El congresista Mario Diaz-Balart pidió a las autoridades de Las Bahamas que los refugiados cubanos bajo su custodia no sean devueltos a La Habana.
Cuatro cubanas recluidas en el Centro de Detención de Inmigrantes de Nassau, Bahamas, se han negado a salir a comer, probablemente desde el pasado 16 de marzo, para evitar ser devueltas a Cuba.
Se trata de Mayrelis González, de 22 años; Dayana López Cortés (18), Yurisleidis González Ortueta (19) y Yaíma González Ortiz (27).
En entrevista con el canal America TeVe de Miami las mujeres dijeron que preferían morir antes que regresar a vivir "bajo la dictadura cubana". También se quejaron de que en el reclusorio donde se encuentran fueron rociadas con aerosol lacrimógeno, y que les rompieron los carteles que habían desplegado en la cerca perimetral del centro de Carmichael Road.
Además, aseguraron que las han amenazado con golpearlas y suspenderles los alimentos por 15 días si no ponen fin a la protesta.
En fotos enviadas desde teléfonos celulares al reportero Rolando Nápoles, las huelguistas aparecen con mordazas y camisetas blancas en las que han escrito en inglés “Freedom” y “Political Assylum”, y en la espalda “No Cuba”.
González sostuvo que no pueden regresar a su país porque serían encarceladas por robar un barco del gobierno cubano, y que dos niños que se encuentran con ellas serían enviados a un centro de detención de menores…
“Es espantoso que el gobierno de las Bahamas regrese a la fuerza a refugiados cubanos que han arriesgado sus vidas para escapar del régimen castrista con esperanzas de libertad. Si el gobierno de Las Bahamas decide repatriarlos, será responsable por las consecuencias terribles y el tratamiento inhumano que los refugiados enfrentaran.
“Los refugiados han declarado públicamente que temen por su bienestar si son repatriados a Cuba y han iniciado una huelga de hambre para protestar la repatriación. Mandar a estos refugiados al lugar de donde ellos valientemente se fueron no solamente es dejar de defender la dignidad y los derechos humanos, sino equivaldría ser cómplice de la política repugnante del régimen castrista, que ha intensificado en los últimos años.
“Insto al gobierno de Las Bahamas que haga lo correcto en reconocer que a estos refugiados debe concederle asilo político y la atención adecuada que requieren las víctimas de la opresión. Estas personas tan valientes deben saber que hay quienes se unen a ellos, en solidaridad, en su lucha por una nueva y mejor vida. El gobierno de Las Bahamas debe saber que el mundo observa cómo trata a quienes buscan asilo en sus costas.”
Su colega, el congresista Mario Diaz-Balart envió una carta urgente al Encargado de Negocios del Commonwealth, en las Bahamas, y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidiendo que los refugiados cubanos bajo su custodia no sean devueltos a Cuba.
El legislador republicano por el sur del estado de la Florida envió la misiva urgente pidiendo compasión para los refugiados cubanos. "Numerosas organizaciones de derechos humanos han documentado la brutal opresión de la dictadura de Castro, incluidos los actos de repudio contra los que tratan de escapar. Las Bahamas tienen la oportunidad de encontrar una solución para estos refugiados cubanos que ponen en peligro sus vidas para escapar de la isla”.
Agregó el congresista en la carta que “estos valientes refugiados no deben ser devueltos contra su voluntad al totalitarismo del que escaparon arriesgando sus vidas… el gobierno de las Bahamas no debe ser cómplice de los abusos de derechos humanos que se producirían si estos refugiados fueran entregados en manos de los matones de Castro”.
Las cubanas forman parte de un grupo de 34 personas de la misma nacionalidad recluidas en la instalación tras ser detenidas en diferentes fechas en los últimos meses.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración de Bahamas, Fred Mitchell, quien es citado por dos diarios locales, dijo que las mujeres fueron arrestadas por sobrepasar el tiempo autorizado de estancia en el país.
