La estrategia urbana del gobierno cubano denominada Plan de Ordenamiento Territorial ha probado ser insuficiente, así lo describe la periodista independiente santiaguera Yusmila Reyna en un detallado estudio del que reproducimos algunos fragmentos.
Los espacios urbanos se caracterizan por una abundante población y transformación constante de la sociedad. Existen dos escalas: los que definen los sistemas urbanos con sus rangos o jerarquías (las ciudades en el espacio), y los que se refieren a las funciones, la estructura, la morfología y la arquitectura (las ciudades como espacio).
En estas localidades existe un vigoroso mercado negro, abunda la violencia social y familiar, el tráfico y consumo de drogas, el robo, la contaminación acústica y atmosférica, y en sentido general, el deterioro de la calidad de vida urbana.
Las comunidades de los poblados cabeceras de los nueve municipios santiagueros y los barrios o repartos de la ciudad, teniendo en cuenta la cercanía con el municipio cabecera, la alta densidad de población, la heterogeneidad de sus habitantes y la gran diversidad de intereses y necesidades, son consideradas urbanas, pero si se tiene en cuenta el atraso y deterioro que existe en ellas, se ubicarían en lo rural o precario.
Es “normal” encontrar cañadas contaminadas, viviendas en mal estado o a punto de derrumbe, terrenos irregulares, falta de puentes, carreteras, aceras, envases de agua para el consumo, calles principales sin asfaltar, etc.
Sin embargo, los gobiernos municipales se han limitado a dar una apariencia de progreso, con la iluminación y reparación de plazas y parques, la siembra de árboles, y el retoque de las fachadas de establecimientos y casas de la Carretera Central en el centro de los poblados.
Las preocupaciones esenciales de estas poblaciones son mejorar las condiciones de vida y garantizar el sustento alimenticio diario.
Además enfrentan problemas como el tabaquismo, alcoholismo, violencia familiar, insalubridades agravadas por la presencia de aguas poco tratadas, desechos sólidos y convivencia de ganado mayor muy cercano a las casas y falta de alcantarillado.
Desde el punto de vista social, la población enfrenta males como la prostitución entre los jóvenes, las discusiones acaloradas, la violencia extrema y el robo.
Las comunidades Pueblo Nuevo, Pedro Ibonet y Final de los Maceos del Municipio Songo-La Maya, ubicadas en los consejos populares centros y “más importantes” de la localidad serían un buen ejemplo del deterioro del espacio urbano.
Dentro de ellas es común encontrar la cercanía de las viviendas (pared con pared), los desagües inadecuados que atraviesan los terrenos del vecino, las viviendas con huecos en las paredes, techos viejos y endebles puertas y ventanas.
En estas localidades no existen alcantarillados, cestos de basura, ni iluminación en las calles.
Por tanto se violan permanentemente varios artículos de la Constitución de la República: el 9, el 27, el 50, el 104, relacionados con vivienda confortable, el medio ambiente, aseguramiento de la vida humana racional, de bienestar y seguridad, la protección de la salud, y el papel de los Consejos Populares en la satisfacción de todas las necesidades de su población, respectivamente. Se violan los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a la dignidad y al libre desarrollo de la persona, y el aseguramiento de un nivel de vida adecuada a la familia.
El desinterés del gobierno por cambiar esta realidad ha contribuido al crecimiento de la violencia, la segregación, la marginación de una gran parte de la población y el agravamiento de las condiciones higiénicas y sanitarias de los ciudadanos.
Se requerirá por tanto hacer mayor énfasis en el proceso de planificación urbana no sólo de las viviendas sino de centros comerciales, institucionales y recreativos de estas zonas para convertirlas en un verdadero asentamiento poblacional, descentralizando los servicios del poblado centro, y en correspondencia con el crecimiento económico, la lucha contra la contaminación, la racionalidad y las contradicciones que trae aparejada una mala planificación urbana.
Es importante crear fuentes de empleo dentro de la localidad y construir viviendas y edificios como alternativa para las migraciones de las zonas rurales para estas zonas urbanas, aun cuando no poseen ni industrias, ni condiciones óptimas, pues continúa agravándose el estado deplorable de su espacio urbano.
Se impone la construcción y reparación de calles y aceras, la colocación de bombillas de iluminación, de cestos para la basura, señalización suficiente de las diferentes vías, la construcción y reparación de alcantarillas, salideros de agua potable y la reconstrucción de las zonas de derrumbes e inundaciones.
Que bajen los precios a los materiales de construcción y suban los salarios de los trabajadores para que contribuyan desde lo personal a la mejora de su espacio urbano. La inversión de capital de cubanos o no, residentes en el extranjero con las personas naturales, trabajadores por cuenta propia y pequeños propietarios para la construcción y/o remodelación de casas, comercios, instalaciones educativas, culturales, recreativas de su entorno.
La integración de todos los agentes socializadores, sin exclusión de los ciudadanos con distintas creencias políticas para contribuir a mitigar los efectos del rápido crecimiento poblacional. Cumpliendo con la libertad de pensamiento y asociación. Promover la cultura urbana y ambiental no solo mediante la escuela sino de las tecnologías de la información y el conocimiento, a partir de su libre acceso y adquisición de los medios por la población para estos fines.
