"La imposición ministerial de pasar de grado a los que no saben sigue en pie. Sólo pretenden que el fraude sea gratis y no cobrado por docentes a quienes es imposible vivir del salario".
La Habana, 26 de Junio.- El Ministerio de Educación anuló un examen de Física de 9no grado hecho a alumnos de la Escuela Secundaria Básica José María Heredia (antigua Escuelas Pías) tras la denuncia de una profesora de que docentes habían vendido el examen impreso, según padres.
Lo inusitado no es el fraude y cohecho sino la acción ministerial contra un mal general que progresó desde los años 80-90 por orientaciones del Ministerio de Educación, quien siempre finge no verlo.
Por ingenua indiscreción de una alumna, la venta del examen llegó a conocimiento de la profesora que lo denunció.
Los responsables pueden afrontar penas de prisión y, conociendo los métodos del Ministerio, es de esperar que hagan un escarmiento con ellos y con los alumnos involucrados.
El precio cobrado por el examen fue de 3 ó 2 pesos convertibles (1 peso convertible equivale a $1.20 dólares).
Es cada vez más normal y de conocimiento público el que los profesores y maestros vendan notas y exámenes.
En la escuela primaria es opinión de los padres que no satisfacer a las maestras con regalos y meriendas puede significar malas notas y aun maltratos para sus pequeños.
En los grados subsiguientes carecen de conocimientos de base para poder aprender lo nuevo. Reina el fraude estatal y ahora el cohecho.
En el examen que aplicó el Ministerio en sustitución del anulado suspendieron masivamente los alumnos, quienes se quejaron de que era demasiado fuerte, "un castigo a los que no eran culpables".
No serán culpables, pero tampoco tienen nivel. El daño mayor es que padres y alumnos, conocen que el sistema educacional es deficiente, pero no cuánto y creen que su escolaridad es real y ven normal, un derecho, aprobar sin recibir buenas clases ni estudiar, y graduarse sin saber contenidos.
Su mala preparación viene, grado tras grado, desde la primaria y obliga al fraude a los profesores, a quienes desde los años 70 el Ministerio de Educación impone graduar a todos los alumnos o, de lo contrario, sufrir acoso de sus superiores y mala evaluación laboral con rebaja de salario.
La causa del problema radica en la imposibilidad del Estado de costear una educación tan masiva como la que promovió Castro y que hizo económicamente imposible el que los alumnos sin conocimientos repitieran el grado.- Aun cuando la URSS subvencionaba "la Revolucion".
El Estado hizo política de presionar a los docentes para que aprobaran a todos y el profesorado cada vez degradó más su calidad profesional y humana al obedecer ese fraude y al incorporarse generaciones de maestros fruto de esa enseñanza deficiente y retirarse en los años 90 los docentes graduados.
Fidel Castro en sus discursos gustaba de repetir las ingentes cifras de alumnos y que Cuba era el país con más docentes graduados per cápita en el hemisferio.
Graduados que en los 90 desaparecieron, huyeron de los malos tratos institucionalizados en el Ministerio de Educación, y en la crisis ocasionada los suplieron con no graduados, escolares pocos años mayores que sus alumnos.
Sin vocación, sin capacidad de análisis ni conocimientos básicos de aritmética y ortografía, sin urbanidad, que establecen relaciones personales inadecuadas y hasta sexuales con sus alumnos y que también se marchan de educación. Pero "el show debe continuar".
Para enseñar sin maestros el Ministerio procuró impartir las clases mediante películas y programas televisivos educativos, lo cual ya fracasó en 1967-68 porque el TV no puede sustituir al maestro ni éste enseñar como repetidor aquello que no sabe.
La profesión está muy desprestigiada entre alumnos y padres, y quien busca empleo la ve como una última y desagradable opción.
Con disciplina escolar y laboral caóticas, y tradición de arbitrariedad e incapacidad de los superiores en todos los niveles, desde el Ministerio, desde fines de los años 60 los docentes aportan la principal fuente de pacientes psiquiátricos por estrés.
