El mercado laboral en Cuba compensa con huesos y exige prestigio moral

Obrero del sector de la construcción en La Habana.

Justamente cuando el tema laboral se ha convertido en pesadilla para millones de cubanos, una bolsa de empleos anuncia numerosas oportunidades para custodios, técnicos, ingenieros, arquitectos y economistas.
El Zoológico Nacional de Cuba necesita especialistas en recursos humanos; la revista Bohemia, un contador; la empresa Suchel, un abogado; la fábrica de Intimas, personal de mantenimiento; el CENESEX, un plomero y el Centro de Bioproductos Marinos, un sereno.

Hay trabajo en la capital, aseguran los clasificados de empleo que se anuncian en el periódico Tribuna de La Habana, justamente cuando el tema laboral se ha convertido en pesadilla para millones de cubanos luego que Raúl Castro anunciara el gigantesco plan de reordenamiento laboral por el que quedarían desempleados un millón trescientas mil personas.

Los planes del gobierno cubano para el 2012, comprenden despedir a 170 000 personas.

En cambio, el diario anuncia numerosas oportunidades de empleo para economistas, inspectores, arquitectos, redactores de informes, custodios, aduaneros, etc. y aclara los beneficios de cada empresa que van desde salarios básicos (el más alto el de los arquitectos e ingenieros de la Empresa de Proyectos para la Industria Básica (EPROB) de más de 630 pesos), planes de estimulación, servicios de merienda, almuerzo, uniforme y transportación obrera, hasta algo denominado “estipendio por reforzamiento alimentario” y “el pago por destajo indirecto”.

El bloguero Luis Felipe Rojas Rosabal comentaba unos clasificados similares publicados en el semanario Ahora, especialmente uno de la Empresa Cárnica de Holguín, que ofrecía entre los beneficios la entrega mensual de "cuatro kilos de huesos y un módulo de aseo personal".

Las exigencias varían de un empleador a otro. Aclaran por ejemplo que es necesario tener “residencia permanente en La Habana”, “contar hasta 50 años de edad para ambos sexos” y “poseer una actitud intachable en su zona de residencia, gozar de prestigio moral y buenas condiciones físicas”.