El acceso al almacén del Museo Nacional de Bellas Artes no fue violentado, indico una declaración oficial sobre el robo de piezas del patrimonio nacional, entre ellas varias de Leopoldo Romañach
Cuba confirmó el viernes el robo de “un importante” grupo de piezas del almacén del Museo Nacional de Bellas Artes en La Habana, en su mayoría obras de arte cubano, y dijo que ya distribuyó una relación de las mismas para evitar su tráfico ilícito dentro y fuera del país.
“La semana pasada se detectó un importante faltante de piezas en el almacén de obras situado en el edificio socio-administrativo ‘Antonio Rodríguez Morey’ del Museo Nacional de Bellas Artes”, indicó una nota del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) divulgada el viernes por medios oficiales.
Según el comunicado, el acceso al local no fue violentado y “no puede precisarse la fecha exacta en que la sustracción tuvo lugar” ya que “los malhechores cortaron las obras recolocando los marcos ordenadamente, por lo que a simple vista no se podía detectar”.
El robo del patrimonio nacional le preocupa a muchos cubanos. Tras los recientes hechos descubiertos en el Museo Nacional de Bellas Artes, nuestro colega Adriel Reyes recogió opiniones entre intelectuales cubanos de dentro y fuera de la isla..
La primera información sobre el robo había trascendido en Miami, donde una galería afirmó el viernes a Efe que hace dos semanas compró una pintura del artista cubano del periodo de vanguardia Eduardo Abela (1889-1965), perteneciente al museo cubano, sin saber que había sido robada.
El coleccionista Ramón Cernuda explicó que se comunicó con funcionarios de alto rango del Museo para pedirles confirmación sobre la pieza y su robo, y estos ratificaron que se trataba del óleo “Carnaval infantil” de Abela y que había sido sustraído del museo, aunque se enteraron del hurto a partir de su llamada.
El CNPC precisó el viernes que “la mayor parte de las obras sustraídas corresponden a arte cubano, al período conocido como cambio de siglo (tránsito entre la academia y la vanguardia) y especialmente a piezas realizadas por Leopoldo Romañach”.
“Está a disposición de las autoridades competentes dentro y fuera del país la relación total de obras con sus fichas técnicas y fotos, con el fin de alertar a museos, galerías, casas subastadoras y otros”, señaló la institución.
El Consejo resaltó asimismo que las piezas “pueden estar a merced del tráfico ilícito a nivel nacional e internacional” y advirtió de que “cualquier información que se obtenga sobre las mismas podrá conducir a su recuperación”.
“Será de máxima utilidad para la investigación que se lleva a cabo con el fin de esclarecer los hechos”, añadió el comunicado.
El sitio de internet Café Fuerte, dedicado a cubrir la actualidad de Cuba y Miami, apuntó que se desconoce la cifra exacta de pinturas robadas, pero podría rondar el centenar, en su mayoría pertenecientes al vanguardismo de las décadas de los años 20 y 30.
“La semana pasada se detectó un importante faltante de piezas en el almacén de obras situado en el edificio socio-administrativo ‘Antonio Rodríguez Morey’ del Museo Nacional de Bellas Artes”, indicó una nota del Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) divulgada el viernes por medios oficiales.
Según el comunicado, el acceso al local no fue violentado y “no puede precisarse la fecha exacta en que la sustracción tuvo lugar” ya que “los malhechores cortaron las obras recolocando los marcos ordenadamente, por lo que a simple vista no se podía detectar”.
El robo del patrimonio nacional le preocupa a muchos cubanos. Tras los recientes hechos descubiertos en el Museo Nacional de Bellas Artes, nuestro colega Adriel Reyes recogió opiniones entre intelectuales cubanos de dentro y fuera de la isla..
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La primera información sobre el robo había trascendido en Miami, donde una galería afirmó el viernes a Efe que hace dos semanas compró una pintura del artista cubano del periodo de vanguardia Eduardo Abela (1889-1965), perteneciente al museo cubano, sin saber que había sido robada.
El coleccionista Ramón Cernuda explicó que se comunicó con funcionarios de alto rango del Museo para pedirles confirmación sobre la pieza y su robo, y estos ratificaron que se trataba del óleo “Carnaval infantil” de Abela y que había sido sustraído del museo, aunque se enteraron del hurto a partir de su llamada.
El CNPC precisó el viernes que “la mayor parte de las obras sustraídas corresponden a arte cubano, al período conocido como cambio de siglo (tránsito entre la academia y la vanguardia) y especialmente a piezas realizadas por Leopoldo Romañach”.
“Está a disposición de las autoridades competentes dentro y fuera del país la relación total de obras con sus fichas técnicas y fotos, con el fin de alertar a museos, galerías, casas subastadoras y otros”, señaló la institución.
El Consejo resaltó asimismo que las piezas “pueden estar a merced del tráfico ilícito a nivel nacional e internacional” y advirtió de que “cualquier información que se obtenga sobre las mismas podrá conducir a su recuperación”.
“Será de máxima utilidad para la investigación que se lleva a cabo con el fin de esclarecer los hechos”, añadió el comunicado.
El sitio de internet Café Fuerte, dedicado a cubrir la actualidad de Cuba y Miami, apuntó que se desconoce la cifra exacta de pinturas robadas, pero podría rondar el centenar, en su mayoría pertenecientes al vanguardismo de las décadas de los años 20 y 30.