Cuba en el circo de la ONU

Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

"Hoy el Consejo, como antes la Comisión de Derechos Humanos, sigue siendo un club clientelar de amigotes y cómplices que alegre y desfachatadamente se reciprocan favores".

¿Se acuerdan de cuando en la pasada década la Libia de Gadaffi, presidió la Comisión de Derechos Humanos de la ONU?


Por contradicciones tan escandalosas como aquella, en el año 2006 pareció alentador el anuncio de que se crearía un nuevo organismo para reemplazar a la inefectiva y demasiado politizada Comisión.


Siete años después es sumamente frustrante comprobar que nada ha cambiado, de no ser para peor. China, Rusia, Cuba, Arabia Saudita y Vietnam acaban de ser elegidas, en una votación que fue directa, secreta y por bloques regionales, para integrar el Consejo de Derechos Humanos.


¿Se puede esperar algo positivo de un Consejo con tan ilustres integrantes?

Con el historial de los gobiernos de esos países en lo referente a los derechos humanos, parece un chiste de mal gusto su elección. Es como designar a una pandilla de pervertidos y violadores consuetudinarios para que velen por la virginidad de las pupilas de un colegio de señoritas.


Sin desdorar a los sinvergüenzas presentes, ¡que lástima que no estén también los ayatollahs iraníes y los regímenes de Siria y Corea del Norte!


Cuba ocupará un escaño en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU a pesar de que arrecian la represión contra las Damas de Blanco, las golpizas y detenciones de opositores (hubo 909 solo el pasado mes de octubre), el hostigamiento a los periodistas independientes, los mítines de repudio y otras tropelías de las parapoliciales brigadas de respuesta rápida al más puro estilo fascista.


La votación de Ginebra, que será interpretada por el régimen cubano como otro triunfo de su diplomacia gamberra, estimulará su arrogancia y su soberbia. Los cubanos constataremos en carne propia el recrudecimiento de la represión. ¡Que se preparen a que los dejen morir los opositores presos en huelga de hambre!


Por aquello de que para abajo todos los santos ayudan, hoy que la dictadura va en picada, lo honesto y decente sería que el mundo ejerciera siquiera un poco de presión a favor de los que luchan por el cambio democrático en Cuba. Sólo eso.

Pero en vez de no digamos sofocar al régimen, sino aunque sea pellizcarlo para forzarlo a ceder espacios, le hacen un guiño de complicidad y le insuflan aire al espantajo, para prolongar la agonía de sus víctimas.


Sucede que en el mundo de hoy no prima precisamente la decencia.


Hoy el Consejo, como antes la Comisión de Derechos Humanos, sigue siendo un club clientelar de amigotes y cómplices que alegre y desfachatadamente se reciprocan favores. Poco puede esperar el pueblo cubano de semejante circo.

(Publicado originalmente en Cubanet el 11/13/2013)