La crisis en la zona del euro motiva que Polonia se replanteé ahora la posibilidad de adoptar la moneda comunitaria.
La serie de crisis financieras padecidas últimamente por la zona euro y que culminaron con el rescate de la banca chipriota, han determinado que Polonia se replanteé ahora la posibilidad de adoptar la moneda comunitaria.
Esta semana, el presidente Donald Tusk, un europeísta convencido que ganó las elecciones justamente por defender una política comunitaria en su país, aceptó la idea de celebrar un referendo sobre la adopción del euro como moneda nacional. Un gran contraste con su anterior postura, pues hasta ahora había luchado a brazo partido para que Polonia se integrara en la zona euro.
La decisión de Tusk atiende en primer lugar a la opinión pública que en este momento rechaza por un 62% la renuncia al zloty, la moneda nacional, , en beneficio del €. En segundo lugar, un referendo es la única vía que tiene su Gobierno para adoptar el euro ya que la Constitución polaca atribuye exclusivamente al banco nacional la emisión de moneda. Y para cambiar la Constitución es necesaria una mayoría parlamentaria de dos tercios, algo que Tusk y su partido no tienen ni de lejos.
En medio de esta polémica monetaria entre europeístas y nacionalistas, la voz de la prudencia ha sido la del ministro de Finanzas, Jacek Rostovski, quien recomendó aplazar el referendo hasta ver cómo evoluciona la zona euro.
Además, añadió, aunque se quisiera adoptar el euro, habría que esperar hasta finales del presente decenio porque la política de austeridad que generaría la sustitución del zloty por el euro hundiría una coyuntura que no acaba de despegar en Polonia.
Esta semana, el presidente Donald Tusk, un europeísta convencido que ganó las elecciones justamente por defender una política comunitaria en su país, aceptó la idea de celebrar un referendo sobre la adopción del euro como moneda nacional. Un gran contraste con su anterior postura, pues hasta ahora había luchado a brazo partido para que Polonia se integrara en la zona euro.
La decisión de Tusk atiende en primer lugar a la opinión pública que en este momento rechaza por un 62% la renuncia al zloty, la moneda nacional, , en beneficio del €. En segundo lugar, un referendo es la única vía que tiene su Gobierno para adoptar el euro ya que la Constitución polaca atribuye exclusivamente al banco nacional la emisión de moneda. Y para cambiar la Constitución es necesaria una mayoría parlamentaria de dos tercios, algo que Tusk y su partido no tienen ni de lejos.
En medio de esta polémica monetaria entre europeístas y nacionalistas, la voz de la prudencia ha sido la del ministro de Finanzas, Jacek Rostovski, quien recomendó aplazar el referendo hasta ver cómo evoluciona la zona euro.
Además, añadió, aunque se quisiera adoptar el euro, habría que esperar hasta finales del presente decenio porque la política de austeridad que generaría la sustitución del zloty por el euro hundiría una coyuntura que no acaba de despegar en Polonia.