“Perdimos todo”: Erika Quintero levanta la mano para mostrar el lugar donde estaba su casa, se queda en silencio, solo se observan escombros. El deslave en el centro de Venezuela, que dejó más de 25 fallecidos y 52 desaparecidos, arrasó con viviendas, negocios y autos.
“Mi casa está totalmente caída”, dice a la Voz de América esta mujer, de 32 años, que aún tiene rastros de barro en su ropa.
“Perdí mi casa, pero gracias a Dios tengo a mis hijos vivos”, continúa Quintero que toda su vida ha vivido en la zona.
A unos pasos, otra mujer excava entre el lodo y pedazos de ramas de árboles en busca de un hermano que tiene horas desaparecido. “Un hombre que venga por favor”: pide ayuda en voz alta, mientras sigue cavando entre los escombros.
Otros miran desconsolados. Van y vienen sin rumbo. Muchos niños descalzos.
La zona no tiene electricidad ni telefonía desde que comenzó la tragedia, el sábado pasado.
En Las Tejerías, (estado de Aragua) la tragedia ocurrió luego de horas de intensas lluvias que comenzaron hacia la tarde del sábado. Varios ríos se desbordaron y arrastraron sedimentos, rocas y árboles desde la montaña. El gobierno desplegó a organismos de seguridad en la zona.
“Yo nadaba por todos lados”
Una señora de completo cabello blanco camina por estas calles pidiendo dinero para comprarle comida a su nieto. No ha podido entrar a su casa, que dice está completamente tapiada.
“Estamos vivos porque Dios es muy grande”, agrega Yandry Carmenate, 37 años, que quedó encerrado con el agua casi hasta el techo en su negocio de bisutería y hortalizas.
De hecho, la marca en la pared refleja las horas de angustia. “Yo nadaba por todos lados”, tratando de romper paredes o ventanas para poder salir.
Tiene heridas en sus brazos y piernas, que se hizo mientras trataba de escapar del barro.
“Eso fue triste, doloroso”, mi esposa y yo solitos estábamos ahí, pero nadie nos escuchaba porque ya el agua se había metido en todo y teníamos todo tapiado y nadie nos escuchaba, no había nada, pensábamos que nos íbamos a morir”, dice este hombre de nacionalidad cubana, con ocho años en Venezuela.
Junto a su esposa, Yandry trata de rescatar lo que pueda de su comercio. En el suelo, repleto de lodo, hay cestas con verduras destrozadas, ropa dañada y bisutería. “Perdí todo, pero lo material se recupera”.
Su vecino no corrió con la misma suerte. “En la madrugada cuando logramos entrar a su casa estaba ahí… falleció”.
Venezuela experimenta lluvias atípicas que han ocasionado daños en varios estados, siendo este el desastre más grave en lo que va de año.