El cierre de la Convención Republicana el jueves en la noche tuvo dos ganadores, de acuerdo a la gran prensa estadounidense y un perdedor.
De acuerdo al importante diario The Washington Post, el principal medio de prensa escrita en la capital de Estados Unidos, los ganadores fueron el Sen. Marco Rubio (R – Fl.) y Mitt Romney el ya candidato presidencial del Partido Republicano.
El gran perdedor, de acuerdo con su analista político Chris Cillizza, fue el famoso actor Clint Eastwood.
Para los cubanos que residen en Estados Unidos, la presencia de Rubio, cuyos padres vinieron de Cuba cuando él era un niño es motivo de orgullo. No sé si en la larga historia de las convenciones políticas en este país un hispano había sido el encargado de presentar al candidato presidencial de su partido. Yo no recuerdo a ninguno.
Pero el orgullo en Rubio va más allá de su humilde origen con un padre que atendía bares en fiestas y una madre que era mucama en los hoteles. Rubio, de acuerdo con Cillizza fue la gran estrella de la noche.
Su discurso, dicen fue el mejor de la convención.
Rubio, de apenas 41 años de edad, no sintió amedrentado al hablarle a más de 14 mil personas congregadas en el seno de la Convención Republicana en la ciudad de Tampa, ni por el hecho que su discurso fuese transmitido a todo el país donde decenas de millones de estadounidenses lo oyeron hablar en persona por primera vez.
Rubio atacó al Presidente Barack Obama en forma elegante pero certera. Dijo: “Nuestro problema (con Obama) no es que sea una mala persona. Nuestro problema (con él) es que es un mal presidente”.
El joven senador floridano le dio pasó a Romney, y el flamante candidato presidencial del partido del elefante, no defraudó. Las expectativas sobre la actuación de Romney no eran altas. El ex gobernador de Massachusetts no es conocido como un gran orador. No es una persona que exude calor humano. Es un hombre serio; un hombre de negocios y un buen hijo, esposo, padre y abuelo.
Romney también se lució. Y lo hizo al entrelazar su historia personal de como él había conocido y enamorado a su esposa de 43 años, Ann. Habló de como cuando jóvenes tenían que separar a sus cinco hijos varones que peleaban constantemente y como a cada rato las peleas de los chicos terminaban con todos ellos dormidos en el cuarto de ellos.
Habló que como hombre de negocio había tenido que ausentarse mucho de su casa mientras sus hijos crecían y quien había cargado con el peso de educarlos era su esposa Ann, cuyo trabajo como ama de casa y madre era mucho más importante que el de él
Romney también criticó al Presidente Obama, principalmente por las promesas que había hecho como candidato en el 2008.
“El Presidente Obama les prometió que él comenzaría a detener el alza en el nivel de los mares y a sanar la salud del planeta”, dijo Romney. “Yo sólo le prometo es ayudarlos a Uds. Y a sus familiares”.
Eastwood por su parte fue el invitado sorpresa de la convención y sorprendió con un monólogo humorístico en el cual el entrevista a una silla en el escenario que representaba al presidente Obama. Eastwood fue un fracaso. No logró su cometido y fue blanco de múltiples críticas de todos lados del espectro político.
El orgullo en Rubio va más allá de su humilde origen con un padre que atendía bares en fiestas y una madre que era mucama en los hoteles. Rubio, de acuerdo con Cillizza fue la gran estrella de la noche.
Su discurso, dicen fue el mejor de la convención.