Científicos en Corea del Sur demostraron cómo lograr eficacia así como prevenir los síntomas del Alzheimer con las células madre adultas.
Por primera vez en la historia, científicos en Corea del Sur utilizaron células madre para identificar el mecanismo clave para tratar la enfermedad de Alzheimer, y demostraron cómo lograr eficacia así como prevenir los síntomas del Alzheimer con las células madre adultas, un "santo grial" de los científicos biomédicos durante décadas.
En el estudio, encabezado por Yoo-Hun Suh, profesor de la Universidad Nacional de Seúl, y Jeong-Chan Ra, director del Instituto de Tecnología de Células Madre, los científicos inyectaron células madre en ratones genéticamente diseñados para exhibir los síntomas principales y fisiología de la enfermedad de Alzheimer.
Lograron determinar que estas células madres humanas, provenientes del tejido adiposo, se comportan de manera muy especial cuando se inyectan en la vena de la cola de los ratones sujetos de la investigación.
Las células migraron por la barrera hematoencefálica, considerada por muchos imposible de cruzar por las células madre adultas, y entraron en el cerebro.
De hecho, las células con etiqueta floreciente fueron observadas para la distribución en los sujetos y el equipo encontró que las células infundidas migraron por los cuerpos incluyendo el cerebro, con excepción del órgano olfatorio.
Por consiguiente, pudieron confirmar que las células infundidas por vía intravenosa pueden alcanzar el cerebro cruzando la barrera hematoencefálica.
El equipo también encontró que las células madre restauraron la especial capacidad de aprender entre los sujetos modelos del Alzheimer con una reducción significativa de las lesiones neuropatías.
Ello se verificó con el empleo de exámenes utilizados en la enfermedad de Alzheimer: las evaluaciones de comportamiento.
Durante las evaluaciones, se encontró, de manera sorprendente, que el efecto terapéutico de las células madre en la enfermedad de Alzheimer era tremendo. Esto fue notado asimismo en el análisis patológico.
La clave, sin embargo, fue la prevención: los científicos mostraron que las células madre, cuando se infunden en los ratones con Alzheimer, redujeron la beta amiloide y APP-CT, que se sabe causa la destrucción de las células cerebrales, dando lugar a la demencia y al mal de Alzheimer.
El profesor Yoo-Hun Suh dijo que "es un descubrimiento revolucionario el hecho de que un método tan sencillo como la inyección intravenosa de las más seguras células madre adiposas autólogas.
Agregó que ello ocurre sin causar ningún rechazo inmune, ni problema ético, lo que abre una nueva puerta para conquistar la enfermedad de Alzheimer, una de las más horrendas, caras e incurables de nuestros tiempos."
Mientras, el científico Jeong-Chan Ra dijo que "Ahora más que nunca, es un imperativo ético que los gobiernos ofrezcan a los pacientes con enfermedades incurables el derecho de participar no solo en estudios como este sino también en terapias con potencial obvio".
La enfermedad de Alzheimer, la forma más común de la demencia (o la pérdida de la función celebral), es la sexta causa principal de muerte, y afecta a 1 de cada 8 personas - más que el cáncer del seno.
Hasta 2010, 35,6 millones de personas en el mundo tenían la enfermedad de Alzheimer, pero está previsto que esa cifra aumente el doble cada 20 años.
En el estudio, encabezado por Yoo-Hun Suh, profesor de la Universidad Nacional de Seúl, y Jeong-Chan Ra, director del Instituto de Tecnología de Células Madre, los científicos inyectaron células madre en ratones genéticamente diseñados para exhibir los síntomas principales y fisiología de la enfermedad de Alzheimer.
Lograron determinar que estas células madres humanas, provenientes del tejido adiposo, se comportan de manera muy especial cuando se inyectan en la vena de la cola de los ratones sujetos de la investigación.
Las células migraron por la barrera hematoencefálica, considerada por muchos imposible de cruzar por las células madre adultas, y entraron en el cerebro.
De hecho, las células con etiqueta floreciente fueron observadas para la distribución en los sujetos y el equipo encontró que las células infundidas migraron por los cuerpos incluyendo el cerebro, con excepción del órgano olfatorio.
Por consiguiente, pudieron confirmar que las células infundidas por vía intravenosa pueden alcanzar el cerebro cruzando la barrera hematoencefálica.
El equipo también encontró que las células madre restauraron la especial capacidad de aprender entre los sujetos modelos del Alzheimer con una reducción significativa de las lesiones neuropatías.
Ello se verificó con el empleo de exámenes utilizados en la enfermedad de Alzheimer: las evaluaciones de comportamiento.
Durante las evaluaciones, se encontró, de manera sorprendente, que el efecto terapéutico de las células madre en la enfermedad de Alzheimer era tremendo. Esto fue notado asimismo en el análisis patológico.
La clave, sin embargo, fue la prevención: los científicos mostraron que las células madre, cuando se infunden en los ratones con Alzheimer, redujeron la beta amiloide y APP-CT, que se sabe causa la destrucción de las células cerebrales, dando lugar a la demencia y al mal de Alzheimer.
El profesor Yoo-Hun Suh dijo que "es un descubrimiento revolucionario el hecho de que un método tan sencillo como la inyección intravenosa de las más seguras células madre adiposas autólogas.
Agregó que ello ocurre sin causar ningún rechazo inmune, ni problema ético, lo que abre una nueva puerta para conquistar la enfermedad de Alzheimer, una de las más horrendas, caras e incurables de nuestros tiempos."
Mientras, el científico Jeong-Chan Ra dijo que "Ahora más que nunca, es un imperativo ético que los gobiernos ofrezcan a los pacientes con enfermedades incurables el derecho de participar no solo en estudios como este sino también en terapias con potencial obvio".
La enfermedad de Alzheimer, la forma más común de la demencia (o la pérdida de la función celebral), es la sexta causa principal de muerte, y afecta a 1 de cada 8 personas - más que el cáncer del seno.
Hasta 2010, 35,6 millones de personas en el mundo tenían la enfermedad de Alzheimer, pero está previsto que esa cifra aumente el doble cada 20 años.