De la VOA: Cuba en ascuas por comicios en Venezuela

Cuba recibe de Venezuela 100.000 barriles diarios de petróleo y generosos pagos por servicios profesionales.

Si el gobierno de Hugo Chávez pierde las elecciones y acepta su derrota, el gobierno cubano perdería tanto como él, advierte el colega Roberto Casín en un trabajo para la Voz de América
El mayor interesado en ganar su tercera reelección este domingo en los comicios en Venezuela es el presidente Hugo Chávez pero no menos que él lo está el gobierno de Cuba, cuyo sustento económico depende en buena medida de la ayuda que recibe de su colega y aliado el gobernante venezolano.

Tras el colapso de la antigua Unión Soviética en los albores de los años 90, Chávez se transformó en salvador del régimen cubano, cuya economía quedó al borde del colapso tras perder las subvenciones que recibía de Moscú.

Sólo en créditos que nunca fueron pagados los rusos estiman que perdieron unos $20 mil millones de dólares en la isla. Pero la cifra real es incalculable, y con mejor certeza la describió el propio gobernante cubano entonces, Fidel Castro, cuando dijo poco después: “Para nosotros fue como si dejara de salir el sol”.

El crudo que los soviéticos suministraban a Cuba llegó a convertirse en maná para la economía de la isla, un rol salvador que ahora cumple el petróleo venezolano. De hecho, la isla produce unos 50 mil barriles diarios pero consume el triple, y el déficit lo llena el crudo que en condiciones preferenciales Chávez envía a La Habana.

En números gruesos los intercambios comerciales también favorecen al gobierno de Castro. Según cifras oficiales cubanas, en 2010 el comercio total sumó $6 mil millones de dólares, de los cuales $4 mil 300 correspondieron a ventas de Caracas a La Habana y mil 700 millones de la isla. En teoría, sólo ese año, la diferencia de $2 mil 600 millones Cuba la debe, si es que llega a pagarla.

Los dos países tienen suscritos decenas de acuerdos de cooperación en materia de educación, salud, agricultura y deportes que expertos estiman en unos mil 600 millones de dólares, entre los que están incluidos al menos unos 30 mil médicos y técnicos de la salud cubanos que prestan servicios en el programa Barrio Adentro.

El candidato presidencial de la oposición venezolana, Henrique Capriles, dijo que Venezuela paga unos $4 mil millones de bolívares al año (más de $700 millones de dólares) por esos acuerdos, cuando debería pagar la quinta parte.

También declaró que está dispuesto a sufragar si es necesario el servicio de los médicos cubanos pero no a seguir regalando petróleo al gobierno de la isla, porque en el fondo, “detrás de eso –subrayó– estamos financiando un modelo político”, en alusión al Socialismo del Siglo XXI impulsado por Chávez bajo la tutoría de La Habana.

Se explica que haya mucha preocupación en los medios oficiales de la isla de un triunfo de la oposición en Venezuela, y que incluso a los médicos cubanos el gobierno de Raúl Castro les haya instruido que asusten a sus pacientes venezolanos con que van a perder la asistencia hospitalaria gratuita si Chávez no gana en los comicios.

El temor fundamental es que la economía cubana colapse incluso de manera peor que cuando se desplomó la Unión Soviética. El economista independiente cubano Oscar Espinosa Chepe lo ha descrito así: “"La moribunda economía cubana está sosteniéndose por la ayuda venezolana; si se cortara ese cordón umbilical esto sería el desastre".

Pero en La Habana también hay una preocupación adicional y no menos inquietante: podría perderse el sostén que representa Venezuela para dar vida a gobiernos en Latinoamérica como los de Nicaragua, Bolivia, Ecuador, y otros asociados a un viejo proyecto hemisférico de Cuba que ha sido, bajo el pretexto de la integración regional, promover políticas hostiles contra Estados Unidos.