Los niveles de intimidación y represión de las libertades religiosas en la isla son los más altos desde 1980, según establece un reporte de Christian Solidarity Worldwide, publicado en mayo del 2012.
El informe del Christian Solidarity Worldwide documenta un total de cuarenta violaciones de la libertad religiosa en distintas regiones de Cuba y las compara con las de años anteriores.
La visita a la isla de Benedicto XVI en marzo del 2012, ocasionó un fuerte despliegue de seguridad con el que se impidió a defensores de derechos humanos y activistas prodemocracia, muchos de ellos católicos practicantes, asistir a las actividades de la visita papal. Por ello, cientos de cubanos fueron encarcelados o recluidos en sus propias casas, por medio del acoso policial.
El informe destaca el caso de personas como la Dama de Blanco Caridad Caballero, a quien se le impide regularmente asistir a los servicios religiosos, especialmente a la misa dominical. Su familia ha sido víctima del abuso verbal y físico y a pesar de contar con el apoyo de los líderes religiosos de su comunidad, no han podido hacer la primera comunión.
El informe relata la presión que ejerce el gobierno en algunos grupos religiosos para que expulsen a los líderes que están en desacuerdo con el régimen.
Muchas congregaciones pertenecientes a la Convención Bautista Occidental han sido amenazadas con el cierre de sus templos y la confiscación de vehículos y otros bienes.
Mencionan el caso del pastor Omar Gude Pérez, condenado a seis años y medio de cárcel, que fue liberado en 2011, a quien se le impide la salida del país, a pesar de que los Estados Unidos le ha otorgado a Gude y a su esposa e hijos el asilo político.
El matrimonio de religiosos trabaja en divulgar la persecución del Movimiento Apostólico, una red de iglesias constantemente atacada por las autoridades.
El informe destaca un aumento de agresiones físicas contra los pastores, así como de la brutalidad empleada. En todos los casos, se repiten patrones como que las víctimas han sido líderes de denominaciones pequeñas, que no tienen una red de apoyo y se encuentran en lugares aislados.
Los agentes de seguridad locales son responsables de las golpizas, pero como en ningún caso han sido investigadas, se sospecha que cuentan con el respaldo del gobierno.
La semana pasada líderes religiosos cubanos dieron testimonio ante el Caucus de Libertades Religiosas del Congreso de los Estados Unidos y miembros de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCRIF) e hicieron una petición para incluir a Cuba en la lista de Países de Preocupación Particular (CPC) en relación a las libertades religiosas, según publica el blog Capitol Hill Cubans.
La visita a la isla de Benedicto XVI en marzo del 2012, ocasionó un fuerte despliegue de seguridad con el que se impidió a defensores de derechos humanos y activistas prodemocracia, muchos de ellos católicos practicantes, asistir a las actividades de la visita papal. Por ello, cientos de cubanos fueron encarcelados o recluidos en sus propias casas, por medio del acoso policial.
El informe destaca el caso de personas como la Dama de Blanco Caridad Caballero, a quien se le impide regularmente asistir a los servicios religiosos, especialmente a la misa dominical. Su familia ha sido víctima del abuso verbal y físico y a pesar de contar con el apoyo de los líderes religiosos de su comunidad, no han podido hacer la primera comunión.
El informe relata la presión que ejerce el gobierno en algunos grupos religiosos para que expulsen a los líderes que están en desacuerdo con el régimen.
Muchas congregaciones pertenecientes a la Convención Bautista Occidental han sido amenazadas con el cierre de sus templos y la confiscación de vehículos y otros bienes.
Mencionan el caso del pastor Omar Gude Pérez, condenado a seis años y medio de cárcel, que fue liberado en 2011, a quien se le impide la salida del país, a pesar de que los Estados Unidos le ha otorgado a Gude y a su esposa e hijos el asilo político.
El matrimonio de religiosos trabaja en divulgar la persecución del Movimiento Apostólico, una red de iglesias constantemente atacada por las autoridades.
El informe destaca un aumento de agresiones físicas contra los pastores, así como de la brutalidad empleada. En todos los casos, se repiten patrones como que las víctimas han sido líderes de denominaciones pequeñas, que no tienen una red de apoyo y se encuentran en lugares aislados.
Los agentes de seguridad locales son responsables de las golpizas, pero como en ningún caso han sido investigadas, se sospecha que cuentan con el respaldo del gobierno.
La semana pasada líderes religiosos cubanos dieron testimonio ante el Caucus de Libertades Religiosas del Congreso de los Estados Unidos y miembros de la Comisión de Estados Unidos para la Libertad Religiosa Internacional (USCRIF) e hicieron una petición para incluir a Cuba en la lista de Países de Preocupación Particular (CPC) en relación a las libertades religiosas, según publica el blog Capitol Hill Cubans.
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