Ahora, que el fraude estatal deviene cohecho, el Ministerio de Educación "se entera" de lo que le decíamos todos los docentes desde los años 70, y la prensa independiente desde sus orígenes, y "toma medidas" draconianas para contener lo incontenible.
En la misma escuela Heredia y en otras, en reunión con los padres les informaron sobre una resolución del Ministerio de Educación de que los exámenes de cada municipio serán calificados por los profesores de otro municipio.
Y de que en caso de inconformidad de los alumnos con la calificación recibida, éstos deberán fundamentar con precisión los motivos para que el examen sea revisado, sin que ellos puedan siquiera verlo y sin participación de su profesor.
Los padres se quejaron pero se saben impotentes para hacerse oír del Ministerio.
Pero la imposición ministerial de pasar de grado a los que no saben sigue en pié. Sólo pretenden que el fraude sea gratis y no cobrado por docentes a quienes es imposible vivir del salario.
De ahí los gestos de "pureza" de los verdaderos culpables cuando el fraude es demasiado escandaloso.
El Ministerio de Educación, tome las medidas que tome contra el cohecho, tendrá que graduar de todas formas a todos los alumnos, no puede remediar el mal que ocasionó a generaciones.
Proseguirán los repasos de vísperas de pruebas y las "guías de estudio" en que el profesor entrega unas pocas preguntas a sus alumnos y les dice: "Estúdiense eso que de ahí saldrá el examen".
Durante el examen -"No comprendo la número 3 profe" - el amable decirle el profesor al alumno, en voz baja, la pregunta que no se sabe, o el descarado escribir las respuestas una por una en el pizarrón para que copien todos. Desanimando de estudiar a los ignorantes y a los estudiosos.
El Ministerio carece de maestros y de dinero para el único remedio moral y auténticamente docente: Entrenar a los alumnos de grados superiores para que reciban los conocimientos elementales de primaria de los que carecen y suspender a quien no sabe, única vía de que aprenda.
El puritanismo ministerial es simple pose para desentenderse del problema social que crearon -por motivos de propaganda política- con su fraude educacional nacional.
Harán un escarmiento con los alumnos víctimas; y la mendaz propaganda con la maravillosa enseñanza gratuita cubana seguirá apoyando al fraude madre llamado "Revolución cubana".
(Publicado por el Centro de Información Hablemos Press el 26 de junio de 2013).
Lo inusitado no es el fraude y cohecho sino la acción ministerial contra un mal general que progresó desde los años 80-90 por orientaciones del Ministerio de Educación, quien siempre finge no verlo.
Por ingenua indiscreción de una alumna, la venta del examen llegó a conocimiento de la profesora que lo denunció.
Los responsables pueden afrontar penas de prisión y, conociendo los métodos del Ministerio, es de esperar que hagan un escarmiento con ellos y con los alumnos involucrados.
El precio cobrado por el examen fue de 3 ó 2 pesos convertibles (1 peso convertible equivale a $1.20 dólares).
Es cada vez más normal y de conocimiento público el que los profesores y maestros vendan notas y exámenes.
En la escuela primaria es opinión de los padres que no satisfacer a las maestras con regalos y meriendas puede significar malas notas y aun maltratos para sus pequeños.
En los grados subsiguientes carecen de conocimientos de base para poder aprender lo nuevo. Reina el fraude estatal y ahora el cohecho.
En el examen que aplicó el Ministerio en sustitución del anulado suspendieron masivamente los alumnos, quienes se quejaron de que era demasiado fuerte, "un castigo a los que no eran culpables".
No serán culpables, pero tampoco tienen nivel. El daño mayor es que padres y alumnos, conocen que el sistema educacional es deficiente, pero no cuánto y creen que su escolaridad es real y ven normal, un derecho, aprobar sin recibir buenas clases ni estudiar, y graduarse sin saber contenidos.
Su mala preparación viene, grado tras grado, desde la primaria y obliga al fraude a los profesores, a quienes desde los años 70 el Ministerio de Educación impone graduar a todos los alumnos o, de lo contrario, sufrir acoso de sus superiores y mala evaluación laboral con rebaja de salario.
