El turismo es uno de los motores de la economía cubana con unos 2.000 millones de dólares de ingresos anuales.
En La Habana Vieja, el casco histórico de la capital cubana, se gastaron en labores de restauración y mantenimiento de su patrimonio unos 30 millones de dólares en 2012 y solo una parte pequeña fue de cooperación internacional.
Los recursos necesarios para la recuperación de la parte colonial de la ciudad provinieron solamente un 9 ó 10%, unos 3 ó 4 millones de dólares de la cooperación internacional, indicó el jueves a periodistas la arquitecta Patricia Rodríguez, funcionaria de la Oficina del Historiador.
Rodríguez indicó que esas fuentes son convenios con gobiernos de autonomías europeas y Naciones Unidas, entre otros.
La Habana Vieja fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1984 y en 1994 comenzó a operar en ella con la autorización del Estado un programa que les permite reinvertir sus utilidades en su propio rescate, una posibilidad que no tenían otras entidades cubanas, cuyos dividendos iban a las arcas centrales.
A lo largo de 2012 se invirtieron en rescate unos 30 millones de dólares, una cifra que fue creciendo cada año desde 1994, cuando se usaron solo dos millones de dólares, informó David Viciedo, de la dirección económica de la Oficina del Historiador.
Viciedo y Rodríguez ofrecieron una conferencia de prensa el jueves a un grupo de periodistas extranjeros especializados en economía especialmente invitados a Cuba esta semana.
La Oficina del Historiador es la encargada de coordinar los esfuerzos de rescate, así como supervisar las operaciones de la firma Habaguanex, que lleva adelante la parte empresarial de la cual se nutren los otros proyectos.
Las labores de rescate que incluyen la recuperación de antiguas casas para convertirlas en negocios u hoteles, la reparación de viviendas particulares --algunos antiguas vecindades sobrepobladas en malas condiciones higiénicas--, trabajos de arqueología y culturales de todo tipo convirtieron a La Habana Vieja en un atractivo turístico.
Las posibilidades de contar con sus propios recursos en estos 20 años de manera exitosa fue un ejemplo importante para la actual política de descentralización estatal que ahora lleva adelante el gobierno, dijo Viciedo.
Esta semana el vicepresidente Marino Murillo indicó que se pondrá en práctica una nueva política para hacer eficiente las empresas estatales según la cual éstas solo devolverán el 50% de sus utilidades a las arcas del Estado y retendrán el resto para reinvertirlas.
El mecanismo es precisamente el usado por la Oficina del Historiador desde 94, aunque en el caso de Habaguanex esta puede usar todas sus utilidades para reinvertirlas en las necesidades sociales y de restauración del municipio.
La semana pasada el director de Habaguanex, Luis Sotolongo dijo al semanario local Opciones que el turismo internacional ingresó en 2012 en La Habana Vieja unos 170 millones de dólares.
Habaguanex cuenta con unos 20 hoteles y pequeños hostales con más de 500 habitaciones totales y opera negocios gastronómicos y otros.
El turismo es uno de los motores de la economía cubana con unos 2.000 millones de dólares de ingresos anuales.
Los recursos necesarios para la recuperación de la parte colonial de la ciudad provinieron solamente un 9 ó 10%, unos 3 ó 4 millones de dólares de la cooperación internacional, indicó el jueves a periodistas la arquitecta Patricia Rodríguez, funcionaria de la Oficina del Historiador.
Rodríguez indicó que esas fuentes son convenios con gobiernos de autonomías europeas y Naciones Unidas, entre otros.
La Habana Vieja fue declarada como Patrimonio Cultural de la Humanidad en 1984 y en 1994 comenzó a operar en ella con la autorización del Estado un programa que les permite reinvertir sus utilidades en su propio rescate, una posibilidad que no tenían otras entidades cubanas, cuyos dividendos iban a las arcas centrales.
A lo largo de 2012 se invirtieron en rescate unos 30 millones de dólares, una cifra que fue creciendo cada año desde 1994, cuando se usaron solo dos millones de dólares, informó David Viciedo, de la dirección económica de la Oficina del Historiador.
Viciedo y Rodríguez ofrecieron una conferencia de prensa el jueves a un grupo de periodistas extranjeros especializados en economía especialmente invitados a Cuba esta semana.
La Oficina del Historiador es la encargada de coordinar los esfuerzos de rescate, así como supervisar las operaciones de la firma Habaguanex, que lleva adelante la parte empresarial de la cual se nutren los otros proyectos.
Las labores de rescate que incluyen la recuperación de antiguas casas para convertirlas en negocios u hoteles, la reparación de viviendas particulares --algunos antiguas vecindades sobrepobladas en malas condiciones higiénicas--, trabajos de arqueología y culturales de todo tipo convirtieron a La Habana Vieja en un atractivo turístico.
Las posibilidades de contar con sus propios recursos en estos 20 años de manera exitosa fue un ejemplo importante para la actual política de descentralización estatal que ahora lleva adelante el gobierno, dijo Viciedo.
Esta semana el vicepresidente Marino Murillo indicó que se pondrá en práctica una nueva política para hacer eficiente las empresas estatales según la cual éstas solo devolverán el 50% de sus utilidades a las arcas del Estado y retendrán el resto para reinvertirlas.
El mecanismo es precisamente el usado por la Oficina del Historiador desde 94, aunque en el caso de Habaguanex esta puede usar todas sus utilidades para reinvertirlas en las necesidades sociales y de restauración del municipio.
La semana pasada el director de Habaguanex, Luis Sotolongo dijo al semanario local Opciones que el turismo internacional ingresó en 2012 en La Habana Vieja unos 170 millones de dólares.
Habaguanex cuenta con unos 20 hoteles y pequeños hostales con más de 500 habitaciones totales y opera negocios gastronómicos y otros.
El turismo es uno de los motores de la economía cubana con unos 2.000 millones de dólares de ingresos anuales.