El día antes, el canciller castrista dijo que La Habana valora traslado de Ángel Carromero a España
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, mantuvo el sábado en Cádiz una segunda reunión con el canciller cubano, Bruno Rodríguez, con quien analizó diversos asuntos de la agenda bilateral, como el caso del joven español Ángel Carromero, preso en la isla.
Después de que el jueves García-Margallo solicitara formalmente a Rodríguez la rápida repatriación del dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid preso en Cuba, el Ministerio de Exteriores ha preferido la discreción y se ha limitado a señalar que en la entrevista se analizaron diversos asuntos de la agenda bilateral.
Ambas partes guardan así silencio después de que, tras su primera reunión, el canciller cubano señalara en una entrevista con Efe que la solicitud española "será debidamente considerada", sobre la base de los acuerdos jurídicos de ambos estados en esta materia.
No obstante, Rodríguez recalcó en esa entrevista que Carromero no es un “mero turista" sino que su viaje "fue una operación política organizada por sectores que quieren lastimar las relaciones de su país con España". "Intereses políticos espúreos provocan circunstancias que enturbian la atmósfera bilateral", señaló el canciller castrista.
Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de prisión el pasado octubre por un delito de homicidio imprudente, tras un accidente de circulación en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, cerca de la ciudad de Bayamo.
Una vez que la condena fue firme, Exteriores comenzó las gestiones con las autoridades de La Habana para intentar que el ciudadano español pueda regresar cuanto antes a su país.
Para lograrlo se barajan varias opciones, desde el indulto, a la expulsión de la isla, o la aplicación del convenio bilateral de ejecución de sentencias penales, que data de 1998 y que permitiría a Carromero cumplir la condena en España.
A principios de año, García-Margallo ya logró la vuelta a casa de otro español encarcelado en Cuba, el periodista y empresario Sebastián Martínez Ferraté.
Después de que el jueves García-Margallo solicitara formalmente a Rodríguez la rápida repatriación del dirigente de Nuevas Generaciones del PP de Madrid preso en Cuba, el Ministerio de Exteriores ha preferido la discreción y se ha limitado a señalar que en la entrevista se analizaron diversos asuntos de la agenda bilateral.
Ambas partes guardan así silencio después de que, tras su primera reunión, el canciller cubano señalara en una entrevista con Efe que la solicitud española "será debidamente considerada", sobre la base de los acuerdos jurídicos de ambos estados en esta materia.
No obstante, Rodríguez recalcó en esa entrevista que Carromero no es un “mero turista" sino que su viaje "fue una operación política organizada por sectores que quieren lastimar las relaciones de su país con España". "Intereses políticos espúreos provocan circunstancias que enturbian la atmósfera bilateral", señaló el canciller castrista.
Carromero fue condenado en Cuba a cuatro años de prisión el pasado octubre por un delito de homicidio imprudente, tras un accidente de circulación en el que murieron los opositores cubanos Oswaldo Payá y Harold Cepero, cerca de la ciudad de Bayamo.
Una vez que la condena fue firme, Exteriores comenzó las gestiones con las autoridades de La Habana para intentar que el ciudadano español pueda regresar cuanto antes a su país.
Para lograrlo se barajan varias opciones, desde el indulto, a la expulsión de la isla, o la aplicación del convenio bilateral de ejecución de sentencias penales, que data de 1998 y que permitiría a Carromero cumplir la condena en España.
A principios de año, García-Margallo ya logró la vuelta a casa de otro español encarcelado en Cuba, el periodista y empresario Sebastián Martínez Ferraté.
Your browser doesn’t support HTML5