Un mes y cinco días después de sufrir un arresto policial en Chattanooga –conducía su auto a exceso de velocidad—el cubano Yasiel Puig debutó con Los Angeles Dodgers en el béisbol de Grandes Ligas y pegó hit en su primer turno al bate.
En su breve paso por las Series Nacionales de Cuba, Puig lució su buen béisbol y el número 14 en el outfield del equipo de Cienfuegos. Tanto talento parecía desbordar el muchacho que la afición de la Isla de inmediato comenzó a compararlo con ese astro de tres décadas atrás, el pinareño Luis Giraldo Casanova.
Puig fue colocado anoche como primer bate en el Dodgers Stadium, estrenándose frente a Eric Stults, el abridor de los visitantes Padres de San Diego. Pero si el zurdo serpentinero llegó a Los Ángeles con marca de cuatro triunfos y cuatro derrotas, más una efectividad de 3,74 carreras limpias, el rookie criollo, ahora con el estrafalario 66 sobre la espalda, debutó arropado por sus .517 (30 en 58) en 27 pleitos de la Liga del Cactus.
El cubano se midió en esa primera vez al bate contra lanzamientos por debajo de las 90 millas. Stults lo colocó en conteo de 2-2 (bola, strike cantado, bola, foul) y frente a su quinto pitcheo en las Mayores, un cambio de velocidad a 77 millas, Puig soltó un hit al jardín central, defendido por Alexi Amarista, de los Padres.
“Lo quiero (al cubano) en el jardín derecho, su primera posición en Chattanooga”, anunció antes del juego el manager Don Mattingly. Y añadió que “aunque es tan fuerte que parece un jugador de fútbol colegial, puede batear hits, batear jonrones y robar bases”.
Ha crecido Yasiel Puig, tal vez hacia los lados –ahora pesa 245 libras en sus 6 pies y tres pulgadas—pero sobre todo en experiencia, enrolado en el más exigente béisbol del mundo.
Todavía anoche le faltaba un segundo imparable contra Stults, después de ser dominado en conexión por tercera base. Contratado por siete años y 42 millones de dólares, nadie sabe cuántos hits más acumulará en su carrera el muchacho de Cienfuegos que en diciembre pasado cumplió sus primeros 22 años de vida.
Es verdad que Matt Kemp y Carl Crawford, dos tercios del outfield de Los Ángeles están lesionados y apresuraron la entrada de Yasiel Puig. Pero de oportunidades aprovechadas está llena la historia de las Grandes Ligas.
En su breve paso por las Series Nacionales de Cuba, Puig lució su buen béisbol y el número 14 en el outfield del equipo de Cienfuegos. Tanto talento parecía desbordar el muchacho que la afición de la Isla de inmediato comenzó a compararlo con ese astro de tres décadas atrás, el pinareño Luis Giraldo Casanova.
Puig fue colocado anoche como primer bate en el Dodgers Stadium, estrenándose frente a Eric Stults, el abridor de los visitantes Padres de San Diego. Pero si el zurdo serpentinero llegó a Los Ángeles con marca de cuatro triunfos y cuatro derrotas, más una efectividad de 3,74 carreras limpias, el rookie criollo, ahora con el estrafalario 66 sobre la espalda, debutó arropado por sus .517 (30 en 58) en 27 pleitos de la Liga del Cactus.
El cubano se midió en esa primera vez al bate contra lanzamientos por debajo de las 90 millas. Stults lo colocó en conteo de 2-2 (bola, strike cantado, bola, foul) y frente a su quinto pitcheo en las Mayores, un cambio de velocidad a 77 millas, Puig soltó un hit al jardín central, defendido por Alexi Amarista, de los Padres.
“Lo quiero (al cubano) en el jardín derecho, su primera posición en Chattanooga”, anunció antes del juego el manager Don Mattingly. Y añadió que “aunque es tan fuerte que parece un jugador de fútbol colegial, puede batear hits, batear jonrones y robar bases”.
Ha crecido Yasiel Puig, tal vez hacia los lados –ahora pesa 245 libras en sus 6 pies y tres pulgadas—pero sobre todo en experiencia, enrolado en el más exigente béisbol del mundo.
Todavía anoche le faltaba un segundo imparable contra Stults, después de ser dominado en conexión por tercera base. Contratado por siete años y 42 millones de dólares, nadie sabe cuántos hits más acumulará en su carrera el muchacho de Cienfuegos que en diciembre pasado cumplió sus primeros 22 años de vida.
Es verdad que Matt Kemp y Carl Crawford, dos tercios del outfield de Los Ángeles están lesionados y apresuraron la entrada de Yasiel Puig. Pero de oportunidades aprovechadas está llena la historia de las Grandes Ligas.