Luego, el 16 de marzo, los guardias del centro observaron que no salían a comer a la hora de la cena. Desde ese mismo día, ellas comenzaron a usar las camisetas alusivas al asilo político y colocaron las pancartas en la cerca del centro de detención.
Mitchell comentó que, aunque están solicitando asilo político, no lograron demostrar que cumplían con los requisitos en entrevistas con funcionarios que --dice-- fueron entrenados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, y que ahora están protestando contra su proyectada repatriación.
El titular bahamense consideró que clasificar las acciones de las cuatro cubanas como una huelga de hambre es “engañoso”. Aseguró que se encontraron alimentos en sus dormitorios durante un control de rutina. Dijo asimismo que las huelguistas fueron examinadas por un médico y que todas gozan de buena salud.
Desde Nassau el hermano de Mayrelis, Amaury González, quien hace un tiempo legalizó su situación en Bahamas, negó a martinoticias.com que las huelguistas estén comiendo. Dijo que la prueba es que el lunes tuvieron que sacar a tres de ellas para reanimarlas. Los médicos admitieron que están débiles y con el azúcar baja. González también advierte que les han anunciado que las deportarán este jueves.
Mitchell se refirió a posibles protestas frente al Consulado de Bahamas en Miami, de las que habrían sido informados por las autoridades estadounidenses. Pero dijo esperar que la sede diplomática sea apropiadamente protegida por la policía.
El ministro también informó que su gobierno está vigilando la reciente afluencia de inmigrantes cubanos ilegales a esas islas situadas al noroeste de Cuba, y que está tratando de determinar la razón de esa tendencia. Según él, Bahamas ha accedido a "apenas un puñado" de las solicitudes de asilo presentadas durante el último año. Los beneficiarios fueron enviados a otros países.
Las autoridades de Bahamas suelen deportar, luego de algunas formalidades, a los cubanos que encuentran ilegales en su jurisdicción. El Centro de Detención de Inmigrantes de Carmichael Road tiene sin embargo una pésima reputación por el mal trato dispensado a los detenidos, especialmente los cubanos.
Se trata de Mayrelis González, de 22 años; Dayana López Cortés (18), Yurisleidis González Ortueta (19) y Yaíma González Ortiz (27).
En entrevista con el canal America TeVe de Miami las mujeres dijeron que preferían morir antes que regresar a vivir "bajo la dictadura cubana". También se quejaron de que en el reclusorio donde se encuentran fueron rociadas con aerosol lacrimógeno, y que les rompieron los carteles que habían desplegado en la cerca perimetral del centro de Carmichael Road.
Además, aseguraron que las han amenazado con golpearlas y suspenderles los alimentos por 15 días si no ponen fin a la protesta.
En fotos enviadas desde teléfonos celulares al reportero Rolando Nápoles, las huelguistas aparecen con mordazas y camisetas blancas en las que han escrito en inglés “Freedom” y “Political Assylum”, y en la espalda “No Cuba”.
González sostuvo que no pueden regresar a su país porque serían encarceladas por robar un barco del gobierno cubano, y que dos niños que se encuentran con ellas serían enviados a un centro de detención de menores…
Mario Diaz-Balart pide por balsero en Bahamas
La Congresista Ileana Ros-Lehtinen (R-FL), Presidenta del Subcomité del Medio Oriente y África del Norte, hizo la siguiente declaración con respecto a refugiados cubanos en custodia del gobierno de Las Bahamas frente a la posibilidad de ser repatriados a Cuba. Declaración de Ros-Lehtinen:“Es espantoso que el gobierno de las Bahamas regrese a la fuerza a refugiados cubanos que han arriesgado sus vidas para escapar del régimen castrista con esperanzas de libertad. Si el gobierno de Las Bahamas decide repatriarlos, será responsable por las consecuencias terribles y el tratamiento inhumano que los refugiados enfrentaran.
