que fueron invitados a un consejo de seguridad de Antioquia este viernes, pero ningún cubano aceptó la invitación. De este encuentro surgió la propuesta para la reunión que tendrá lugar el próximo 21 de junio.
"Con esto de que Migración está tratando de deportarnos, nadie se atreve a salir del almacén", comentó.
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Y por Guyana
Colombia detectó una nueva ruta de tránsito de indocumentados que ingresan a Sudamérica por Guayana Francesa, informaron este jueves autoridades.
"En los últimos meses, Migración Colombia ha evidenciado una nueva ruta extracontinental para el tráfico de migrantes, la cual tendría como punto de ingreso a Suramérica la Guyana Francesa", señaló la entidad en un comunicado.
La nota detalla el acceso a Colombia miras a seguir a Centroamérica vía Panamá, para alcanzar finalmente Estados Unidos.
"El recorrido, que podría llegar a prolongarse por más de un mes, obligaría a los extranjeros a ingresar de forma irregular por el departamento de La Guajira", en el extremo norte de Colombia y fronterizo con Venezuela, dijo el director general de esa entidad, Christian Krüger, citado en el texto.
Desde La Guajira, los migrantes toman luego "la troncal del Caribe hasta la ciudad de Medellín", desde donde se presume parten al municipio de Turbo, en la región del Urabá colombiano y limítrofe con Panamá, para abordar allí una lancha hacia el vecino país.
Krüger recorrió el miércoles la frontera con Venezuela en La Guajira, junto con el brigadier general Pablo Alfonso Bonilla, comandante del Ejército en la zona, "con el fin de detectar nuevas rutas para el tráfico de migrantes", según el comunicado.
Krüger y Bonilla "acordaron intensificar los patrullajes en zona de frontera así como capacitar a los miembros del Ejército Nacional en la detección de documentos falsos", apuntó el texto.
En los últimos 15 días, Migración Colombia ha detectado a más de 750 migrantes irregulares en diferentes carreteras del país, según cifras oficiales.
Colombia ha expulsado en 2016 a más de 6.000 indocumentados, casi 4.000 de ellos detenidos en las localidades de Turbo y Capurganá, en el remoto golfo de Urabá, con presencia de tráfico ilegal.
"Todo este fenómeno de tráfico de migrantes en nuestro país es de tránsito, es decir, son migrantes irregulares que no tienen como destino final Colombia, sino que por nuestra ubicación geográfica es un paso obligado temporal para llegar al destino final de estas personas, que generalmente es Norteamérica", explicó Krüger a principios de junio.
El pasado 9 de mayo Panamá decidió reforzar los controles fronterizos para frenar el flujo de migrantes, especialmente cubanos, que tratan de llegar a Estados Unidos a través de Centroamérica.