Las autoridades de la isla han enviado a Oriente grupos musicales y compañías teatrales para distraer a los pobladores del panorama real de una ciudad arrasada, aguas contaminadas, desabastecimiento y enfermedades.
Los noticieros de la televisión muestran la agonía de las víctimas de la tormenta Sandy y el departamento de Cultura del Partido Comunista de Cuba (PCC) se empeña en ofrecerles a los parroquianos algo de entretenimiento… a fuerza de hacer el ridículo.
La compañía de teatro infantil ‘La Colmenita’ se llegó hasta la ciudad de Holguín y el municipio Banes y aunque llevaron sus historias, juegos y canciones todavía se ve a los afectados por el ciclón haciendo maravillas para cocinar en un fogón de leña, buscando algo de comer para el día o clavados en las largas colas de trámites para hacerse de materiales para reparar sus maltrechas viviendas.
El popular dúo de Pop Buena Fe se metió en un Santiago de Cuba devastado por la tormenta de octubre y el azote actual de la epidemia de cólera al que no le quedaba más remedio que brindarse al escape con un poco de música, el alcohol más barato y disfrutar de un espectáculo que esta vez no les costaría un centavo. Pero, ¿Cuánto se disfruta en condiciones de hacinamiento, destrucción y desesperanza?
Pero, eso no tiene gracia…
Un trabajador del sector de la cultura que no quiso revelar su nombre asegura que debajo de esta solidaridad importada y a la fuerza no hay más que una maquinaria ineficiente de promoción. “Ya lo hicieron hace cuatro años cuando el Ike, -dice “Daniel”- vino “Kcho” con la Brigada Marta Machado, estuvieron aquí e hicieron de todo, pero los proyectos comunitarios siguen en las mismas. Ahora viene La Colmenita, pero en otro tiempo más no se aparece nadie”, agrega.
Los espacios comunitarios en los municipios carecen de interés social. Esta es una de las quejas tanto de instructores de Arte como de directivos, pero en el fondo la verdadera crisis está en la misión de las instituciones comunitarias de base, “ya los módulos culturales perdieron su interés”, afirma “Daniel” y comenta que solo la importación de agrupaciones de primera línea logra reunir un público regularmente numeroso.
Los reproductores de música, los sofisticados equipos de audio y la posibilidad de disfrutar en casa de espectáculos, filmes y series extranjeras han hecho colapsar la programación de actividades del Movimiento de Artistas Aficionados, creado a principio de la década de 1980.
Según las quejas de especialistas de promoción de Cultura comunitaria, los presupuestos monetarios en los municipios y provincias del país se van por el tragante cuando una agrupación ‘de primera línea’ es contratada a través del Centro Provincial de la Música quien hace transacciones de miles de pesos en moneda nacional por una orquesta como Los Van Van o Buena Fe.
Poner el sombrero cuando no hay cabeza
Aunque Santiago de Cuba es una fuerte plaza cultural y es visitada asiduamente por unidades culturales de nivel nacional, sufre las mismas deficiencias que sus provincias hermanas. Después de la tormenta de octubre pasado, varias agrupaciones musicales, humorísticas y de variedades se han presentado allí.
Sin embargo no fue hasta un mes después que se presentó un grupo de renombre en la llamada Capital del Caribe, era el conocido dúo Buena Fe, tan aclamado por adolescentes y jóvenes universitarios. Luego de los vientos que arrasaron la ciudad y la epidemia que la machaca ahora, la banda líder del pop cubano hizo presencia en una tarima improvisada en el Cuartel Moncada, escenario de un combate sangriento hace casi seis décadas.
“A diferencia de cuatro años atrás, el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de la Música no se las gastaron todas con los más afectados. El mismo primer secretario del PCC, Lázaro Expósito, agradeció al grupo la primicia, como un reclamo, sabiendo que la economía está de capa caída y se acentúa cada vez más”, escribe Carlos en un rápido mensaje electrónico desde el Oriente cubano.