“Los refugiados han declarado públicamente que temen por su bienestar si son repatriados a Cuba y han iniciado una huelga de hambre para protestar la repatriación. Mandar a estos refugiados al lugar de donde ellos valientemente se fueron no solamente es dejar de defender la dignidad y los derechos humanos, sino equivaldría ser cómplice de la política repugnante del régimen castrista, que ha intensificado en los últimos años.
“Insto al gobierno de Las Bahamas que haga lo correcto en reconocer que a estos refugiados debe concederle asilo político y la atención adecuada que requieren las víctimas de la opresión. Estas personas tan valientes deben saber que hay quienes se unen a ellos, en solidaridad, en su lucha por una nueva y mejor vida. El gobierno de Las Bahamas debe saber que el mundo observa cómo trata a quienes buscan asilo en sus costas.”
Su colega, el congresista Mario Diaz-Balart envió una carta urgente al Encargado de Negocios del Commonwealth, en las Bahamas, y al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, pidiendo que los refugiados cubanos bajo su custodia no sean devueltos a Cuba.
El legislador republicano por el sur del estado de la Florida envió la misiva urgente pidiendo compasión para los refugiados cubanos. "Numerosas organizaciones de derechos humanos han documentado la brutal opresión de la dictadura de Castro, incluidos los actos de repudio contra los que tratan de escapar. Las Bahamas tienen la oportunidad de encontrar una solución para estos refugiados cubanos que ponen en peligro sus vidas para escapar de la isla”.
Agregó el congresista en la carta que “estos valientes refugiados no deben ser devueltos contra su voluntad al totalitarismo del que escaparon arriesgando sus vidas… el gobierno de las Bahamas no debe ser cómplice de los abusos de derechos humanos que se producirían si estos refugiados fueran entregados en manos de los matones de Castro”.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores e Inmigración de Bahamas, Fred Mitchell, quien es citado por dos diarios locales, dijo que las mujeres fueron arrestadas por sobrepasar el tiempo autorizado de estancia en el país.
Luego, el 16 de marzo, los guardias del centro observaron que no salían a comer a la hora de la cena. Desde ese mismo día, ellas comenzaron a usar las camisetas alusivas al asilo político y colocaron las pancartas en la cerca del centro de detención.
Mitchell comentó que, aunque están solicitando asilo político, no lograron demostrar que cumplían con los requisitos en entrevistas con funcionarios que --dice-- fueron entrenados por el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, y que ahora están protestando contra su proyectada repatriación.
El titular bahamense consideró que clasificar las acciones de las cuatro cubanas como una huelga de hambre es “engañoso”. Aseguró que se encontraron alimentos en sus dormitorios durante un control de rutina. Dijo asimismo que las huelguistas fueron examinadas por un médico y que todas gozan de buena salud.
Desde Nassau el hermano de Mayrelis, Amaury González, quien hace un tiempo legalizó su situación en Bahamas, negó a martinoticias.com que las huelguistas estén comiendo. Dijo que la prueba es que el lunes tuvieron que sacar a tres de ellas para reanimarlas. Los médicos admitieron que están débiles y con el azúcar baja. González también advierte que les han anunciado que las deportarán este jueves.
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Mitchell se refirió a posibles protestas frente al Consulado de Bahamas en Miami, de las que habrían sido informados por las autoridades estadounidenses. Pero dijo esperar que la sede diplomática sea apropiadamente protegida por la policía.
El ministro también informó que su gobierno está vigilando la reciente afluencia de inmigrantes cubanos ilegales a esas islas situadas al noroeste de Cuba, y que está tratando de determinar la razón de esa tendencia. Según él, Bahamas ha accedido a "apenas un puñado" de las solicitudes de asilo presentadas durante el último año. Los beneficiarios fueron enviados a otros países.
Las autoridades de Bahamas suelen deportar, luego de algunas formalidades, a los cubanos que encuentran ilegales en su jurisdicción. El Centro de Detención de Inmigrantes de Carmichael Road tiene sin embargo una pésima reputación por el mal trato dispensado a los detenidos, especialmente los cubanos.