La causa del problema radica en la imposibilidad del Estado de costear una educación tan masiva como la que promovió Castro y que hizo económicamente imposible el que los alumnos sin conocimientos repitieran el grado.- Aun cuando la URSS subvencionaba "la Revolucion".
El Estado hizo política de presionar a los docentes para que aprobaran a todos y el profesorado cada vez degradó más su calidad profesional y humana al obedecer ese fraude y al incorporarse generaciones de maestros fruto de esa enseñanza deficiente y retirarse en los años 90 los docentes graduados.
Fidel Castro en sus discursos gustaba de repetir las ingentes cifras de alumnos y que Cuba era el país con más docentes graduados per cápita en el hemisferio.
Graduados que en los 90 desaparecieron, huyeron de los malos tratos institucionalizados en el Ministerio de Educación, y en la crisis ocasionada los suplieron con no graduados, escolares pocos años mayores que sus alumnos.
Sin vocación, sin capacidad de análisis ni conocimientos básicos de aritmética y ortografía, sin urbanidad, que establecen relaciones personales inadecuadas y hasta sexuales con sus alumnos y que también se marchan de educación. Pero "el show debe continuar".
Para enseñar sin maestros el Ministerio procuró impartir las clases mediante películas y programas televisivos educativos, lo cual ya fracasó en 1967-68 porque el TV no puede sustituir al maestro ni éste enseñar como repetidor aquello que no sabe.
La profesión está muy desprestigiada entre alumnos y padres, y quien busca empleo la ve como una última y desagradable opción.
Con disciplina escolar y laboral caóticas, y tradición de arbitrariedad e incapacidad de los superiores en todos los niveles, desde el Ministerio, desde fines de los años 60 los docentes aportan la principal fuente de pacientes psiquiátricos por estrés.
Ahora, que el fraude estatal deviene cohecho, el Ministerio de Educación "se entera" de lo que le decíamos todos los docentes desde los años 70, y la prensa independiente desde sus orígenes, y "toma medidas" draconianas para contener lo incontenible.
En la misma escuela Heredia y en otras, en reunión con los padres les informaron sobre una resolución del Ministerio de Educación de que los exámenes de cada municipio serán calificados por los profesores de otro municipio.
Y de que en caso de inconformidad de los alumnos con la calificación recibida, éstos deberán fundamentar con precisión los motivos para que el examen sea revisado, sin que ellos puedan siquiera verlo y sin participación de su profesor.
Los padres se quejaron pero se saben impotentes para hacerse oír del Ministerio.
Pero la imposición ministerial de pasar de grado a los que no saben sigue en pié. Sólo pretenden que el fraude sea gratis y no cobrado por docentes a quienes es imposible vivir del salario.
De ahí los gestos de "pureza" de los verdaderos culpables cuando el fraude es demasiado escandaloso.
El Ministerio de Educación, tome las medidas que tome contra el cohecho, tendrá que graduar de todas formas a todos los alumnos, no puede remediar el mal que ocasionó a generaciones.
Proseguirán los repasos de vísperas de pruebas y las "guías de estudio" en que el profesor entrega unas pocas preguntas a sus alumnos y les dice: "Estúdiense eso que de ahí saldrá el examen".
Durante el examen -"No comprendo la número 3 profe" - el amable decirle el profesor al alumno, en voz baja, la pregunta que no se sabe, o el descarado escribir las respuestas una por una en el pizarrón para que copien todos. Desanimando de estudiar a los ignorantes y a los estudiosos.
El Ministerio carece de maestros y de dinero para el único remedio moral y auténticamente docente: Entrenar a los alumnos de grados superiores para que reciban los conocimientos elementales de primaria de los que carecen y suspender a quien no sabe, única vía de que aprenda.
El puritanismo ministerial es simple pose para desentenderse del problema social que crearon -por motivos de propaganda política- con su fraude educacional nacional.
Harán un escarmiento con los alumnos víctimas; y la mendaz propaganda con la maravillosa enseñanza gratuita cubana seguirá apoyando al fraude madre llamado "Revolución cubana".
(Publicado por el Centro de Información Hablemos Press el 26 de junio de 2013).