La miseria era visible antes del ciclón, dice Carlos, y pide que tengamos imaginación para ilustrar el desastre actual con los tomates a diez pesos la libra, el agua contaminada y los hospitales con falta de medicamentos e insumos. “Saber que traen grupos musicales y venden cerveza a granel para esconder lo que todos ven con sus propios ojos, eso es lo que pasa, escríbelo así”, concluye.
La compañía de teatro infantil ‘La Colmenita’ se llegó hasta la ciudad de Holguín y el municipio Banes y aunque llevaron sus historias, juegos y canciones todavía se ve a los afectados por el ciclón haciendo maravillas para cocinar en un fogón de leña, buscando algo de comer para el día o clavados en las largas colas de trámites para hacerse de materiales para reparar sus maltrechas viviendas.
El popular dúo de Pop Buena Fe se metió en un Santiago de Cuba devastado por la tormenta de octubre y el azote actual de la epidemia de cólera al que no le quedaba más remedio que brindarse al escape con un poco de música, el alcohol más barato y disfrutar de un espectáculo que esta vez no les costaría un centavo. Pero, ¿Cuánto se disfruta en condiciones de hacinamiento, destrucción y desesperanza?
Pero, eso no tiene gracia…
Un trabajador del sector de la cultura que no quiso revelar su nombre asegura que debajo de esta solidaridad importada y a la fuerza no hay más que una maquinaria ineficiente de promoción. “Ya lo hicieron hace cuatro años cuando el Ike, -dice “Daniel”- vino “Kcho” con la Brigada Marta Machado, estuvieron aquí e hicieron de todo, pero los proyectos comunitarios siguen en las mismas. Ahora viene La Colmenita, pero en otro tiempo más no se aparece nadie”, agrega.
Los reproductores de música, los sofisticados equipos de audio y la posibilidad de disfrutar en casa de espectáculos, filmes y series extranjeras han hecho colapsar la programación de actividades del Movimiento de Artistas Aficionados, creado a principio de la década de 1980.
Según las quejas de especialistas de promoción de Cultura comunitaria, los presupuestos monetarios en los municipios y provincias del país se van por el tragante cuando una agrupación ‘de primera línea’ es contratada a través del Centro Provincial de la Música quien hace transacciones de miles de pesos en moneda nacional por una orquesta como Los Van Van o Buena Fe.
Poner el sombrero cuando no hay cabeza
Aunque Santiago de Cuba es una fuerte plaza cultural y es visitada asiduamente por unidades culturales de nivel nacional, sufre las mismas deficiencias que sus provincias hermanas. Después de la tormenta de octubre pasado, varias agrupaciones musicales, humorísticas y de variedades se han presentado allí.
Sin embargo no fue hasta un mes después que se presentó un grupo de renombre en la llamada Capital del Caribe, era el conocido dúo Buena Fe, tan aclamado por adolescentes y jóvenes universitarios. Luego de los vientos que arrasaron la ciudad y la epidemia que la machaca ahora, la banda líder del pop cubano hizo presencia en una tarima improvisada en el Cuartel Moncada, escenario de un combate sangriento hace casi seis décadas.
“A diferencia de cuatro años atrás, el Ministerio de Cultura y el Instituto Nacional de la Música no se las gastaron todas con los más afectados. El mismo primer secretario del PCC, Lázaro Expósito, agradeció al grupo la primicia, como un reclamo, sabiendo que la economía está de capa caída y se acentúa cada vez más”, escribe Carlos en un rápido mensaje electrónico desde el Oriente cubano.
La miseria era visible antes del ciclón, dice Carlos, y pide que tengamos imaginación para ilustrar el desastre actual con los tomates a diez pesos la libra, el agua contaminada y los hospitales con falta de medicamentos e insumos. “Saber que traen grupos musicales y venden cerveza a granel para esconder lo que todos ven con sus propios ojos, eso es lo que pasa, escríbelo así”, concluye.