Que en el debate público con los funcionarios del gobierno y de los Consejos Populares se aborde la temática sin esconder todas las causas del estado deplorable de estas comunidades, y se ofrezcan respuestas y soluciones concretas y profundas al pueblo. Proporcionar una ciudad que permita potenciar los valores sociales, y culturales de los comunitarios propiciando la mejora de las relaciones de convivencia y condiciones de vida.
En estas localidades existe un vigoroso mercado negro, abunda la violencia social y familiar, el tráfico y consumo de drogas, el robo, la contaminación acústica y atmosférica, y en sentido general, el deterioro de la calidad de vida urbana.
Las comunidades de los poblados cabeceras de los nueve municipios santiagueros y los barrios o repartos de la ciudad, teniendo en cuenta la cercanía con el municipio cabecera, la alta densidad de población, la heterogeneidad de sus habitantes y la gran diversidad de intereses y necesidades, son consideradas urbanas, pero si se tiene en cuenta el atraso y deterioro que existe en ellas, se ubicarían en lo rural o precario.
Es “normal” encontrar cañadas contaminadas, viviendas en mal estado o a punto de derrumbe, terrenos irregulares, falta de puentes, carreteras, aceras, envases de agua para el consumo, calles principales sin asfaltar, etc.
Sin embargo, los gobiernos municipales se han limitado a dar una apariencia de progreso, con la iluminación y reparación de plazas y parques, la siembra de árboles, y el retoque de las fachadas de establecimientos y casas de la Carretera Central en el centro de los poblados.
Las preocupaciones esenciales de estas poblaciones son mejorar las condiciones de vida y garantizar el sustento alimenticio diario.
Además enfrentan problemas como el tabaquismo, alcoholismo, violencia familiar, insalubridades agravadas por la presencia de aguas poco tratadas, desechos sólidos y convivencia de ganado mayor muy cercano a las casas y falta de alcantarillado.
Desde el punto de vista social, la población enfrenta males como la prostitución entre los jóvenes, las discusiones acaloradas, la violencia extrema y el robo.
Las comunidades Pueblo Nuevo, Pedro Ibonet y Final de los Maceos del Municipio Songo-La Maya, ubicadas en los consejos populares centros y “más importantes” de la localidad serían un buen ejemplo del deterioro del espacio urbano.
Dentro de ellas es común encontrar la cercanía de las viviendas (pared con pared), los desagües inadecuados que atraviesan los terrenos del vecino, las viviendas con huecos en las paredes, techos viejos y endebles puertas y ventanas.
En estas localidades no existen alcantarillados, cestos de basura, ni iluminación en las calles.
Por tanto se violan permanentemente varios artículos de la Constitución de la República: el 9, el 27, el 50, el 104, relacionados con vivienda confortable, el medio ambiente, aseguramiento de la vida humana racional, de bienestar y seguridad, la protección de la salud, y el papel de los Consejos Populares en la satisfacción de todas las necesidades de su población, respectivamente. Se violan los derechos económicos, sociales y culturales, indispensables a la dignidad y al libre desarrollo de la persona, y el aseguramiento de un nivel de vida adecuada a la familia.
El desinterés del gobierno por cambiar esta realidad ha contribuido al crecimiento de la violencia, la segregación, la marginación de una gran parte de la población y el agravamiento de las condiciones higiénicas y sanitarias de los ciudadanos.
Es importante crear fuentes de empleo dentro de la localidad y construir viviendas y edificios como alternativa para las migraciones de las zonas rurales para estas zonas urbanas, aun cuando no poseen ni industrias, ni condiciones óptimas, pues continúa agravándose el estado deplorable de su espacio urbano.
Se impone la construcción y reparación de calles y aceras, la colocación de bombillas de iluminación, de cestos para la basura, señalización suficiente de las diferentes vías, la construcción y reparación de alcantarillas, salideros de agua potable y la reconstrucción de las zonas de derrumbes e inundaciones.
Que bajen los precios a los materiales de construcción y suban los salarios de los trabajadores para que contribuyan desde lo personal a la mejora de su espacio urbano. La inversión de capital de cubanos o no, residentes en el extranjero con las personas naturales, trabajadores por cuenta propia y pequeños propietarios para la construcción y/o remodelación de casas, comercios, instalaciones educativas, culturales, recreativas de su entorno.
La integración de todos los agentes socializadores, sin exclusión de los ciudadanos con distintas creencias políticas para contribuir a mitigar los efectos del rápido crecimiento poblacional. Cumpliendo con la libertad de pensamiento y asociación. Promover la cultura urbana y ambiental no solo mediante la escuela sino de las tecnologías de la información y el conocimiento, a partir de su libre acceso y adquisición de los medios por la población para estos fines.
Que en el debate público con los funcionarios del gobierno y de los Consejos Populares se aborde la temática sin esconder todas las causas del estado deplorable de estas comunidades, y se ofrezcan respuestas y soluciones concretas y profundas al pueblo. Proporcionar una ciudad que permita potenciar los valores sociales, y culturales de los comunitarios propiciando la mejora de las relaciones de convivencia y condiciones de vida.