Cuando se cumplen 14 días tras el paso del huracán Ian por el occidente cubano, la mayoría de las comunidades más afectadas permanecen sin fluido eléctrico, también falta el agua, los alimentos escasean, la gestión gubernamental sigue siendo muy pobre, aseguraron a Radio Televisión Martí residentes en el territorio pinareño.
En la comunidad tabacalera Hermanos Saiz, en San Juan y Martínez, la situación es muy crítica, denunció el campesino Osmani Poveda Hernández.
“Aquí no ha venido nadie ni para evaluar los daños de la vivienda, ni al menos para enviarnos agua, nosotros tuvimos que comprar una pipa particular con nuestro dinero. Tampoco hay electricidad, hace cuatro días trajeron pollo por primera vez desde el paso del ciclón y tuvimos que consumirlo el mismo día ante el riesgo de que se eche a perder por la falta de refrigeración”, apuntó el tabacalero.
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Siguen sin electricidad en la mayoría de los barrios en la ciudad de Pinar del Río, dijo desde el reparto Barcón José Rolando Cásares.
“Catorce días después del paso del huracán Ian, no hay cambio de ningún tipo. Seguimos sin electricidad, y pusieron finalmente una pipa de agua, pero no alcanzó para la cantidad de personas que residen en el reparto Hermanos Barcón. Sobre la alimentación, habían mandado un supuesto módulo, que consistió en una lata de carne rusa con un precio de 20 pesos, la donación de una pequeña latica que trae dos diminutas sardinas (una por núcleo) y un paquete de chícharos, eso es lo único que han repartido”, dijo el activista.
Esteban Ajete Abascal, líder de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, comentó que “en San Diego de los Baños sigue la situación pésima con el agua, con la corriente y con el hambre, principalmente, porque han sido muy escasos los poquitos alimentos que han dado, en algunos lugares, no en todos, y la respuesta al desastre natural por parte del gobierno ha sido muy pobre tras 14 días”.
Y desde la comunidad rural de Campo Hermoso, en San Juan y Martínez, Yamili Valdés describió así la situación existente:
“Hasta ahora no nos han dado nada. En estos momentos enviaron un poquito de agua para algunas zonas, en las demás, las familias están pagando las pipas en mil pesos, o lo que pida el pipero. Mi madre no ha podido limpiar la casa por falta de agua desde el paso del ciclón, y estamos con mantas en los techos de las casas para evitar mojarnos, y que no se eche a perder lo poquito que nos quedó. Y seguiremos así, porque han dicho que la electricidad para nosotros podría tardar hasta un mes más”, concluyó.