El gobierno de Raúl Castro pretende impulsar la inversión extranjera en Cuba, creando una zona de libre comercio, donde imperará la economía de mercado pura y dura frente a las prohibiciones que permanecerán en el resto de la Isla.
Le han llamado Zona Especial de Desarrollo Mariel, en vez de zona franca que es lo que en realidad será. El Hong Kong de Cuba, con un sistema específico alejado del intervencionismo estatal, donde las empresas extranjeras podrán controlar el 100% de su inversión sin necesidad de que el Estado sea el socio mayoritario.
El gobierno cubano busca inversión extranjera en estos momentos de crisis, donde el dinero para invertir es escaso y se buscan beneficios rápidos que se puedan traducir en efectivo. Desde España, una de las compañías legales que lleva años representando los intereses comerciales de empresas españolas en Cuba, Lupicinio Abogados, defiende ahora este proyecto que incluye biotecnología, energía renovable, agropecuaria, alimentaria o turismo.
Jose María Viñals es representante de las operaciones internacionales del bufete y gran conocedor del sistema económico cubano : "La zona especial de Mariel supone un paso adelante muy importante y que va más allá de una mera zona franca. Supone una isla jurídica dentro de Cuba en la que regirán normas especiales societarias, fiscales, aduaneras, migratorias, de seguros, bancarias y laborales. Entre ellas, es importante destacar que los inversores extranjeros podrán ser propietarias de la totalidad de las sociedades que se constituyan en la zona especial. El objetivo de la zona especial es poner la infraestructura y el marco jurídico para aumentar las exportaciones, las transferencias de tecnología y el empleo. Esta zona podría ser el equivalente a lo que fue Hong Kong en China en los noventa, es decir, “un país dos sistemas”.
Aunque Cuba no forma parte del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, las inversiones en el país están aseguradas por un sistema de acuerdos directos o de arbitraje.
Y el caso de Cuba es mucho mas delicado que el Venezuela, Bolivia o Argentina… países todos ellos que han expropiado empresas extranjeras y tienen abiertos litigios en organismos comerciales internacionales : “Debido a su especial situación geoestratégica, Cuba presta especial atención a las inversiones extranjeras y su protección. En este sentido, Cuba tiene (i) más de sesenta acuerdos firmados con terceros países para la promoción y protección recíproca de inversiones , una trayectoria notable en el cumplimiento de laudos arbitrales internacionales; normas que prohíben la no expropiación salvo en supuestos tasados y en los que haya un acuerdo sobre la indemnización; y garantías que permiten la libre transferencia al exterior de los beneficios que se generen en Cuba
Todas estas medidas intentan mitigar el riesgo país y posibles sanciones de terceros países que deben ser evaluados de forma minuciosa y poliédrica por los inversores extranjeros a la hora de invertir en Cuba”.
En esta zona de Mariel regirán políticas especiales con la intención de impulsar el desarrollo sostenible con innovación tecnológica liberando el pago impositivo aduanero por los medios, equipos y bienes importados y para inversiones en zona.
Ahora se trata de conseguir convencer a inversionistas internacionales, y por volumen de negocio España e Italia siguen siendo los mas interesados en los futuribles de la isla.
El gobierno cubano busca inversión extranjera en estos momentos de crisis, donde el dinero para invertir es escaso y se buscan beneficios rápidos que se puedan traducir en efectivo. Desde España, una de las compañías legales que lleva años representando los intereses comerciales de empresas españolas en Cuba, Lupicinio Abogados, defiende ahora este proyecto que incluye biotecnología, energía renovable, agropecuaria, alimentaria o turismo.
Jose María Viñals es representante de las operaciones internacionales del bufete y gran conocedor del sistema económico cubano : "La zona especial de Mariel supone un paso adelante muy importante y que va más allá de una mera zona franca. Supone una isla jurídica dentro de Cuba en la que regirán normas especiales societarias, fiscales, aduaneras, migratorias, de seguros, bancarias y laborales. Entre ellas, es importante destacar que los inversores extranjeros podrán ser propietarias de la totalidad de las sociedades que se constituyan en la zona especial. El objetivo de la zona especial es poner la infraestructura y el marco jurídico para aumentar las exportaciones, las transferencias de tecnología y el empleo. Esta zona podría ser el equivalente a lo que fue Hong Kong en China en los noventa, es decir, “un país dos sistemas”.
Aunque Cuba no forma parte del Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, las inversiones en el país están aseguradas por un sistema de acuerdos directos o de arbitraje.
Y el caso de Cuba es mucho mas delicado que el Venezuela, Bolivia o Argentina… países todos ellos que han expropiado empresas extranjeras y tienen abiertos litigios en organismos comerciales internacionales : “Debido a su especial situación geoestratégica, Cuba presta especial atención a las inversiones extranjeras y su protección. En este sentido, Cuba tiene (i) más de sesenta acuerdos firmados con terceros países para la promoción y protección recíproca de inversiones , una trayectoria notable en el cumplimiento de laudos arbitrales internacionales; normas que prohíben la no expropiación salvo en supuestos tasados y en los que haya un acuerdo sobre la indemnización; y garantías que permiten la libre transferencia al exterior de los beneficios que se generen en Cuba
Todas estas medidas intentan mitigar el riesgo país y posibles sanciones de terceros países que deben ser evaluados de forma minuciosa y poliédrica por los inversores extranjeros a la hora de invertir en Cuba”.
En esta zona de Mariel regirán políticas especiales con la intención de impulsar el desarrollo sostenible con innovación tecnológica liberando el pago impositivo aduanero por los medios, equipos y bienes importados y para inversiones en zona.
Ahora se trata de conseguir convencer a inversionistas internacionales, y por volumen de negocio España e Italia siguen siendo los mas interesados en los futuribles de la isla.